Querido Papá Noel
Todos llevamos un niño dentro. Algunos lo tenemos mas refunido que otros, pero ahí está, esperando la ocasión para salir a la luz, divertirse de lo lindo y recordarnos quiénes éramos, en que creíamos, que nos ilusionaba, que nos causaba miedo. Bueno, mi niña interior no necesita permiso para salir a escena, pero en diciembre es cuando se luce, por eso, recordando años felices de infancia me atrevo a escribirle mi cartita a Papá Noel.
Querido Papá Noel: Si ya sé, debí haberte escrito a inicios de mes y no esperar menos de una semana para enviarte mi cartita, pero entiéndeme pues, para variar he estado distraída, haciendo mi propia lista de regalos para ayudarte con la chamba de dejar regalos en mi casa y los días se me han pasado como volando.
Este año, imagino que estoy en tu lista de niñas buenas: si no ando trabajando, ando alegrándole la vida a mi abuelita con canciones que invento, limpio mi cuarto, tiendo mi cama todos los días, tomo toda mi sopa (de hecho desde hace algunos meses la sopa de pollo es mi plato diario), o sea, no te pases pues, me he portado bien. Encima te ahorro chamba, ya te dije, estuve haciendo la listita de los regalos para cada integrante de mi gran familia, son 9 regalitos menos, piensa en ese ahorro de trabajo manual y mental.
Varias veces he confesado que amo la navidad. De chica odiaba la semana santa, sobre todo el viernes que me parece aburridísimo. Ahora gracias al cable y mi biblioteca que crece año a año la situación ha cambiado notablemente, es mas, resto los días para llegar a esas fechas marcadas en rojo en el almanaque, ese descansito siempre cae bien. Pero la Navidad me encanta. De niña, como todos, o la mayoría de chicos, lo que me fascinaba de la fecha eran los regalos, que la barbie y el accesorio de rigor que me esperaba bajo el árbol, la muñeca novedosa, el casette original, la ropa de baño, en fin, todos los regalos eran bienvenidos y agradecidos con una sonrisa inmensa.
Segun fueron pasando los años la sitaución cambió. La navidad me emociona porque todos nos sentamos a la mesa a cenar, conversar, contar anécdotas, beber mucho champán, comer mucho pavo y reir. Por supuesto los regalos siguen ahí, bajo el árbol. Pero a mi me emociona mas darlos que recibirlos. Claro, los presentes siempre son bienvenidos con el mayor de los gustos, pero lo que me vacila es hacer mi listita e ir a comprarlos, imaginando la sonrisa que recibiré como recompensa por mi ingenio cuando voy envolviéndolos y poniendo la etiquetita.
Siempre fui de la idea que el día en que me case y tenga hijos pasaré navidad en la casa en la que viviré con mi nueva familia. Eso era lo que imaginaba hasta el año pasado en que nos mudamos. Esta casita de Pueblo Libre tiene chimenea, ese mismo espacio por donde baja Papá Noel a dejar los regalos para los niños. Obvio que yo quisiera pasar las navidades acá, decirles a mis hijos que mientras ellos duermen Santa baja y deja al pie de la chimenea algunos de los regalos que ellos indicaron en su lista, una lista que, si heredan mis virtudes y defectos, será bien larga.
No me desespero en tener hijos a quien regalar, de momento disfruto haciendo regalos para mis papás, mis hermanas, mis tías, Alonso y por supuesto mis abuelos, que son quienes siempre me complican la existencia, pues nunca se que regalarles. El año pasado redescubrí un gusto de mi abuela y dí en el clavo con el regalo. Creo que no me voy a hacer líos y este año voy a regalarle lo mismo. Debo admitir que a mi parecer la navidad es de los niños, ellos son quienes mas disfrutan ilusionándose, armando alboroto en las jugueterías y esperando impacientes las 12 del 25 de diciembre para abrir los regalos. Para darme el gusto de comprar un juguete, siempre hay un niño a quien alegrar, un primito (hasta hace algunos años era mi Leo), los hijos del guardián de la cuadra o un sobrinito. Creo que este año mi Matías será el afortunado y le enviaré un regalo enorme, que imagino será destruído en cuestión de horas.
