Fucking Cupido

Otra vez estamos frente al 14 de febrero. Las tiendas se visten de rojo, rosado o fucsia (ya que el neón está de moda), te ofrecen todo tipo de ofertas para dos y las radios románticas aumentan puntos en sus ratings diarios. Todo el mundo celebra a San Valentín, al amor, a Cupido. Pero, ¿quién dice algo cuando Don Cupido y sus flechas se equivocan?

Hace algunos años hice un experimento. Dijo NO. Este año no voy a celebrar el día del amor, ni de la amistad, ni de la cebolla. El 14 de febrero celebran los enamorados y como no tengo, ampay me salvo. Eso de "y la amistad" lo inventó un loser que se quiso subir al coche y tener un motivo para celebrar a San Valentín. Yo soy consumista, y como buena compradora compulsiva, celebro a mis amigos el primer sábado de julio con sus Pilsen más.  Pensé este 14 de febrero será un día mas, nada de amistad, nada de abracitos y frases melosas en el facebook, nada de nada. Me pongo antisistema por una vez en la vida. Muérete Cupido.

¿Y saben qué pasó? Mi pequeño proyecto fue un enorme fiasco. Todo el mundo me dió la contra. Mi hermana menor me saludó ni bien abrí los ojos, el bus que me llevaba al trabajo sintonizó una radio que programó una maratón de canciones románticas (encabezando la lista Canción de Amor de mi Gianmarco), en la panadería donde compraba mi desayuno abundaban los corazones de cartulina y ya en el colmo de los colmos, llegué a mi oficina y todo el mundo se saludaba por el día de la amistad.

Lo ya no ya, fue que una amiga algo seria y muy metódica que yo pensé se iba a acoplar a mi fabuloso experimento entró a buscarme para darme besitos y abrazos por el famoso día de la amistad. Me devastó. Así que resiganda publiqué un mensaje almibarado en el facebook, y ¡qué viva la amistad! (estoy siendo sarcástica, por si acaso). Es más, como nunca hice planes a la velocidad del rayo y terminé comiendo helados, y encima de fresa, o sea, bien acorde a la fecha.




Mi antisistémico y fracasado proyecto era impulsado un poco por la piconería (andaba solterita) y porque, aunque me dejo llevar por el calendario, no se necesita un día para celebrar a una persona, o en este caso, un sentimiento. Si, cuando he tenido enamorado, he celebrado el día de San Valentín, un tanto a regaña dientes (porque tanta gente en las calles me irrita) y un tanto ilusionada. He recibido flores, chocolates, globos, tarjetitas y he intercambiado regalitos que fueron elegidos cuidadosamente y envueltos con esmero. Pero también he sorprendido a más de un susodicho con algun detallito porque si, porque igual puedo celebrar el 14 de febrero, que el 28 de octubre. La fecha es lo de menos, lo que me importa es tener un gesto para que esa persona no tenga duda de que lo quiero, de que es importante en mi vida, de que me alegra compartir con él. Y no necesariamente un regalo, puede ser una nota que dejé en el bolsillo de su chaqueta, un sms para desearle buen día, un correo que lo emocione, o esa llamada para ver tu que tal, como dice Franco de Vita.

El mundo se equivoca, y Cupido también, o mas bien nosotros, cuando entramos a ilusión-landia sin las precauciones del caso. Los magullones causados por el amor son los mas comunes, y los que mas tardan en sanar. Hay gente que mata y se mata por el amor. A pesar de eso, ¿vale la pena celebrarlo? Honestamente creo que si. Porque el amor mueve montañas, mece al mundo, y algunas personas cambian, o hacen el intento en ese segundo en que el amor, o algo similar, toca la puerta. Es el caso de mi Pepita Grilla, que tampoco se sumó a mi proyecto, a pesar de ser anti sistema total. Un día después del 14 de febrero (o sea el día de San Volantín) me saludó en el msn y me pidió sentidas disculpas por no haberme escrito por el día de la amistad (cosa que yo siempre acostumbraba hacer). Yo dije ¿what?, ¿quién eres tu y qué has hecho con mi algo parca amiga? La respuesta no pudo ser mas conmovedora: "me enamoré".

