Se hizo historia... y victoria

Sin roche y a viva voz he contado de que el fútbol y yo no somos amigos. Las malas experiencias y los sinsabores me hicieron dudar de la capacidad de la actual selección. También dudé de Gareca, de la FPF en pleno y hasta de la FIFA. Me convertí en la Grinch del fútbol y pinchaba globos a diestra y siniestra cada vez que la selección se enfrentaba a otra eliminatoria. Me molesté cuando medio mundo se pudo a celebrar cuando Perú le ganó a Ecuador y se colocó en el cuarto lugar. Pero, así y todo, el miércoles me senté frente al televisor, canté el himno nacional, grité los goles y, después de que el árbitro tocó el pitazo final, aplaudí y dije, así te quería ver Perú... se hizo victoria nuestra gratitud.



Tal como lo confesé líneas arriba, me molesté cuando Perú le ganó a Ecuador, nos colocamos en cuarto lugar y todos se pusieron a celebrar como si ya hubiésemos clasificado, cuando teníamos en frente a Argentina y Colombia, dos países para los que ya es materia común ir al mundial y que nos iban a dar pelea. De hecho nos la dieron en Argentina, dando la talla en un partido en el que los goles brillaron por su ausencia. El enfrentamiento con Colombia fue un desastre, y tras el empate, mas de uno empezó a rezar y sacar su calculadora. 

No podíamos de pecar de soberbios con Nueva Zelanda, y mientras los fanáticos del deporte rey estuvieron con el corazón en la boca, los escépticos, como yo, andábamos podridos de tanta noticia futbolera durante un mes completo. Los segmentos de deportes de los noticieros, se extendieron durando hasta uno hora, los programas dominicales hablaban de fútbol, se improvisaron documentales sobre la participación del Perú en los mundiales. De otro lado, las camisetas de Perú salieron como pan caliente, así como la bemba de Farfán y las orejas XL de Flores. Era demasiado.

Tanto fue todo que no me pude hacer la loca y contagiada por la emoción que se percibía en el ambiente, vi los dos partidos contra Nueva Zelanda. De hecho los esperé con inusual expectativa y, por supuesto, tras el primero dije si no se sufre, no es triunfo, y el último 15 de noviembre celebré los goles y nuestro pase al mundial. Ahora que si estamos en Rusia, pueden hacer toda la bulla que quieran.



Alguna vez justifiqué mi escepticismo. Yo no viví en último mundial al que fue Perú, España 82, era muy pequeña para crear algún recuerdo, sin embargo tengo en mi memoria las derrotas cada vez que Perú jugaba una eliminatoria, lo matemáticamente posible, el escándalo de los jugadores vacilándose de lo lindo con sus amantes y siendo apañados por Chemo Del Solar, lo mal que tratamos a Markarian, que quiso poner disciplina a un grupo de bacancitos que la hacían linda en el extranjero y cuando venían acá se cuidaban las piernas. ¿Acaso esas no eran razones suficientes para dejar de creer en el fútbol peruano?

Recopilando los eslóganes patrios creados en los últimos años diré que si se pudo, que fuimos una sola fuerza, que creímos en nuestro país, y por eso dijimos vamos Perú, alentando a nuestros seleccionados, depositando en ellos toda nuestra esperanza, algunos dimos una cuota más tacaña que otros, los alentamos y finalmente solo podemos agradecerles el resultado.

Yo no veo mundiales, a lo mucho miro de reojo y sin mayor ánimo la final, aunque debo confesar que en Brasil 2014 vi con inusitada atención la paliza que Alemania le dio a los dueños de casa, y el partido Holanda - Costa Rica, porque aunque perdieron, los centroamericanos hicieron historia. Pero el próximo año, por supuesto que quiero ver el mundial, quiero ver la inauguración, quiero ver a los seleccionados cantando el himno abrazados, cantarlo yo también, alentar y celebrar.

Ahora si puedo crear recuerdos, ahora si puedo alentar con conciencia de lo que está pasando. Ahora que me han devuelto la fe puedo cantar con mayor convicción vamos, vamos Perú y aplaudir cada gol. Ahora si quiero agradecer a la selección, a  Gareca, a la FPF y hasta a Burgos que se largó a su casa, por regalarnos esta alegría tan grande, tan bonita. Porque nos hicieron comprobar una vez más que juntos lo podemos todo. Estamos en el mundial y eso será la noticia de este 2017, se hizo historia y victoria nuestra gratitud.

PD: Perú al mundial, y Keiko al penal ¿cuándo podremos gritar esto último?

Canción para celebrar... Ya lo he dicho varias veces, solo el fútbol puede darnos alegrías inmensas, y en estos tiempos en que la política nos hace renegar, en que decimos sin reparo que somos un país de violadores y las autoridades no hacen nada, y los fujibrutos no dejan de jorobar, necestiamos una. Dale alegría, alegría a mi corazón Perú

 


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