La Princesa de Serrat
Mi familia nuclear está conpuesta por cinco personas: mi papá, mi mamá, mis dos hermanas y yo. Somos una especie de Familia Ingalls, pero sin casita en la pradera. Yo soy la mayor de las hermanas y mis hermanas influyen en algo de lo que soy. Una de ellas está próxima a cumplir años. Sin su permiso, conozcan a la hermana "sanguchito", la segunda, la ecuánime. Con ustedes la segunda del clan Herrera.
Era julio del año 1985, eran las 11 de la noche, había toque de queda, apareció una camioneta destartalada, mi mamá con contracciones cada vez más seguidas, mi papá contando chistes y un médico al que le estaban amarrando la bata mientras traía un nuevo bebé al mundo. En eso mas o menos se resume el nacimiento de mi hermana, la segunda, la del medio, por algunos meses la menor. Yo solo tenía cuatro años y ni una remota idea de lo que sería ser hermana mayor, obvio a los cuatro años no tenía nada claro en la vida.
Sin embargo, tengo muchos recuerdos de ella, y mediante ellos quiero abrazarla antes de que los 27 la sorprendan. Los primeros recuerdos, los mas lejanos, son del año 85, el año en que ella nació, en que la barriga de mi mamá crecía y mi corona de hija y nieta única corría un inminente peligro. No recuerdo en que momento me dijeron que iba a tener una hermanita (o hermanito), es mas, no recuerdo si me lo comunicaron o lo asumí, pero si me acuerdo de estar jugando en la escalera, mientras mi mamá lavaba con su barriga creciendo, y yo le preguntaba si iba a tener hermanito o hermanita y si iba a poder jugar con él o ella. No recuerdo su respuesta.
He escuchado miles de veces la historia del nacimiento de mi hermana, pero no recuerdo esa noche. Yo estaba en el país de los sueños, mientras mi hermana llegaba al mundo, y algo recuerdo de la primera vez que la ví. Fuí con mis abuelos a la clínica, mi abuela le llevaba a mi mamá una sopa en termo, era un domingo por la tarde. Recuerdo que al salir pasamos por la sala de cunas y ahí estaba ella con su cintita en la muñeca que decía Herrera Antay, durmiendo, aun hinchada y mis abuelos me decían: "mira, ahí está tu hermanita", y yo me empinaba para poder ver.
Ella tiene entre las tres el nombre con mas sentido, tal vez. Diana por la Princesa, mi papá era gran admirador de Lady Di, por eso le puso a la segunda de sus hijas su nombre. Y lo de Lucía es una larga historia. Por años mi mamá dijo que le había puesto ese nombre por la pastorcita que había visto a la Virgen de Fátima (o era la de Lorudes?) y bla, bla, bla. Hasta que hace unos años, mientras Serrat cantaba Lucía en Viña del Mar y mi mamá lo veía desde casa y suspiraba, confesó que por eso había elegido por segundo nombre Lucía. Ella tiene el nombre de los dos amores platónicos de mis padres.
Durante 25 años compartimos cuarto. Es la mejor roomate del mundo. Ordenada, nada metiche, limpia, nunca toca tus cosas, a menos de que te pida permiso. No recuerdo que haya cogido mi ropa sin previo aviso, es mas, a veces yo insistía en prestarle una chaqueta que podía combinar con su teñida. Solo le prestaba blusas, chompitas y cosas así, de la cintura para arriba, porque yo soy varias tallas de pantalón mas que ella. Y valgan verdades, nuestros estilos son distintos. Yo soy bastante clásica, el pantalón y la chompa en invierno, el vestidito ligero en vernao. Ella no, ella siempre anda a la moda, que las botas, que el pitillo, la blusita. Y todo lo que se pone le queda bien, tiene cuerpo de modelo y una actividad diaria que siempre me deja boquiabierta.
Tengo que intentar ser objetiva (aunque la objetividad no existe). Diana no es perfecta, se acerca, pero no lo es. Si la encuentras de buen humor, es chevere, divertida, alegre, hasta amorosa. Pero si anda media cruzada ¡huyan! No le hagan bromas porque no se va a reir, no insistan en cambiarle el canal porque no le va a gustar, no le hablen porque no va a contestar. Mejor desasparezcan hasta que le pase, ella sola volverá a reir, a cambiar de canal y a hablar. Algo he aprendido en estos 27 años como su hermana. Pero con sus cambios de ánimo y todo, es las mas ecuánime de las tres.
Yo soy engreída, Laura mi hermana menor es peor. Yo ando siempre en las nubes, y mi hermana menor me sigue los pasos. Diana es el equilibrio, la centrada, la sensata, la que pisa tierra firme. Es una gran persona, y no lo digo porque sea mi hermana. Es verdad. Ama a los animales, realmente los ama. Solo ella sabe cuanto le dolió ver morir a Mossi, mas que su mascota, era su hija. Por eso a los pocos meses adoptó una oruga, si como lo leen una oruga, luego un pajarito amarillo que apareció en el jardín de la casa, y engríe a Rex, el perro de mi tía y Lupita, una labradora hermosa y querendona que vive en frente de mi casa. Una persona que quiere a los animales, no puede ser mala, no hay forma.
