Paseo con precauciones por ilusión - landia

Señores, señoras y señoritas. lectores todos, les tengo una noticia, que no se si es buena o mala, simplemente es una noticia y ya. Les pido discreción y no voy a aceptar abucheos, pero si bostezos. Les comunico que tengo un nuevo vecino que se ha instalado en ese peligroso barrio llamado ilusión - landia. En buen cristiano, si, estoy ilusionada.


Mientras confieso, corazón en mano que estoy tentada a dar constantes visitas a ilusión - landia, porque todavía me resisto a vivir allí, caigo en cuenta de que hace mucho que no visito ese barrio. Al menos no bajo las condiciones con las que merodeo esa esquina que comparten conmigo - misma - landia, mi barrio actual y la calle de la ilusión. Paseo por allí sin invitación, sin la dirección exacta de la persona que busco y antes de empezar a andar a tientas, quiero tomar absolutamente todas las precauciones del caso.

No voy a contarles el nombre de este nuevo vecino, nunca he revelado nombres, no lo voy a hacer ahora. Tampoco voy a contarles como lo conocí. Simplemente quiero contarles como me siento, como me veo y repasar esos consejos para evitar magullones por la ilusión temprana. De momento no hay sonrisa colosal, ni brillo en los ojos, ni ganas compulsivas de hablar de él sin parar. Digamos que las cosas se están dando de forma natural, y si llega a ser una ilusión plena, lo será con fundamento.

Por lo general mis ilusiones se limitaban a suspiros continuos y constantes cuando el fulano implicado me miraba, sonreía y saludaba. Bueno, el fulano actual me mira, me sonríe, me saluda y me habla, y mucho, debo decir. Cumple con varios puntos apuntados en esa hoja que lleva de título "Mi prospecto", si, y eso es lo inusual. Encontrar a un chico de más de 30 soltero, sin hijos y muy seguro de ser heterosexual es raro, recontra raro. Como dicen las abuelas, es encontrar una aguja en un pajar. Y parece que algo me pinchó.


Como les contaba líneas arriba, no hay sonrisa de publicidad de pasta dental, ni tintineo en los ojos, ni lo menciono cada 15 segundos, lo cual indica que el globito llamado ilusión no se está inflando desmesuradamente. Al menos aún no. Tampoco tengo dolor de estómago cuando lo veo, ni sonrío desmedidamente, ni me quedo muda, por el contrario, cuando estoy con él mi vena cotorra se luce, y no se si por educado o porque es interesante lo que le cuento no me calla, pero tampoco se queda callado. 

En ese parloteo ha conocido varias cosas de mi, por ejemplo donde vivo, con quien vivo, en que trabajo y cuales son mis hobbies. También conoce la música que me gusta, y muy bien, porque es muy similar a la que le gusta a él.

Digamos que me conoce al natural, sin super producción de por medio, sin tonito meloso en la voz, sin sacarle lustre a mi mejor ángulo, por lo tanto si en algún momento nos mudamos a enamoradilandia, no habrán sorpresas desagradables, espero. Vale la pena decir que creo que también lo conozco al natural, con su mirada extraviada, sus comentarios graciosos, su voz nerviosa, su sonrisa que se mezcla con la mía. 

No me llamó la atención su pinta en lo más mínimo. No es guapo, tampoco feo, es promedio, ahí nomas. Lo que tiene a favor es su profesión, repito que no voy a contarles ni quien es, ni que hace, confórmense con saber que su oficio no es común, y trabaja cerca de mi casa, y que lo que voy conociendo de él me gusta, pero como ya dije, quiero poner todo de mi parte para no hacerme ilusiones y caerme de porrazo.

Entonces, en primer lugar, si aparece un defecto que de plano le resta bastantes puntos a sus virtudes, no me voy a hacer la loca, lo voy a enfrentar, lo voy a señalar, voy a entender que eso no lo voy a poder cambiar. No voy a inventarle cosas que no tiene, es quien es, ni más, ni menos, no lo quiero idealizar porque tengo frente a mi a un hombre, no a un proyecto.


Si me está conociendo tal cual, no me voy a hacer la interesante, ni la intelectual, ni la calabaza que no soy (bueno, a veces lo soy, pero un poquito nomas). Tampoco voy a involucrarme en sus cosas, ni ajustar mis gustos a los suyos. De hecho sabe que me gusta la música que él escucha, pero no suelo ver las películas que él prefiere y que detesto el cine de terror. Paralelamente, no me voy a proyectar para nada, si pasa algo, bacán, si no, que prevalezca la amistad y listo.  

Tajantemente prohibido leer entre líneas y hacer oídos sordos a mi intuición que está un poquito entumecida por el efecto de la ilusión temprana que quiere aparecer y yo no la dejo. Por encima de todo, él, mi nuevo vecino de ilusión - landia, es un hombre con pensamiento plano, y a veces algo cuadriculado, que no va a lanzarme indirectas, o al menos eso espero. Si en algún momento tiene algo que decirme, que hable claro y a un nivel de decibeles aceptables para ser escuchado con nitidez.

Por eso no me entusiasma, ni me va a entusiasmar el hecho de que me busque todos los días y nos hagamos compañía porque después de todo, es solo eso, acompañarnos un rato, y entre tanto contarnos un montón de cosas, o al menos las anécdotas más confesables. Dije que no voy a confiar alegremente en quien pase delante para no salir herida, lo voy a cumplir.


¿Por ahora tenemos algo? Si, un lugar que compartimos, que es un punto de coincidencia obligado y una ruta casi diaria. Aunque los centros comerciales, tiendas, publicidades y hasta los ciudadanos de a pie están anunciando desde ahora las fiesta de fin de año (y faltan más de dos meses), yo no estoy apurada, espero tranquila, pero no para siempre.

Por eso insisto en despertar a mi intuición para que me indique cuanto es el tiempo aceptable de espera. Por eso no inflo ningún globito, no quiero que estalle en mis narices, otra vez. Por eso no interpreto sus silencios, o cercanía como algo inusual, es lo que es, punto. Por eso repaso todo lo escrito sobre la ilusión, las entre líneas, el corazón y la coherencia, es momento de poner en práctica todo lo proclamado. A ver que tal me va.

Canción para mi nuevo vecino... Lo primero que supimos el uno del otro fue nuestro gusto compartido por Mar de Copas. Como lo conté, no me proyecto para nada con él, porque no quiero darme de bruces, y no le doy nada, porque duele pedir que te devuelvan el corazón intacto



Aunque mi ilusión no está en su máxima expresión y nace tímida, bajo mi estricta, seria y escéptica mirada, las baladas de adolescente enamorada se filtran por ahí. Gracias a mi hermana menor, fiel lectora de esta bitácora, conocí esta canción que describe mas o menos este momento, y de paso el post: y apareciste tu para cambiar mi suerte

  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tumba la fiesta

Solteronas y solteros codiciados

Lo que callan los hombres