Si el amor (o la ilusión temprana) logra arrancar una respuesta tan tierna y una mirada embobada a una persona que no se conmueve con facilidad, pues ¡Cupido Presidente! Puede sonar trillado, huachafo, totalmente opuesto al tema de este post (que era en el fondo renegar un poco de Cupido y su mala puntería), pero el amor, bien concebido, bien llevado, y bien hecho, llega lejos, ocasiona emociones asombrosas y, lo repito, mueve al mundo.




Hay dos campañas que se están proliferando en paralelo al día de los enamorados. Uno es el día de los Forever Alone y me parece súper simpático, es mas, levanto la mano y me sumo a ellos. Me voy a engreir, una vez más, que ese sea el pretexto para un nuevo caprichito. El otro, que si me parece súper relevante es el del VDay, un billón de pie. El otro día le comentaba a mi hermana sobre el movimiento y ella me decía ¿qué es, una marcha en contra del Día de San Valentín? Bueno, estaba algo alejada de la realidad. Es una iniciativa para que un billón de personas se pongan de pie, bailen y se manifiesten en contra de la violencia hacia la mujer. Y es un poco la continuación de un lema que hace algunos años promovió el MIMDES (ahora MIMP) y me pareció genial: Si te quieren, que te quieran bien.

Es momento de tomar en cuenta eso de que si no te quieres, nadie mas te va a querer. Y quedarse al lado de una persona que nos hiere física, emocional, sexual o verbalmente, es un maltrato doble. El del sujeto que no merece vivir, y el de la víctima al no hacer nada. La violencia es un círculo que solo se rompe al quebrar el silencio. Se esfuma cuando decimos hasta aquí, cogemos nuestras cacharpas, a nuestros hijos y nos mandamos mudar. Suena fácil, pero no lo es. O tal vez si. La decisión está en cada quien. O todos estamos locos, o hay gente que cree en el amor serrano. Habrá que ver las cifras, y escuchar las voces de las víctimas para saber qué es lo que está pasando (en este caso eso de vivir para contarla no aplica).

Volviendo al tema del día del amor y de la amistad, este año si lo celebro, no porque tenga con quien (o sea, si hay valiente, pero el tema geográfico está en nuestra contra), sino porque soy una romántica incurable y porque creo en el amor a todo nivel. Además porque quiero celebrar a mis amigas. Puede ser el efecto post visionado número 358 de Sex and the City, la película, o algo ocurrido hace muy poquito, pero he comrpobado una vez más que tengo extraordinarias amigas que están conmigo en las buenas y saben estarlo en las malas, compartiendo mi silencio, arrastrándome para sacarme del hoyo donde a veces me meto, inventando de todo para hacerme sonreir. Eso es amor, eso vale la pena celebrarlo.


Si me vas a hacer sufrir, por mas medidas de precaución que tome (léase paracaídas, flotadores, lectura del manual del perfecto canalla y similares), entonces muérete Cupido. Pero si me vas a regalar millones de momentos bonitos, sin garantías de que la vida es perfecta (porque es momento de asumirlo, no todo es maravilloso), pues bienvenido seas. Bendito amor, no te celebraré el  14 de febrero, pero dime, ¿se necesita de una día marcado en el calendario para decirle a esa personita especial lo mucho que lo quieres? Yo creo que no. Es mas en este momento se lo digo porque lo siento y ya, porque a veces responder a los impulsos es la decisión mas sabia. Para sonreir, no hay que pensar tanto.


Canción para olvidarse de convencionalismos y celebrar al amor sin fechas... el genial Joaquín Sabina no quería amor civilizado, ni 14 de febrero, ni cumpleaños feliz, y así sin pegarse al renglón de película romántica con final feliz escribió la balada mas linda de todos los tiempos. Porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.




En estos días en que todo se pinta de corazones, angelitos, globos y serpentinas en rojo y rosado se respiran sentimientos comerciales y de utilería.Pero también en estos días algo así como el amor está en el aire



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