Besos: Top 5

Nos quedamos a medias. La semana pasada hablamos de las condiciones para que un beso sea "el beso". Tomamos en cuenta la forma de abordar, la posición de las manos, la actitud. Lo que no conté fueron esos besos que para mi se convirtieron en inolvidables. No estarán todos los que son, pero si los que deben. Con ustedes mi top 5 besucón.

  
Y todo está bien. El DJ que me rompió el corazón besa bien. O por lo menos a mi me gustaban sus besos. El primero me tomó por sorpresa, aunque lo veía venir. Destacó por su actitud, esa tarde él me besaba si o si, no importaron mis volteadas de cara, mis silencios, mi cara de signo de interrogación, nada. Si bien me gustó ese primer beso que nos dimos, mientras me probaba un sombrero de detective que era parte de su colección de gorras, el que nunca olvidaré es el que me confirmó lo que estaba empezando a sentir, solo me bastaba él para que todo estuviera bien.

Una tarde me llamó para encontrarnos después de clases y, como siempre, yo acepté y la pasamos bien, lo cual se daba por hecho desde el momento en que su nombre aparecía en mi celular. Reímos, conversamos, bebimos té, comimos pingüinos de chocolate y antes de irme me puse triste. La verdad es que no quería volver a casa, las cosas no andaban muy bien y eso me bajoneaba. Él lo notó, le conté lo que pasaba, me escuchó, me miró, se acercó y me besó. Me bastó ese beso largo, pausado, tierno, para sentir que por un minuto, todo lo que me atormentaba ya no existía, todo estaba bien, él estaba ahí para besarme, con eso tenía suficiente.

En adelante fue así. Con él a mi lado me sentía bien. algunas veces más que otras. Una noche pensé que todo era perfecto, me sentía sobre la luna y con él a mi lado (si, recontra cursi, lo admito), nada podía ser mejor, en ese minuto fuí estáticamente feliz. Irónico, esa fue la última vez que la pasamos bien, y yo la guardo como la última vez que nos vimos para tener un lindo recuerdo de él. Si, a veces la vida es sorpresivamente cruel.




El beso del auto. No se me acabaron las ideas y estoy repitiendo el título de una nota, ese beso, que fue narrado en un post anterior, debe entrar a este ranking de todos modos. Si, yo sé que no tiene nada de espectacular, excepto por un par de detalles. El primero es que fue inesperado. Si, el protagonista del beso tenía su no se qué, tal vez ese toque intelectualón, léase nerd, que siempre me llama la atención, nunca pensé que ese beso que alguna vez, en medio de un lapsus brutus mental, imaginé, se iba a dar.

Por otro lado, y tal como lo narré en la nota, era una escena que soñaba. No había un protagonista claro, pero yo quería eso, casi, casi como en el video de Canción de Amor de Gianmarco, quería darle un beso a un chico, antes de bajar de su auto y entrar a casa. Bueno, si bien él me besó dentro de su auto estacionado en la puerta de mi casa, yo no bajé, sino muchos kilómetros más al norte, en una avenida cuyo nombre no recuerdo. Nos besamos por última vez y yo bajé de la camioneta para subir a un taxi y volver a casa. Ese beso de despedida es el que yo guardo en mi memoria con especial camote.

Un beso y una canción. La cita perfecta debía terminar con un beso perfecto, pero no fue así... fue mejor. El Salmón y yo nos conocimos una aburrida noche de otoño, y tras una y otra volteada de planes, acordamos encontrarnos un año después, una tarde de abril, con aires de verano aun. La pasamos bien, picamos algo, tomamos vino, teníamos la comodidad y confianza que nos daban nuestras largas charlas por msn y por teléfono, había química, y física también, así que una vez terminado el vino, fuimos a un parquecito cercano a caminar.

La espontaneidad nos sorprendió, nada de disfuerzos, nada de impostaciones, muchas estrellas, una luna muy bonita, no podía pedirse un escenario mejor. Y para que todo sea perfecto él se tomó su tiempo, tanto que por un instante pensé que no habría beso, por suerte me equivoqué. En el momento preciso, creada la atmósfera y la cercanía correcta me besó, tierno, sin prisas, con algo de timidez y un plus. En ese instante sonaba en la radio una canción de Gianmarco, mejor imposible (Salmón, por si algún dia lees esto, debes saber que aun lo espero, y te espero).
Sorpresa menor. El chiquillo que quiere refutar mi teoría de si me importa que usted sea menor que yo aparece también en esta lista. El primer beso se dio una noche en la que nos quedamos solos en mi casa. Esa tarde él me había llamado y de buenas a primeras me invitó a cenar. Yo no me hice de rogar. Me gustaba, y hasta ahora me gusta, su compañía. Con él podía hablar de bandas locales, de música, en fin, hay algunos temas en común.

