Bye bye drama
En la última media hora de la película "Simplemente no te quiere", Gigi decide sacar un poco de drama de su vida porque finalmente había entendido que ella era la regla, no la excepción, y no tenía intenciones de seguir obsesionada en la búsqueda del amor de su vida. En la película ella cura varios magullones para lograrlo y es que suena bonito, pero ¿qué tan difícil es decirle adiós al drama?
"Simplemente no te quiere" es una de mis películas favoritas (los abucheos son bienvenidos, bostezar también está permitido ), cada vez que me tropiezo con ella, me quedo prendada. La última vez que la ví estaba en medio de una crisis emocional leve, manejable, pero que me dejaba un montón de preguntas sin respuesta, o a lo mejor con respuestas que no quería ni dar, ni entender. No quería aceptar que otra vez me había equivocado garrafalmente, que mi intuición nunca se equivoca, que debí haberme mantenido firme en mi posición y decir no. Si me importó, me importa y me importará que usted sea menor que yo.
Estaba en medio de una claustrofobia emocional que me arrastraba a nostalgilandia, me sentaba en el piso y me presentaba uno a uno y en pantalla gigante, todos esos tropezones que me había dado, me hacía ver y sentir como una tarada, aceptar con la cabeza gacha de que eso de las lecciones aprendidas es una tremenda mentira, tantas veces repetida, que ya me la había llegado a creer. Y me sentía tan exhausta que no quería salir de allí. Me quedé en nostalgilandia y desde allí vi "Simplemente no te quiere", una vez más.
En cierta ocasión me dijeron que ver una película varias veces, te permite encontrar nuevos ángulos, nuevas ópticas, nuevos mensajes. Esta vez me quedé con la escena en la que Gigi decide sacar el drama de su vida reventando en mi retina y en mis oídos, y pensé, eso es lo que necesito, sacudirme de tanto drama. Muy bien, dejémonos de escenas de película hindú, de complicaciones innecesarias. la pregunta del millón es ¿cómo hago?, ¿por dónde empiezo?, ¿se puede?
Siempre me he caracterizado por mi exageración, por ahogarme en un vaso de agua, por no ser tan práctica como me gustaría ser, por leer entrelíneas. Bajo esa premisa, como que lo de la botadera del drama se hacía mas complicado. Lo pensaba en contados minutos libres, en mis conversaciones con amigas, mientras me quitaba la pereza de encima en las mañanas, en las noches de insomnio que se multiplicaban. Pensé que a lo mejor trabajar como una maniática era la solución, pero ese es el camino directo y sin escalas a la adicción al trabajo, algo de lo que huyo despavorida (por eso mis fines de semana son 0 work).
De repente no tomarme a nadie en serio y dejar de confiar en todo el mundo. Pero eso no es justo. Yo creo fervientemente que así como los vecindarios, la gente no es tan mala como dicen. Las personas, absolutamente todas, en mayor o menor medida es valiosa y tratarlas a la ligera es perderse la oportunidad de encontrar puntos en común y argumentos opuestos que te permiten entender, abrir la mente, ser mas tolerante. Lo de la confianza es cuestionable.
Esa reflexión es una lección aprendida, y el punto de partida para enfrentarme a mi misma y a mi claustrofobia emocional. Yo también soy una persona valiosa, quienes me conocen lo saben, y de paso me lo hacen saber. No soy ninguna tarada, ya no quiero estar en nostalgilandia, me levanto, agarro mi bolso y me largo. Así lo hice, conmigo misma landia me esperaba y yo sabía que era momento de regresar, sin caras largas, sin sospechas de tristeza, sin miedo a responder esas preguntas que flotaban.
Empecé por ahí. por despejar mis dudas. Si pues, me equivoqué, en el mundo hay gente cínica, hay gente que no entiende ni por las buenas, ni por las malas, hay gente que solo sabe contar problemas, y para paltas existenciales, basta con las mías, Así que vamos a ponernos un poco egoístas y alejarnos de quien nos cargue. Vamos a caminar solo con nuestra mochila.
Que voy a volverme a tropezar, por supuesto que si, eso es parte de crecer, pero la próxima no me voy a tumbar. Lloraré, chillaré, maldeciré, golpearé paredes y me encerraré en mi misma un día, 24 horas y ni un minuto más. Ese es todo el tiempo que necesito para recuperar fuerzas, disimular el nuevo moretón y volver al ruedo como si nada hubiera pasado.
Si bien aprecio la ayuda, observaciones y consejos de otras personas, mi principal guía, en lo que me toque vivir va a ser mi infalible intuición, porque ya me ha demostrado cientos de veces que nunca se equivoca. A la larga, quien toma las decisiones soy yo, y quien asume las consecuencias soy yo, quiero hacerme responsable por lo que opté sin influencias de ningún tipo.
Esa canción de La Quinta Estación, Tu Peor Error, me gusta, pero lo que no me cabe es quedarme con la sensación de no tener las cosas claras, por lo que voy a canjear mis miedos creados por insistencia en la pregunta. Si, me va a dar miedo cuestionar algunas cosas, sobre todo cuando presienta que la respuesta o va a ser ambigua (lo cual generará otra pregunta), o no me va a gustar. Pero mejor decir las cosas como son, para tenerla clara, saber que terreno se pisa y no patinar,. Honestidad brutal ante todo.
No quiero quejarme de lo que no tengo, si viene, llegará cuando deba. Por ahora quiero disfrutar al máximo lo que tengo, mis planes a solas, mis noches de juerga o tranqui frente a la tele, mi horario de oficina calmado o saturado, mis tardes caminando o arrasando con las tiendas. Soy soltera y hago lo que quiero, y que rico es decirlo y hacerlo, no rendir cuentas a nadie, como dice Alaska y Dinarama, a quien le importa.
De vuelta a conmigo misma landia y diciendo todo lo expresado aquí en voz alta, me di cuenta de que no he desterrado todo el drama de mi vida, pero ya empecé y con buen pie. Como todo en la vida, el primer paso es tomar la determinación y mantenerla, hasta el final o hasta que quede claro como el agua, de que no va. Yo día a día me convenzo más de que opté por lo mejor, de que la resaca emocional es evitable, de que cada quien toma la decisión de renegar contra el universo o sentirse feliz y agradecido. Yo elijo lo segundo, por eso le digo bye bye al drama.
Canción para despedir al drama... si empezamos una nueva etapa, que sea con una nueva canción, pero de un grupo que será siempre uno de mis favoritos. Nunca dijiste un te quiero, nunca dijiste me voy, y si alguna vez te animas pues prefiero no escucharte, la que se va soy yo, y no me esperes, que no tengo intenciones de volver a ser la incauta que te creía
En este momento que sólo tengo intenciones de utilizar los kleenex para mi alergia matutina, es bueno admitir que soy grande, y las niñas grandes no lloran, como cuenta esta canción. Precisa para este momento. Precisa
Comentarios
Publicar un comentario