No, pero si

Hay situaciones que no nos afectan, o no nos deberían afectar mucho, sin embargo si nos vulneran, nos entristecen o nos alegran. Después de todo, vivimos en una sociedad, y lo que pasa a nuestro alrededor nos impacta de una u otra manera. Hoy, 8 de diciembre, hay tres acontecimientos que no me deberían mover un pelo, pero si lo hacen.


El fútbol y yo no somos muy amigos que digamos, aunque a raíz de la clasificación de Perú al Mundial, como que ya le tengo algo más que respeto. A pesar de ello, Paolo Guerrero no es santo de mi devoción, me cae mal y me parece un exceso eso de haberle hecho una película. Eso no quiere decir que celebre lo del antidopping, y mucho menos que esté contenta con la decisión de la FIFA de suspenderlo un año sin jugar y, de pasadita, dejarlo fuera del Mundial Rusia 2018 

La noticia nos ha congelado a todos, y la pregunta se cae de madura ¿y ahora, qué va a pasar en el Mundial? Igual vamos a ir, igual vamos a jugar, igual vamos a alentar, igual los convocados van a entrenar, trabajar duro y tratar de hacer un buen papel en Rusia. Un jugador, por más máximo goleador que sea, no es el equipo, porque juegan 11, no uno. Me da pena Paolo Guerrero porque después de todo, él es en parte responsable de la clasificación de Perú al Mundial, ojo, en parte, y no va a poder jugar, sin embargo esta es la oportunidad para que los jugadores más jóvenes demuestren su talento y el amor por su camiseta. Volviendo al tema,  no me cae Paolo Guerrero, pero si lamento su suspensión. 

Siguiendo en esa línea, como no me gusta el fútbol, yo no soy de ningún equipo. Hasta hace 10 o 15 años, no tenía reparos en decir que era de la U, pero tras una reflexión profunda, concluí que al no interesarme el deporte, no tiene lógica que apoye o deje de apoyar a uno u otro equipo. La otra cara de la moneda es mi papá, hincha de Alianza Lima hasta la resurrección. Su afición hace que hasta le tenga algo de simpatía a su equipo, no tanto por su desempeño en la cancha, sino por su historia.

Mi papá, y todo el Perú, lamentó profundamente la tragedia del Fokker en el año 87, historia de más conocida y que hoy cumple 30 años. Yo estaba muy pequeña, pero recuerdo haberme enterado de la noticia viendo "Buenos Días Perú", el noticiero matutino de Panamericana Televisión, con mi abuelita. Imagino que en ese momento no importó el color de la camiseta, todo el Perú se entristeció, porque un equipo completo de jóvenes deportistas perdieron la vida en un accidente, aunque hasta hoy no se sabe si fue mala suerte o algo fríamente calculado. No soy, ni seré hincha de Alianza Lima, pero si me conmueve y me apena muchísimo la tragedia que apagó la vida de Los Potrillos,

The Beatles es la mejor banda musical de todos los tiempos, eso es indudable, ya que su música jamás pasará de moda. Mi mamá, que fue media hippie en sus años mozos, es fan de The Beatles, no muy enamorada que digamos, pero seguidora a fin de cuentas. A pesar de ello, yo no puedo decir que gracias a ella me gustan los cuatro de Liverpool. Yo los conocí por mi cuenta, y me enamoré de sus canciones por otro lado. Me vacilan un montón, pero no me considero Beatlemaniaca, ni seguidora incondicional.

Un día, le pregunté a mi mamá cual fue su reacción cuando se enteró del asesinato de John Lennon, ella me dijo que no lloró, pero si le dio mucha pena. Cuando pasó eso yo tenía meses de nacida, así que no recuerdo cómo tomó Lima, y a su vez el mundo entero, esa trágica pérdida. He visto imágenes, noticias de la época y se de los tributos que hacen en todos lados cada 8 de diciembre. Es irónico que Lennon, que apostaba por la paz, haya sido asesinado de manera tan violenta. Como lo dije, aunque me gustan, no soy amante de The Beatles, y a John Lennon no lo conozco más allá de sus canciones y uno que otro dato sobre su vida personal. No soy hincha number one del cuarteto de Liverpool, pero si es triste el recuerdo del fin de John Lennon.


Los tres hechos narrados aquí sucedieron hoy, quien dice que de repente en un par de minutos sucede algo que empeore el día o lo mejore, por ejemplo que en un arranque de sensatez todos los congresistas naranjas renuncien a su cargo. Se que eso es imposible, pero vale la pena soñar. Como contaba al inicio, son hechos que pueden ser irrelevantes, no me suman, ni me restan, no me afectan de manera directa, pero no puedo ser ajena a ellos, porque queramos o no, eso que sucede es parte de nuestra vida y de la historia.

Creo que no soy la única que dice si, pero no, y estos no son los únicos casos en que lo hago. ¿Contradictoria? No, simplemente una persona que vive en sociedad, porque es nuestra esencia y no tengo intenciones de darle la contra a los filósofos, pensadores y demás que definen al ser humano como un ser social, ya que después de todo, hoy es feriado.

Canción para decir que si, pero no... No conozco a Pau Dones, más allá de su trabajo en Jarabe de Palo, el cual me parece genial. Tal vez por eso, me apenó muchísimo saber que tiene cáncer. Creo que él es de los míos y dice parece que no, pero si, y sigue cantando e inyectando buena vibra, como en esta canción, en la que no llegan a ninguna conclusión, pero igual celebran. Ole por Pau

 

Ya que hablamos de The Beatles, aprovecharé para poner una de mis canciones favoritas de ellos. Hey Jude es un himno de optimismo, pero a veces es mejor que una persona quiera tomar nuestra mano para darnos apoyo, amor, y/o un poco de alegría


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