2012: El Año de los Conciertos

Este 2012 que se va acabando, va a pasar a mi historia personal como el año de los conciertos. Me encantan los conciertos. Sea en un bar barranquino o en un estadio repleto de almas, con fuegos artificiales, o sin chispitas mariposa, el escenario y esos detalles son lo de menos. Lo que me llama la atención es el feedback de energía entre los fanáticos (o curiosos, o poseros) y el cantante, sea grupo / solista de culto, o bandita de moda. La emoción del momento, las tremendas ganas de detener y encapsular para siempre esos minutos. Este año tuve la suerte de ir no a uno, sino a cinco megaconciertos.


El hecho de que me encanten los conciertos, no equivale a que vaya a todos y cada uno de los que se monten en Lima. He contado mas de una vez que de niña gasté una pequeña fortuna en ir a ver a Menudo. Fueron cuatro conciertos, uno mas inolvidable que el anterior. Parada encima de las sillas, aplaudiendo y gritando hasta quedarme sin garganta. Mas grandecita y con el resurgimiento del rock nacional, La Noche de Barranco se convirtió en mi point. Por lo menos dos veces al mes iba con mi hermana a gastarnos los pulmones, y nuestras modestas propinas, para ver de cerquita a nuestras bandas favoritas: TK, Zen, Campo de Almas, Cementerio Club, Mar de Copas. Aunque siendo sinceros en el 2003 varias visitas a ese lugar y otros tantos fueron cortesías de dos radios desaparecidas: América y Miraflores. Demás esta decir que estoy eternamente agradecida con los DJ's que me armaban la agenda del fin de semana por ese entonces.

Alternaba esos conciertos, con modestos recitales de artistas extranjeros que me fascinaban. Recuerdo con especial emoción dos. El tour Guapa de La Oreja de  Van Gogh en el 2006, al cual fui sola en vísperas de llegar a los 25 años, y al año siguiente ocupé un vagón de el El Tren de los Momentos, la gira con la que Alejandro Sanz llegó a Lima en el 2007. Los dos igual de emocionantes, en los dos grité igual de eufórica, en los dos grabé escenas mentales que nunca voy a  olvidar. Un año después, en el 2008, la suerte me sonrió y fui gratis a ver a Oasis. Con ellos empezó la racha de ir a ver a bandas que imaginaba que jamás presenciaría en vivo, al menos no en mi tierra. 

Rompí el chanchito para cantar en inglés y ver a Bon Jovi, Backstreet Boys y Aerosmith. Me limitaba a uno o dos conciertos inmensos y varios pequeñitos. Pero este año dije, no, solo se vive una vez y siguiendo un precepto inventado por mi, tomé la decisión de darme el gustito de ir a varios recitales, porque un concierto no es un gasto, es una inversión. Repasemos esas noches que hacen de este 2012 un año memorable, el año de los conciertos.


17 de agosto: Gianmarco cumplía 42 años de vida y 20 de carrera musical. Desde que me enteré que iba a dar un mega concierto para celebrar estos 20 años me empilé, dije voy si o si, y empecé a hacer cálculos. Mi nueva y buena amiga Nerydee se unió a mi causa y fuimos juntas a comprar nuestras entradas y, por separado, a ensayar cada una de las canciones de Gianmarco. El conciertazo presentado la noche del 17 de agosto en un estadio de San Marcos que reventaba de gente y de emoción se resume en una sola expresión: demasiado bueno para ser verdad. Fue lo máximo, me quedé sin voz (y sin pies, porque volver a casa fue una travesía). Yo digo que Canto por el Sur, el concierto organziado por el mismo Gianmarco en setiembre del 2007 fue muy bueno, pero este lo superó y por bastante. Valió la pena cada centavito, y ansío que pasen un resumen en televisión para revivir, sino todas, muchas de las sensaciones que me dejó el show (Nota al pie: Canal 7 ya pasó el especial y en realidad, no es nada, el concierto fue mucho mas grande, variado y emotivo).

28 de agosto: Mi sueño y mas grande deseo para el 2012 se cristalizaba. Meses atrás me había enterado que Maroon 5 venía a Lima y la emoción era desbordante. Ellos fueron los únicos que me sacaron de la cama un día después de mi cumpleaños, y no precisamente para verlos, solo para comprar la entrada. Cambió la fecha, cambió el local, lo que nunca cambió fue mi ánimo de ir, cantar y bailar esa noche con la mejor compañera de conciertos que puedo pedir, mi hermana. Un viaje interprovincial, una llegada apresurada, una puesta en escena impecable, una energía desmedida, un público emocionado. Tal como lo había pronosticado, no cabía en mi de alegría cuando cantaron Sunday Morning, Make me wonder y This Love. Fueron 100 minutos de buena música, de una sonrisa inmensa en mi cara, de tener la certeza de que sueños asi, muy pequeñitos, se hacen realidad, Maroon 5 estuvo en Lima y dejó a todos mas que satisfechos, felices.