Era mi compañera de andadas, allá por el 2003, cuando el rock nacional remontaba vuelo. Íbamos a ver a TK, Zen, Mar de Copas, Líbido, nuestro adorado Diario de Hank, Campo de Almas y un sin fin de grupos más. Yo conocí y me enamoré de El Diario de Hank por ella. Diana los escuchaba y yo que pasaba por ahí no prestaba mayor atención, hasta que de tanto escucharlos sin querer se me pegó un estribillo: "celebro el triunfo de tu ausnecia en la canción, pierdo el interés..."y de pura curiosa fuí a verlos una vez, y otra, y otra, y hasta ahora no me los pierdo. Voy con ella a sus presentaciones, coreo, suspiro, grito PPCH te amo y vuelvo a casa con una gran sonrisa y un nuevo recuerdo. A veces con un souvenir, entre mi colección figuran: una vaqueta de Raul, el baterista de El Diario; una uña (entiéndase mínimo pedazo de plástico, útil para tocar la guitarra) de "mi" Edgar, ex guitarrista de TK y actual líder de Alerta Rocket; un set list firmado por todos los integrantes de El Diario y, el mas valioso de todos, la vaqueta de Toto de Mar de Copas.
Ambas coincidimos en que Mar de Copas es un grupo de culto, por eso hemos ido a verlos varias veces, incluso a La Noche. Le encanta Zen, asi como a mi me fascinaba TK. Eso da pie a una anécdota y un gesto de solidaridad entre hermanas. Hace varios años TK y Zen habían sido nominados a los premios MTV La. TK lo celebró con un concierto en La Noche, el mejor concierto que yo recuerde de ellos. Aunque a Diana no le emocionaba demasiado ir, me acompañó al concierto, y varias caras conocidas aparecieron en el local, entre ellas, la de Jhovan, el vocalista de Zen, que incluso compartió el escenario con TK, cantando con ellos Alas Cortadas. Al final del concierto Diana, ni tonta ni perezosa se acercó a Jhovan a pedirle una foto, él sencillo y resuelto la abrazó, luego yo pedí una foto y después de posar le dije gracias, por la foto y por hacer feliz a mi hermana, puede tener el peor día de la historia, pero llega a casa, pone el CD de Zen y listo, problema resuelto. Ante tal confesión mi hermana sonrió, Jhovan se emocionó, la abrazó, nos dio las gracias y nos dijo, chicas las espero el 26 (fecha del próximo concierto que darían en La Noche). Ese día estuvimos de cajón, nos reconoció, nos saludó y disfrutamos mucho el concierto.
Meses después, tras otro concierto de TK en La Noche, fuimos al bar y al ver a "mi" Edgar, me le tiré encima para pedirle una foto. Diana la tomó y luego se acercó y le dijo, ella se muere por ti, "mi" Chato Bello volteó, vió mi cara embobada y me dijo gracias, eres lo máximo, y yo le dije no, tu eres lo máximo, replicó no, tu lo eres, y yo dije no, tu eres el máximo de los máximos. Lo decía corazón en mano, y el corazón de una gruppie no miente.
Esta es la foto tomada segundos antes de que Edgar sepa que me derretía por él
En mis últimos años de universidad mis horarios se hicieron difíciles. Si no estaba en clases, estaba trabajando, o en la biblioteca estudiando, o con mis amigas tomando capuccinos de máquina, en cualquier lugar, menos en mi casa. Mientras yo corría de un lado a otro, Laura, mi hermana menor seguía creciendo, sin una hermana mayor que la lleve a bailar, a conciertos, o simplemente la acompañe y escuche. Diana estaba ahí, haciendo las veces de hermana mayor, de hija mayor, de sobrina, prima, de todos esos lugares que yo dejé vacíos por crecer profesionalmente. No se puede poner reversa y cambiar el pasado, pero si recuperar el tiempo, y creo que yo intento hacer eso con ambas, cuando vamos de compras, almorzamos juntas, vemos tele y nos quedamos mudas viendo películas, o escuchando alguna canción, o nos morimos de risa viendo videos familiares y recordando anécdotas.
En verano Diana se graduó. Se veía guapísima con su vestido, sus tacos y su cabello hiper lacio. Me emocioné al verla con su toga y su birrete y rodeada de todos sus amigos de la universidad. Me emocioné mas cuando recibió su diploma y lloré cuando vi entre las fotos de su semblanza una en donde estábamos las dos súper elegantes. Al día siguiente posteé en el FB algo que hoy repito, y voy a repetir hasta el día en que me muera: Nana, no importa si eres bachiller, ingeniera, doctora o lo que sea, siempre, siempre, pero siempre vas a ser mi hermanita. Y así como el corazón de un gruppie no miente, el sentimiento de hermana mayor jamás muere. Por adelantado, feliz cumpleaños. ya sabes, el súper regalo llegará el 28 de agosto en el Monumental, cumpliendo nuestro sueño del 2012, ver a Maroon 5.
Y esta canción la bailaremos y cantaremos juntas el 28 de agosto, convencida de que un concierto no es un gasto, es una inversión porque el recuerdo no se lo va a llevar nadie. Creo que vamos a disfrutar mucho ese día y que vamos a gritar como locas cuando toquen esta canción
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