Te dejo en libertad
Tu me quieres, pero yo te amo, dice la canción que todo el mundo canturreaba y dedicaba hace un par de años, y catapultó a las Ha - Ash a sus 30 segundo de fama. Pues bien, yo no te amo, te quiero, pero tu solo dices quererme, jamás los has demostrado, jamás lo vas a hacer. Es momento de dejarte en libertad, de abrir la mano. Te voy a soltar.
Una no sufre por las puras, dice mi mentora y yo lo he repetido hasta el cansancio (y hasta aburrirlos con lo mismo, lo siento). Ya caí en seco, he tratado de voltear la mirada, de hacerme la loca, de no darme cuenta, pero es mas que evidente que la pauta se está repitiendo de forma casi idéntica, las llamadas se dan una vez al mes, las visitas y saliditas también.
Además este contacto se da cuando tu me necesitas, si yo me siento mal o quiero compartir una buena nueva debo esperar mi turno, o sacar mi ticket, como si quisiera que me atendieran en el súper mercado. La última vez que me metí en este tipo de no - relación salí herida, y no quiero mas magullones. Por eso es momento de soltar.
Me has negado una y mil veces de que nunca te he dejado de interesar. Y cada vez que insisto con lo mismo, que apenas respondí el gesto con un sms, una llamada, un detalle, tu perdiste todo interés, me refutas, me dices que no, que soy insegura, que estas cansado de mis miedos. Pero es evidente, tu me seguiste, me perseguiste, estabas ahí, detrás, hasta que te hice caso y se desvaneció todo.
Comprobé mi teoría, a los hombres les gusta el maltrato. De haber mantenido mi indiferencia a prueba de balas, apuesto a que o te hubieras aburrido, o a lo mejor seguirías ahí, atrás, al pendiente. Pero no fue así, te di la oportunidad, y tu me devolviste frialdad, olvido, mi nombre en una libreta, y al lado mi número para marcarlo una vez al mes. Y yo creo merecer más. Por eso es momento de soltar.
Juras que me quieres, me lo has dicho desde la paz de un abrazo hasta los gritos en medio de una discusión. Y yo llegué a tenerte cariño, y te lo he dicho y demostrado sin problema. Pero no me voy a hacer la tonta, tu me lo dices, y suena bien bonito tu palabreo, pero sería mas bonito que me lo demuestres, como yo lo hago. Lastimosamente para ti es difícil.
Si alguien quiere a una persona la llama, la busca, la luce, le llena la agenda, y para ti todo eso es complicado. Se que tienes otras prioridades, y otros intereses (que incluyen a todas esas amiguitas a las que si buscas, llamas y luces), pero es mucho pedir que al menos seas algo más cálido cuando contestes mis llamadas o que seas mas coherente, demuestra lo que proclamas y no dejes de decírmelo. No te voy a complicar la vida, y no me voy a complicar más la mía. Por eso es momento de soltar.
Cuando evaluábamos la idea de estar o no estar tu me advertiste que no eras detallista, que a veces eras frío, que eras despistado y una recata fila de puntos en contra que ahora me suenan a excusa. También me dijiste que ibas a pasar por alto un montón de "trámites" que yo quería, porque para mi eso es parte de una relación.
Te rehusaste a declararte, por lo tanto no habrían aniversarios que celebrar, ni fechas especiales que recordar, ni esas festividades de a dos. Al principio traté de asumirlo, eso es para quinceañeras melosas, no para mujeres que saben a donde van y que es lo que quieren. Pero mi alma romántica (y muy aniñada) insiste en la necesidad de días marcados en el calendario. Creo merecer una relación que cumpla mis expectativas y tu no me lo piensas dar. Por eso es momento de soltar.
Nunca has tenido detalles, y como en realidad a estas alturas ya no tengo nada que perder y no me importa incomodarte, este es un reproche. Porque yo si tuve y no uno, sino un montón de detalles, porque me nacía, porque a veces te veía bajoneado y quería arrancarte una sonrisa, porque eso es algo que yo hago cuando alguien me importa. Quise hacer de hada madrina y lo hice, quise devolverte la ilusión del niño que llevas dentro en navidad, quise agradecerte que siempre trataste de sacarme de la tristeza que a veces me llegaba de sopapo y me hundía en un agujero gris.
Al principio no esperaba nada, porque uno da sin esperar recibir nada a cambio. Pero parece que te malcrié, y tu te acostumbraste a recibir y devolver poco, muy poco, a veces nada. Yo sabía que tu morías por ir a ese concierto, y yo concursé por las entradas y te las regalé. Todos tus amigos se enteraron que fuste, ninguno supe que fue una cortesía mía, porque ese detalle lo omitiste, por esas cosas a veces siento que te avergüenzas de mi. No tengo porque soportar eso, no tengo porque tolerar tus niñerías, porque si hay un niño entre los dos, ese eres tú. Por eso es momento de soltar.
Siempre me has dejado la sensación de no tener las cosas claras. Cada vez que te preguntaba algo, superando mi incomodidad, tu me enredabas más. Yo te escuchaba, trataba de encontrarle sentido a lo que decías, y no podía. Caías en la contradicción, en la ambigüedad, en la insensatez. Yo pensaba que con los días, las semanas y los meses te darías cuenta de que no podíamos pasar mucho tiempo separados. Mi fe era ciega y tonta, no quería admitir que en realidad nunca íbamos a llegar juntos a ninguna parte, por lo menos a plena luz del día no.
Si, eso de la sensación de no tener las cosas claras es parte de una canción de La Quinta Estación, pero yo no he sido tu error, tu si, tu fuiste la equivocación mas grande de mi vida y mi obstinación por tratar de hacerte cambiar de opinión fueron energías invertidas en un proyecto sin garantía. No quiero borrón y cuenta nueva, no quiero seguir perdiendo tiempo y energías, no quiero intentos de respuesta. Por eso es momento de soltar.
Es difícil llegar aquí. Fue igual de difícil aceptarlo en voz alta, porque quería seguir disimulando, imaginando que todo estaba bien, creyéndolo tanto que le llegué a convencer y me frustraba al ver que no era así. Nada estaba bien, por el contrario, todo iba de mal en peor. Ya no tengo fuerzas, ya no tengo intenciones, ya no tengo ganas de nada, solo de estar lejos de ti, por tu bien, por el mío. por eso abro la mano, por eso te suelto en este instante. Gracias por todo. Desaparece ahora.
Canción para soltar... Todo es muy reciente y por eso duele, pero con el tiempo todo pasa. Y se que pronto llegará el día en que celebre el triunfo de tu ausencia, no solo en la canción de El Diario de Hank, sino en cada paso que de. Pierdo el interés, yo ya lo perdí.
No voy a poner el video del tema que titula este post, porque honestamente no me gusta mucho, estamos en mi mundo, jugamos bajo mis reglas. Pero para no frustrar a los fanáticos de Hanna y Ashley, voy a poner este video. Voy a tener paciencia hasta que un día pueda confesar en voz alta, por eso no te quiero nada
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