Ese incómodo comentario

Solteras mayores de 30 de todo el mundo, si no todas, la mayoría hemos atravesado ese incómodo momento en que alguna tía, abuela, tía abuela, prima, o amistad de la familia, nos ha mirado con cara de piedad al enterarse que estamos sin pareja y nos ha lanzado esa frase, tan típica, como lapidaria, querida, deberías apurarte porque se te está pasando el tren y/o si sigues así te vas a quedar a vestir santos.


A ver, levante la mano quien ha padecido la escena descrita líneas arriba. Vamos, no se sientan mal, que la que debería sentirse apenada es la persona que lanzó tan desatinado comentario. Y no porque este mal decirlo delante de la implicada, es decir la solterona en potencia, sino porque ese pensamiento responde a la idea de que la mujer necesita de un hombre al lado para validarse. 

Lo se, esa mentalidad es del año de la carreta, y estoy segura de que alguna mujer de esa época pensó lo mismo que ustedes y yo tenemos en la cabeza ahora, venimos al mundo solas y nos vamos tal cual, pero como su punto de vista fue muy progresivo y no prosperó se quedó callada y tuvo que, o casarse con el primer bueno para nada que pasó en frente, o se quedó sola y fue señalada por no ser señora. A los 40 ya nadie te dice señorita, por más que lo seas.

Ya lo hemos dicho, miles de veces, en una sociedad tan retrógrada como la nuestra es difícil comprender por qué una mujer se queda soltera pasados los 30. Difícil para todos, menos para la que lo vive. Es una decisión personal, que responde a muchos factores, entre ellos los sueños por cumplir, las metas aún no realizadas, o, por qué no decirlo, la ausencia del hombre que queremos y que nos merecemos.   

Cada vez somos más las mujeres que nos damos a la tarea de tratar de explicar, jamás justificar, nuestra madura soltería. En lo personal, no he tenido éxito en mi labor, y estoy segura que varias de mi tías, primas, algunas amistades y todas las amigas de mi abuelita, están listas para ponerme el rótulo de solterona, y no pueden entender que si ando sola, soltera y sin apuro es porque se me da la gana, porque no me provoca seguir el patrón convencional y porque el pata que merezco no se asoma. Listo lo dije, soltera por opción, por elección y por circunstancias. Y no me molesta, ni serlo, ni decirlo. Hace rato ya lo asumí.



Debo reconocer que respiré aliviada cuando empecé a leer el blog de Alicia Bisso, Busco Novio, y encontré a muchísimas mujeres limeñas, identificadas con cada historia, cada frase, cada palabra, y cada lección. No estaba sola en el mundo, es más, no estoy sola en la ciudad, por eso hago énfasis en Lima. Luego apareció el Manual de la Soltera Codiciada, y también me sentí identificada con algunos post, y aprendí a reírme de mi misma y no tomarme todo tan en serio. Ni si quiera el comentario de que me quedaré a vestir santos.

Cierto día miré a un lado, al otro, y me di cuenta que en realidad somos muchas las chicas solteras, que lejos de lamentarnos por nuestra suerte, estamos disfrutando al máximo esta etapa de la vida. Y celebramos cuando en alguna fiesta el DJ suelta Single ladies, o Soy soltera y hago lo que quiero, canción que como lo he confesado algo ruborizada, es tan tonta, como liberadora.

Sería ideal y lógico responder con nuestras razones, expectativas y teorías liberadoras ante la frase "se te está yendo el tren", pero la verdad, en más de un caso eso va a ser gastar saliva por la puras. Entonces, o podemos tener una frase salva vidas, tipo, yo viajo en otro vagón, tranquila que el tren aún no llega a la estación, o no voy en tren, voy en avión, si queremos parafrasear a Charly García; o hacer un pequeño esfuerzo y lograr de que esa frase entre por un oído y se vaya por el otro, bañarnos en aceite de bebe para que nos resbale lo que digan, y respirar tranquilas, porque estamos actuando de acuerdo a lo que nos dicta la conciencia, y esa es a la única a la que debemos rendirle cuentas.

Canción para superar comentarios incómodos... Estar soltera tiene sus ventajas, por podemos arrebatarnos y armar a la velocidad de la luz una salida con nosotras mismas, para escucharnos, reconocernos y hasta reconciliarnos. Un buen lugar para huir es el sol




Esta es la canción que inspira la frase salva vidas que uso y que he compartido con ustedes. En la era de la inmediatez, queremos llegar rápido a nuestro próximo destino, por eso no tomamos tren, vamos en avión, y si hay un jet a la mano, mejor todavía




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