Si me importa que usted sea menor que yo

En el post anterior detallé a grandes rasgos algunas características que debe reunir el mortal que ando buscando. Lo de los detalles, gestos, empeño, grados y demás es muy bonito, pero hay una serie de aspectos mas concretos que no se deben perder de vista. Renato Cisneros hace muchos años hizo hincapié en tres factores: pasado, ubicación geográfica y edad. Los dos primeros para mi son intrascendetes, pero el último es tema aparte. Yo no creo en las relaciones 40 y 20. Aquí mis motivos.

Si, ya se, en estas épocas de revolución femenina eso de la edad es un pensamiento bien retrógrado. Si Demi Moore estuvo con Ashton Kutcher y Laura Bozzo con su Christian, por qué yo no puedo estar con un pata alguito menor. Si José José dijo 40 y 20, es el amor lo que importa y no lo que diga la gente, y un grupo de reggaeton proclamaba no me importa que usted sea mayor que yo, por qué no pasar por roba cunas y tentar con alguien menor.
Que puede resultar, puede resultar, pero yo paso, por una sencilla razón. Me ha costado mucho llegar a la conclusión de que ya la tengo clara. Como decía hace algunos años una publicidad de la Universidad de Lima: lo que he vivido con nada se compara, y estoy seguro ahora si la tengo clara. Después de largas reflexiones, cuestionamientos existenciales, charlas con amgias, prolongados silencios, caminatas a solas, conversaciones frente al espejo y demás ya se quien soy y a donde voy. También tengo una remota idea de con quién me gustaría ir. Lógico quisiera caminar con alguien que también la tenga clara.
A lo mejor a los 35 estableces el margen de error de 5 años, un pata de 30 ya debería tener al menos un esbozo de lo que es. Pero si en este momento, a mis dulces 31, establezco ese margen de error puedo darme un menudo fiasco. Doblemente injusto, dicho sea de paso. ¿Por qué? Porque en la base dos la regla es pasarla bien, divertirse, no pensarla tanto. No es que un día te acuestas con 29 años y al día siguiente cuando cumples 30 tu vida cambia tragicamente. Simplemente que a los 30 y algo, algunas personas buscamos estabilidad, equilibrio, seguridad. De juergas y relaciones a la ligera ya etsuvo bueno.
Ojo, injusto si es que esa persona entra y transforma todo. Si no va tan en serio se pierde tiempo, es verdad, pero no perspectiva. Si dejamos la puerta abierta de par en par y le decimos a esa persona base dos adelante, ponte cómodo, cambia reglas, horarios, pégame tus manías, redecora, etc. estamos en problemas, sobre todo si te costó armar ese proyecto de vida que, cierto, no va a salir pegado al guión, pero al menos queremos que se asemeje. Cuando quieres que la cosa vaya en serio, a lo mejor el patín este, no se siente listo (si compadre, la justificación mas clásica y no creíble del mundo). Para él la cosa es mas relajada, total, nadie lo apura.

No es que estemos desesperadas por casarnos, comprar una linda casa con el crédito hipotecraio de algun banco amigo, tener hijos y planear ya mismo las próximas vacaciones a Disney o Cañete, segun el presupuesto, pero al menos planear algo a mediano plazo con una persona, no suena mal, ¿o si? 

No me pongo en el papel de víctima, es injusto para la otra persona también (el veinteañero involucrado) porque la hacemos descartar etapas para que vaya a nuestro ritmo, a mi no me importa la juerga del sábado, si no el desyauno de trabajo del lunes; no me interesa la pichanga con tus amigos, ese día tenemos que ir al cumpleaños de mi mamá; chevere que te vaya  bien en tus prácticas, pero yo estoy aspirando a un ascenso.

También puede que tus amistades no sean de su agrado y viceversa. Los temas de tus amigos no son compatibles con sus gustos, y cuando sus amigos y él hablan,  desconoces el idioma, por ende suelen aburrirse y/o va cada uno por su lado, o se olvidan del entorno amical. Desde mi punto de vista, ninguna de las dos opciones son viables, al menos no por mucho tiempo, al menos no para una relación como la concibo yo.

Aun no me apedreen. Al inicio dije que en general las relaciones 40 y 20 no me parecen, es decir, cuando la diferencia de años es amplia, las cosas no funcionan tan bien que digamos. Es indistinto si él o ella es mucho mayor. Porque todas las personas atravesamos etapas, y una vez exploradas, es necesario quemarlas, dar la vuelta a la página para seguir creciendo. Quemar para crecer. Entonces que pasa si estamos con alguien mucho mayor, digamos de unos 40 y pico, que ya se divirtió, ya juergueó hasta que salió el sol, ya se paseó por varios empleos, y ahora ya tiene casa, maestría, auto y tiempo como para sentar cabeza. Su plan de diversión es ver televisión un sábado en la noche y, por ahí, pedir una pizza, meintras nosotros pensamos en salir, aunque sea a cenar, salir y ver gente. Si la diferencia de edad con el o la compañero/a es abismal, pueden existir problemas porque, de arranque no más, los intereses no son los mismos.
  

No es una regla, ni absoluta, ni universal. Es solo mi particular punto de vista. Ni tan tan, ni muy muy, al menos para mi. Tengo amigas que han tentado con chicos menores y les ha funcionado, es mas una esta muy felizmenete casada y en la espera de su primer bebe. Dato a tomar en cuenta, ella y él andaban en momentos personales similares, buscando crecer profesionalmente y establecerse en una relación, que en realidad surgió epsontaneamente y funcionó.


Para evitarme problemas, dejar de cargarme paltas ajenas y no cambiar pañales (lo haré cuando tenga hijos, antes no) yo paso, chicos menores que yo no, gracias. Tírenme piedras y envíenme a la horca si quieren, es mi opinión y no pienso cambiarla, a menos que un chibolo atrevido venga, refute mi teoría y a insistencia exija una opción. Todo puede suceder.

Canción para evitar chibolos... pongo mi cartel en la puerta: niños (o adultos de 25 en adelante que actuen como bebes) NO gracias... vete no mas...

   

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