Apachurrito
24 de diciembre sin post pre navideño, no es 24 de diciembre. Es una tradición personal y particular, solo que este año, para aprovechar al máximo cada instante libre, lo hago muy tempranito. Dicen que al que madruga, Dios lo ayuda, o se queda dormido a media tarde... Que sea lo que tenga que ser. Queramos o no, la Navidad no pasa desapercibida. Es una fecha en que todos nos ponemos buena onda, derrochamos los mejores deseos, queremos más a todo el mundo, o renegamos más que nunca porque el tráfico está insoportable, las calles rebosan del gente, los choros están a la orden del día, nadie hace nada útil al respeto, en fin, hay razones de sobra para convertirnos en el Duendecito del Mes, en un mundo paralelo, o la versión local del Grich. Como gran parte de cosas en este vida, nosotros elegimos el personaje que se nos acomode o nos nazca. Yo siempre he elegido lo primero, aunque los dos últimos años mi espíritu navideño se ha desinflado un poco. Por eso mismo, y por circuns