Navidad es...

Se tenga la religión, la creencia, la raza, la zona geográfica o cualquier otra dimensión social posible, la navidad nos compromete a todos, nos cambia el ánimo, nos estresa, nos entusiasma, todo a la vez. Más allá de los regalos, la cena, el tráfico que anda más caótico que de costumbre, de qué se trata la navidad.

Según he escuchado y recopilado ideas, llego a la conclusión de que la Navidad tiene muchas dimensiones, la histórica, la social y la espiritual. Con el corre corre de estos días, el consumismo, las publicidades y las ofertas de ropa, juguetes, panetones y demás, es difícil perder de vista lo que es realmente la Navidad, aceptar la idea de que es solo un intercambio de regalos, y si no tengo plata ampay me salvo, me deprimo y la fecha es un solo de tristezas.

Hasta el cansancio he dicho que yo no soy la persona idónea para decir que la Navidad no debe ser compras y regalos porque, soy honesta al confesarlo de nuevo, yo soy consumista y mi vacilón en Navidad es salir de compras. Sin embargo, siempre trato de sumergirme en la onda completa de la fiesta. Por eso todos los años repito que en Navidad recordamos el nacimiento más importante de la historia. 

Así seamos creyentes, escépticos o ateos; judíos, evangélicos o testigos de Jehová. Nadie puede negar que la persona más controvertida, polémica, estudiada, cuestionada y recordada es Jesús, y por algo debe ser, o sea, no a cualquier hijo de vecino se le celebra el nacimiento, a nivel mundial y 2016 años después. El relieve histórico es indiscutible, navidad = nacimiento de Jesús.

El sentido de los regalos se ha desvirtuado un poco, pero la idea de regalar es demostrar afecto de una manera que vaya más allá de las palabras, y agradecer un año más de compañía, de apoyo, de alegrías, de malos ratos, de estar ahí. Yo tengo esa idea, por eso me demora mucho pensando qué regalar y yendo a comprar, porque en el camino siempre termino cambiando de opinión. Yo le doy regalos a la gente que quiero, que aprecio, que estuvo ahí. Y comparto tiempo con esas mismas personas, a quienes valoro y con quienes vale la pena acomodar la agenda porque se que voy a pasar un buen rato, me voy a sentir cómoda, me voy a sentir querida.

Finalmente Navidad es compartir tiempo con nuestra familia, sea carnal, política, o la opcional, que es conformada por nuestros amigos, y repartir abrazos, besos y buenos deseos sinceros, de corazón, con todo el cariño que podamos demostrar. Los regalitos, la cena, la decoración y todo lo demás es alternativo, escenográfico, pero no el motivo de fondo. Imagínense una casa enorme, decorada misma villa de Papá Noel, pero sin nadie celebrando. ¿Un desperdicio, no? Evitemos el desperdicio y compartamos lo poco o mucho que se tiene con alguien más.

Una recomendación adicional. Si quieren olvidarse de la angustia y quitarse el mal humor, eviten ver noticieros o leer diarios, de verdad que la escena política encoleriza a cualquier ser humano pensante, y esa no es la idea. La tolerancia debe reinar, pero como que reprimir las ganas de asesinar a unos cuantos congresistas todos los días, sobre pasa el límite de cualquiera.

Ahora si. les deseo de todo corazón, con toda la gratitud y sinceridad que puedo y quiero una muy Feliz Navidad. Demos permiso a nuestro niño interior para que se divierta y la disfrute como debe ser. Repartamos cariño y sonrisas al por mayor, Disfrutemos esta pausa en el año para compartir tiempo en buena compañía y, si son creyentes, recordemos el sentido de este fecha a nivel espiritual.

Es un Niño... Feliz Navidad para todos

Como es costumbre, al final del post pre navideño va la mejor publicidad de la temporada. este año Wong se lleva las palmas, porque ser amable es una actitud que debe prevalecer todo el año

A manera de recopilar lo bueno que me deja este año, quiero compartir con ustedes una canción que me enamoró a primer oído y me duplica las ganas de ver en el 2017 a La Oreja de Van Goh en Lima. Papá Noel, si estás leyendo esto, programarles una gira por estos lares sería un lindo regalo