Y aunque ese beso fue memorable, tras una larga confesión de secretos inéditos, corazón en mano, no está incluido en esta lista genérica, pero si lo estaría en una de primeros besos, no por lo bueno, sino porque demoró mucho en darse y se perdió la magia, a veces el abuso de suspenso arruina el efecto esperado. El chape que si voy a incluir en esta lista es uno de los tantos que nos dimos años después. Era una noche de verano, yo estaba particularmente feliz, me iba súper en la chamba, estaba estrenando un vestido que lo dejó anonadado, todo estaba demasiado bien, así que decidimos irnos a un karaoke. Sólo yo canté, y un tema fue dedicado a él, Valió la pena de Marc Anthony. Entre canción y canción, revisada de catálogo, vodka tonic y cervezas, me repitió por enésima vez lo bien que me veía esa noche y me besó.

Los besos se repitieron hasta que nos fuimos del local. Esa noche recordé lo bien que se siente salir un sábado en la noche en compañía, lo simpático que es hacer planes de a dos, lástima que, como es costumbre del chiquillo, ese beso fue solo una anécdota, nada cambió, cada uno siguió por su lado y ahora aparece para retarme y yo le canto otra canción recontra vieja de las Pandora: "si es verdad que me extrañas, tienes otra oportunidad" (aunque en realidad eso de la otra oportunidad aun está en evaluación).

Un beso eterno (o mi retorno a los 15). No es sorpresa, lo insólito hubiera sido que el Eterno no esté en la lista. Nos hemos dado un montón de besos, en un montón de ocasiones, pero yo recuerdo el primero. Ese que fue el primer párrafo del colofón de nuestra historia. Fue una noche de junio hace muchos, muchos años, los detalles ya fueron narrados alguna vez. Ese beso fue especial, me hizo regresar a los 15, comportarme como la adolescente rebelde y desmelenada que nunca fui, sentirme como la niña que suspiraba por el Eterno. 

Aunque fue inesperado y me tomó por sorpresa, el primer beso del Eterno se hizo esperar tanto que pensé que jamás ocurriría. Por suerte (buena o mala, eso aún no lo sé) llegó el día (que en realidad fue noche) en que comprobé que el Eterno besa bien. Me parecía increíble, él me besó, y por supuesto que yo correspondí. Nunca había imaginado un escenario especial para ese beso, y si lo había pensado no lo recordaba.  
 
Habían pasado más de 10 años desde esos primeros suspiros, maratones de baladas románticas y narraciones en mi diario, para que al fin mi ilusión de niña, casi como jugando y sin querer queriendo, se hiciera realidad.  Los sueños si se cristalizan, entonces vale la pena soñar.
 

 
Dentro del top de besos hay categorías, para la posteridad o para el olvido, inesperados o que se veían venir y fueron postergados, públicos o en privado. Este ranking trajo es de todo un poco, bien picadito, aunque no tan surtidito como quisiera. No están todos los que son, pero si los que deben, tal como lo dije al principio.
 
Y si, al recordarlos rescaté la sensación que me dejaron y sentí esas mariposas en el estómago, la electricidad en cada célula, el escalofrío simpático. Las comparaciones son odiosas, y tal vez hacer un top de relaciones, no es dable, pero al menos quería hacer público este ranking personal, que como dije, es surtido y no tiene orden. Eso que cuenta el Grupo 5 de no creo ser mejor, fuí diferente y nada más, es verdad.
 
Canción para recordar besos memorables... y para que sea algo m.as Recontra almibarada y súper melcocha, creo que para una escena romántica (y cursi en extremo) este sería el fondo perfecto... la voz de Natalia Jiménez es demasiado envolvente
 
 
Ya lo he dicho varias veces, hay besos y besos. Para mi uno de los besos mas memorables de la televisión mundial es este. Se veía venir, todos los seguidores de la serie estábamos esperándolo, nos despistaron y luego ¡zas! sucedió,,, y la química se vio y se sintió. El primer beso de Rachel y Ross ocupa sin dudas el primer lugar en el top de besos de ficción (sorry por la traducción)
 
 
 

    





  

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