4 de octubre: Vinieron en el 2002 y por tonta (y algo misia también) dejé pasar la oportunidad. Regresraon en el 2006 y ahí si estuve, sola, con mi alma y mi emoción desbordante a cuestas. Hace tiempo los estaba esperando, asi que ni bien supe que venían dije, no me lo pierdo. La música pop que viene de España me gusta. Me gusta Miguel Bosé, Ana Torroja, Hombres G, Ella Baila Sola, amo a Alejandro Sanz y me fascina La Oreja de Van Gogh, al igual que a mi mamá (aunque a veces pienso que ella es mas fanática que yo). Muchos hijos llevaron a sus mamás a ver a Juan Gabriel este año, pero yo muy creativa y con una mamá muy moderna, la llevé a ver a La Oreja. era la primera vez que iba al María Angola y me pareció una maravilla. Es tan pequeño este lugar, que por un lado le da un aura muy íntima a cualquier recital y, de otro lado, no importa tu ubicación ves muy de cerca a quien este sobre el escenario. Pasé del enrome signo de interrogación que llenó mi cabeza durante la presentación de El Sueño de Morfeo, al balbuceo mientras un sobrio e imperturbable Alex Ubago empalagaba a todo el auditorio, para llegar finalmente a la euforia desmedia cuando Leire y toda su mancha subieron y encendieron todas esas emcoiones que solo sus canciones me saben provocar. Que olvídame y yo te recordaré, que te voy a escribir la canción mas bonita dle mundo, que se escapa mi vida esperando que vuelvas a asomarte por aquí, que seré inmortal porque yo soy tu destino, que pienso en ti cada vez que prefiero morir, todas, absolutamente todas las canciones me traen recuerdos llenos de nostalgia, esos momentos kodak que estan guardados en mi memoria. 

25 de octubre: Siempre lo he dicho y Amaia Monetro lo rectifica en una canción: hay imposibles que un día consigues sin darte cuenta. No me gusta Evanscence, solo conozco un par de canciones que se dejan oir, pero no es una cosa que me emocione, por eso iba a pasar desapercibido su presentación en el estadio de San Marcos. Ese no es el caso de cierto chiquillo que quería retarme y decirme no me importa que usted sea mayor que yo (no te importará a ti, pero a mi si, tal como lo dije en un post pasado). Este sujetillo ya había perdido todas las esperanzas de ir, sin embargo yo no. Mi espíritu de hada madrina nunca se rinde, por eso hice un único intento, mi buena estrella conspiró y justo un día antes del cocneirto me gané una entrada doble. El chiquillo era el mas entusiasta, sin embargo su actitud demostraba lo contrario, primero no se decidía, luego pasó a buscarme tarde y por lo tanto llegamos tarde al concierto. Por suerte las canciones mas conocidas fueron entonadas hacia el final. Amy Lee es una maestra y aunque yo estaba desubicada y mas posera que nunca la pasé bien, no habrá sido el mega evento de la vida, pero que Evanscence suena bien en vivo, no lo niego, suenan muy bien.

3 de noviembre: Si Evanscence no me emocionaba, este concierto no solo me ponía, sino que prometía. A la compañía la elegí yo y no me equivoqué, fueron las mejores compañeras, mis chicas de la barra le dieron un plus a este conciert, dle resto se encargaron los tres grandes que estarían sobre el escenario: Marc Anthony, Chayanne y mi Gianmarco. El nombre del concierto era perfecto: Gigantes. El Nacional iba a estallar. Y así fue, estalló de gente eufórica que iba a presenciar talento al por mayor. A Marc Anthony y Gianmarco ya los había visto, por lo que saldaba una vieja deuda, ver a Chayanne y comprobar si era un artista tan completo como parecía. Lo es, bailó, cantó y encandiló a la masa los 40 minutos que duró su show y para rematarla volvió a aparecer para cerrar lo que contaba su canción, una gran Fiesta en América (bueno, en Lima). Impecable, increíble, fabuloso. Si Gianmarco hubiera aparecido en el acto final habría sido perfecto, pero recordemos que la perfección no existe.   



Insisto, un concierto no es un gasto, es una inversión. Por eso este 2012 me deja un montón de recuerdos que se van a quedar en mi mente por siempre. Cada grito eufórico, cada salto, cada lágrima emocionada, cada pérdida de voz, absolutamente todo lo que me dejó (o se llevó) cada uno de estos eventos se queda como lo positivo de este año que no marcó ningun fin, por el contrario, un inicio de ir mas a menudo a ver a artistas, que sean buenos o malos, me gustan y eso es razón suficiente para acudir, gritar y olvidarme de la realidad el tiempo que dure el magno acontecimiento. No se ustedes, pero lo que es yo ya tengo programado mi primer concierto del 2013, el 26 de febrero no estoy para nadie, solo para Alejandro Sanz (este año no me lo peirdo, no hay forma).

PD: Gracias a mi amiga Nerydee, a mi hermana Diana, a mi mamá, a el chiquillo, a mis chicas de la barra,. fueron las mejores compañías, sin ustedes creo que no hubiera disfrutado de cada concierto como lo hice.

Canción para recordar el 2012... un año que será inmortal, y que a veces me hace sentir un golpe de suerte, un café de las seis, un presentimiento de que todo irá bien, de que seré inmortal, porque yo soy tu destino... y esa idea no me la quita nadie

      

Otra canción para la posteridad. Hace años veía el video en canal 5 y la idea de escuchar en vivo la canción ni si quiera rondaba mi cabeza, hasta que ocurrió y Chayanne marcó esta tonadita en el preciso centro de mi corazón


  

  

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