Happy Birthday to me

Es oficial. Ya tengo 31 años y dos días, y puedo decir que este año, celebré por todo lo alto, con quienes quiero, me quieren y quisieron compartir conmigo el día mas feliz del año (aparte de Navidad), mi cumpleaños. En un solo ambiente reuní a personas que marcan diferentes etapas de mi vida. Fueron 31 bien celebrados y brindados, fue un día para recordar.

Debo reconocer que si bien me emociona mi cumpleaños, no suelo esperarlo con grandes expectativas. Dicen que las cosas sin planear salen mejor y yo así lo creo. Por eso no me hacía a la idea que fuera una gran celebración. Invité a varias amigas, mi mejor amiga del colegio, mis pos pos modernas, por supuesto a mis AgroBellas,  a dos nuevas amigas de Encuentros y a mi familia. Y aunque me mostraba entusiasmada, y de hecho lo estaba porque dos primos míos que trabajan y viven en provincias estaban en Lima, en el fondo había una ausencia que me causaba mucha tristeza. El Salmón había desaparecido y en realidad, tenía la esperanza de pasar ese día, mi día, de su mano.

Sin embargo, el día tuvo tantos matices bonitos que la ausencia de este personaje no me bajó el ánimo. A la medianoche un sms de mi mejor amiga de la universidad me hacía presentir que iba a ser un lindo día. Saludos y regalos de mi mamá, mi tía Eli, mis abuelos, mis hermanas hacían que el día se pusiera mejor. Y como a las 11 llegó la primera sorpresa del día. 

Sonó el timbre y ahí estaba el arreglo de flores mas bonito que me haya podido imaginar. Rosas rosadas, un osito de felpa y una caja de bombones al lado de una tarjeta: "Feliz Cumpleaños Sandrita, con cariño tus amigas AgroBellas". Emoción hasta las lágrimas, mis chicas, mis compañeras incondicionales una vez más se habían esforzado para sorprenderme y emocionarme con un lindo detalle, un gran detalle que me encantó. La última vez que me habían regalado flores por mi cumpleaños fue a los 15 y pensaba, cuando volveré a recibir flores. Bueno, me leyeron la mente y a distancia (son increíbles).

Empezaron a llegar mis tías, mis amigas de Encuentros, mi mejor amiga del colegio, mis AgroBellas que acapararon la terraza y armaron la bulla. Mas tíos, primos, mas bulla, llamaditas de amigas que estaban en camino, tíos y tías que no llegarían, y muchos, muchísimos regalos todos lindos y a mi medida. Casa llena, correrías por aquí y por allá. verificando que todos tengan que beber y la estén pasando bien. Fotos por aquí, por allá, con todo el mundo. Yo posando feliz, contenta, rodeada de gente querida. 

Mis amigos y amigas no estaban con ánimo de bailar y estaba sonando mi nueva canción favorita "Si tu me besas". Obvio que no iba a dejarla pasar así que jalé a uno de mis primos y me quité la espina de bailar lo cual dio pie a que mi familia empiece a bailar y divertirse, y yo animé a mis amigos a cambiar de espacio y empezar con el baile. Merenguito, salsa, reggaeton y hasta el choque. Y mientras chocaba cadera con cadera y cintura con cintura, y proclamaba brazo en alto que no soy una loba y que eche tu amor al olvido, pensaba en lo mucho que estaba disfrutando ese día casi sin querer queriendo.

Extrañé a mi Salmón, así como al Eterno, que me sorprendió con su llamada. Extrañaba a mi Institución adorada, a mi mamá Ysa, a algunos tíos, muchos primos, pero aun así, estaba rodeada de tanto cariño que no sentí espacios vacíos en la casa. La gente se iba yendo. A la medianoche me cantaron el happy birthday  y quedaron solo unos cuantos sobrevivientes con los que brindé, bailé y reí. Hasta las 4 de la mañana en que el sueño finalmente me venció.

Un extraordinario cumpleaños. Para recordar. Y quiero agradecer a todos los que se dieron un tiempo por las buenas o por la malas para pasarlo conmigo. Porque se que esos amigos y familiares están ahora que todo esta bueno, pero estuvieron cuando las cosas no andaban tan bien. Eso es cariño, eso es apoyo, esas son las personas de las que quiero estar rodeada siempre.

Canción para darle la bienvenida a los 31... porque no llore ni en mi fiesta, ni en la fiesta de nadie, y aunque evito la resaca emocional, a veces es inevitable pensar en ti, sobre todo ahora que no estás