Ahora si, ¡atención Papá Noel! Aca va mi pequeña listita, presta atención por favor:
- Dos entradas para el concierto de Alejandro Sanz, no te hagas el loco que ya se que canta en Lima el 26 de febrero, ahora las entradas se empiezna a vender el 9 de enero, asi que si deseas puedes dajerme el efectivo y yo gustosa voy a comprar mis tickets (recuerda son dos, quiero ir con mi hermana).
- Una radio, ya malogré mi mp3, mi mp4 y si escucho radio desde mi celular la batería se hace nada. Por favor, mis mañanas sin radio no son lo mismo.
- Un blue ray, no tanto para ver películas, sino para escuchar todos mis CD's. Ahora si deseas puedes fusionarlo con el regalo anterior y me regalas un súper equipo de sonido. Por el espacio en mi cuarto, no te preocupes, si no hay, se lo invento.
- Jábones erva doce de Natura, o Heno de Pravia, o Maja. También un buen shampoo con su respectivo reacondicionador, pueden ser los de coco y leche de arroz de Oriflame que le dan brillo a mi lindo cabello.
- Unas sandalias rojas con su respectivo bolso, para combinarlos con mi nuevo vestido y sea el pretexto para renovar de vez en cuando el closet.
- Una ropa de baño azul con su pareo... no te preocupes por las sandalias que ya las tengo.
- Mi colonia Jean Nate o Heno de Pravia o cualquier otra para después del baño.
- El CD 20 años de Gianmarco, para revivir todas las sensaciones de ese inolvidable 17 de agosto del 2012, una de las mejores noches de mi vida.
- Una agenda, pero no una misia pues. Ya, ok, no voy a pedir la de Winnie the Pooh, pero puede ser la de Mafalda o, si es que encuentras una tipo Kim Anderson también será bienvenida.
- Chocolates de La Ibérica, bitter o esas castañitas bañadas en chocolate por las que mando a volar la dieta.
Hay un regalito que se que llegará antes del 24, o eso espero, si puedes darme una ayudita con eso Santa serías mi héroe, ya pues, cúmpleme ese deseíto, si? Te dejo un trozo de panetón y tu vasito de Coca Cola encima de la chimenea. también hay heladito de chocolate en la refri, por si quieres refrescarte dulcemente. Eso si, el pavo ni lo mires, que en Nochebuena pienso patear el regimen y comer un enorme plato sin remordimientos, solo por ser una ocasión especial.
Dejando un poco de lado el consumismo, recordemos el fondo de estas fechas navideñas. El nacimiento si no mas importante, mas significativo, polémico, controversial y recordado de la historia. En un pesebre nace Jesús para vivirla, pasar las de san quintín y amar infinitamente. Encontremos en estas fechas la excusa perfecta para reencontrarnos con nuestros amigos, esos familiares que vemos a la muerte de un obispo, o comunicarnos con esas personas que tenemos siempre presentes, pero no ubicamos con facilidad. Regalemos tiempo y sonrisas al por mayor. Démosle permiso a ese niño que todos llevamos dentro, total, una vez al año no hace daño.
Si el tiempo no me alcanza para escribir otro post, quiero desear a quienes lean esto (que espero sean al menos dos gatos) una muy Feliz Navidad. No se ustedes, yo espero divertirme con mi familia, de momento voy a termianr mis compras y envolver los regalitos que ya tengo.
Canción para ponerse navideño... como que Los Toribianitos no me emocionan mucho, asi que olvidemos los villancicos e innovemos. Esta canción me encanta y la película es mi favorita, mejor aun verla por estas fechas
Nada de caras largas en Navidad (al Grinch dile NO). Regalemos alegrías y sonrisas al por mayor. Esta canción la escuché hace un par de años y me parece precisa para estos días... yo también tengo sonrisas para regalar
Comentarios
Publicar un comentario