Soñar contigo

No sé si soy la única a la que le pasa esto, pero cuando sueño con una persona que me ilusiona, emociona y/o gusta, me levanto de buen humor, así este sueño sea imposible. Eso me pasó hace poco, tuve un lindo sueño con mi vecino de ilusión - landia, y eso me bastó para que todo me parezca bonito ese día.


Soñé contigo, y soy sincera al decirlo, no es un pretexto para saber cómo estás o conversar contigo. En serio te vi en mi sueño, es más hablé contigo y caminamos por una calle por la que jamás hemos transitado, aunque ambos conocemos y pasamos cerca un montón de veces, siempre que hacíamos nuestro típico recorrido de las mañanas. Lo que más me emocionó del sueño, y lo escribo porque se que hay una oportunidad en un millón de que leas esto, es que me abrazaste y me tomaste de la mano. Se que puede parecer la actitud de una chiquilla de 10 años narrando su primer amor, pero ese gesto aceleró mi corazón, infló mi ilusión, y me hizo guardar la mínima esperanza de que tal vez ese día podría verte y hablar contigo. Eso no sucedió, pero no hizo que perdiera mi sonrisa.

Soñé contigo y en mi sueño escuché una balada recontra cursi (y si yo digo que es cursi, es porque debe serlo al extremo), pero que me trae bonitos recuerdos de mi época de grupie. Cosa rara, porque jamás hemos hablado del grupo que canta esa canción y es harto diferente de los que nos gustan a ambos, y eso lo recuerdo muy bien porque fue mi primer descubrimiento sobre ti, de entrada nomas ya teníamos algo en común. Nuestra amistad, empatía, simpatía o lo que fuera empezaba bien.

Soñé contigo y cruzaba los dedos para coincidir contigo en algún momento del día, pero no fue así. La verdad, la verdad no me esmeré en hacer que pase, eso solo hubiera inflado más ese globito que tengo en la mano y se llama ilusión, me hubiera visto algo ridícula y desesperada, papel que no quiero protagonizar. Si nos íbamos a encontrar, pues nos íbamos a encontrar porque se iban a cruzar nuestras rutas, o como yo digo, en el camino se iban a cruzar nuestras almas, o mis gafas oscuras con tus lentes para ver de cerca, que es casi lo mismo, alma o visión, no hay mucha diferencia.

Soñé contigo y estábamos en Lima, la horrible y calurosa por estos días, pero no se veía caótica, es más, creo que ni si quiera había tráfico, si pues, era mi sueño. En realidad no veía al rededor, miraba nuestros dedos entre lazados, te miraba verme embobado, y pensaba que me sentía contenta, feliz de caminar a tu lado, abrazándonos, volviéndonos a mirar, sin bocinas, sin semáforos malogrados, sin calor excesivo, sin demasiado asfalto.


Confieso sonrojada que alguna vez he usado el soñé contigo para hablar con alguien del que hace mucho no sé. Táctica típica para retomar la relación de amigos (o amigos en camino a algo más), o para hacerme notar, un ¡hey aquí estoy! bien disimulado. Debo decir que es infalible, o ha sido recibido de buena gana por las personas con quienes lo he aplicado. Otras veces ha sido cierto y lo he tomado como un aviso de mi inconsciente para restregarme en las narices lo obvio, extraño a esa persona.

Recuerdo, por ejemplo, aquella vez que soñé con el Eterno, aunque no me acuerdo al detalle de que se trataba el sueño, presiento que fue bonito, inocente, nada triple x, y le envié un sms contándoselo. Era un domingo, día en que no salgo de la cama, sino hasta después de las 9 de la mañana, pero esa vez la pauta cambió porque recibí una respuesta suya temprano, mientras escuchaba una mala canción de Shakira, que empecé a cantar voz en cuello. Su mensaje me había emocionado, y bastó para volver a ponernos en contacto, a nuestra manera, bajo nuestras reglas.

O cierta vez que soñé que él, el Eterno, se casaba y yo lloraba desconsolada afuera de la iglesia. Creo que como la imagen es bastante patética jamás la olvidé. Me desperté pensando que va a pasar el día en que se case, pero no en mi sueño, sino en la vida real, hasta ahora desconozco la respuesta. A veces desbarato el pensamiento diciendo, por Dios, es el Eterno, él va a sentar cabeza el día en que yo me convierta en Cindy Crawford, y no ando ni si quiera en camino de serlo, otras veces pienso que a lo mejor yo me caso antes, y cuando soy más sensata, simplemente dejo de pensar tantas bobadas y vuelvo a lo que hablábamos, sueños.

Entonces me río sola, trayendo a mi mente el único sueño apto sólo para adultos que he tenido en mi vida. No tanto por la situación, sino por el co-protagonista de esa escena imposible, ni más, ni menos que Ismael La Rosa, mi amor platónico por excelencia, mi galán de galanes, mi cuero más cuero, y después de ese sueño, mi símbolo sexual. Encima él es made in Perú, para que vean lo nacionalista que puedo ser. 


Dicen que los sueños no se deben contar para que se cumplan, ¿o es que se deben contar después del mediodía? Sea, como sea, si yo cuento mi sueño es porque en primer lugar, tuvo la facultad de ponerme de excelente humor, no renegué al salir temprano de la cama, y eso ya es un avance; y por otro lado, no lo veo tan imposible, creo. O sea, comparado con mi sueño con Ismael La Rosa, este es mucho más factible, pero nunca se sabe, como dije, el chico que caminaba conmigo, tomándome de la mano, es mi vecino en el bonito, pero peligroso, barrio de la ilusión, y cuando transito por ahí, prefiero ir en sentido contrario de aquella esquinita que te lleva derechito a tristeza landia, como todos los que no somos masoquistas, o somos, pero queremos cambiar de actitud por una cuestión de salud mental.

Soy una convencida de que los sueños, a punta de esfuerzo, o por esos inesperados golpes de suerte, se pueden hacer realidad. Vale la pena soñar y también disfrutar de las ocho reglamentarias y sagradas horas de sueño para ponerse pro activa y olvidarse del estado automático y la cara de almohada al día siguiente.

Canción para contar sueños... Cuando empecé a escribir este post recordé esta canción, precisa para el tema. En estos días que mi vecino en ilusión - landia anda desaparecido, también sueño con volverlo a ver


Y esta es la mala canción de Shakira que empecé a cantar voz en cuello tras recibir respuesta a esa confesión de sueño a la que hago mención en el post. Si, es muy mala, pero cuando tengo sueños lindos, todo me pueda parecer bonito







Comentarios

Entradas populares de este blog

Tumba la fiesta

El retorno de la duendecita

Solteronas y solteros codiciados