Equilibrio

A mis veintipocos, tanteando una teoría sobre el amor, proclamaba que las relaciones, mientras más racionales mejor. Nada de enloquecerse, desquiciarse, ni perder la cabeza, la razón debe primar en cuestiones amorosas. Poco tiempo después leí una frase que decía algo así como que es de mala educación que la razón interrumpa cuando habla el corazón. Me conmovió, pero yo seguía terca en mi principio de racionalidad ante todo.




Poco tiempo después de esa revelación casi espiritual apareció en mi vida el DJ que me rompió el corazón y tuve que morderme la lengua, porque con él hubieron dosis inmoderadas de pasión, su cuota de ternura, mucho cariño, gran admiración, ilusión pura, lo cual dio como resultado una no - relación, en la que jamás apareció el amor y la razón brilló por su ausencia.Tras la debacle emocional que significó decirle hasta chau al DJ, repensé mi teoría, retomé eso del amor racional y finalmente concluí, que más allá de la racionalidad, el romance, o todos los sentimientos que se conjugan para que nazca el amor, debe existir equilibrio. Una pareja en equilibrio funciona.

De ahí parte eso de que polos opuestos se atraen, algo que ya hemos discutido aquí. Pueden ser dos personas con formas de ser totalmente diferentes, pero con coincidencias en puntos vitales, llámese proyectos de vida. Por eso hablamos de medias naranjas, del ying yang, de la complementariedad. Aunque ese complemento, más bien puede ser visto como un punto de quiebre, un contrapeso, una manera de ser que nos saca de cuadro y que rompe nuestra inercia, nuestra vida metódica, o ese caos con el que convivimos día a día.

En una relación, él puede ser el oren que a ella le hace falta, o la espontaneidad que él necesita. O de repente un bullicio que le ponga fin al silencio sepulcral, o ese cable a tierra que nos haga aterrizar cuando nuestra imaginación, creatividad, o ideas insensatas nos hacen volar varios pies por encima de la realidad. Eso es el equilibrio si tratamos de ponerlo en concreto.

  
De las muchas definiciones que la RAE le ofrece a la palabra equilibrio, creo que esta es la que más se aproxima a lo que este post quiere contar: Contrapeso, contrarresto o armonía entre cosas diversas. Equilibrar es encontrar la armonía entre dos maneras de ser que nada que ver. Y no es que una sea mejor que la otra, es que no encontramos muchas coincidencias a simple vista, sin embargo esas dos personas juntas funcionan, porque pueden ser ordenadas, pero con esa cuota de caos que hace la vida menos cuadriculada. Ese es el caso típico de películas o novelas, la chica que tiene una vida planeada al milímetro, hasta que conoce a un pata que se deja llevar y la desquicia, por eso lo conoce, se involucra, y en ese intento nace el amor.

No es, bajo ninguna circunstancia, cambiar a la otra persona, o mimetizarnos con ella y ser su clon. Es, más bien, poner un contra peso en su vida, siempre que eso nos haga sentir bien, y ver que por ese complemento somos mejores personas, porque a la larga eso es el equilibrio, es sentirnos bien en todo aspecto de nuestra vida: personal, laboral, emocional, familiar y todo lo que haya por ahí. 

Una pregunta cae de madura ¿Es posible sentirnos absolutamente felices todo el tiempo? No pues, no es que seamos felices cada segundo de nuestra vida, porque se volvería recontra aburrida, pero si es posible sentirnos bendecidos cada mañana, agradecidos con lo que tenemos, trabajando para enfrentar cada desafío, y siempre con el mejor de los ánimos, sabiendo que estamos en el centro justo, ni tan tan, ni muy muy. Es decir que tenemos la medida justa de espontaneidad, de orden, de paz, y en cuestión del corazón, de pareja, no somos ni tan idílicos, ni tan mata la fiesta. Románticos si, pero sin dejar de pisar la tierra.


Insisto en que equilibrio es sentirnos bien con lo hecho, con lo logrado, con lo que vivimos instante a instante. Equilibrio es admitir en voz alta, sin miedo y con toda la sinceridad del mundo que estamos bien, que las cosas funcionan o van a funcionar, así demoren en darse, que todo está bajo control, que no vamos a caer, y si lo hacemos vamos a saber levantarnos y recuperar la confianza para seguir andando y tener ese ansiado equilibrio.

En cuestión de dos, equilibrio es sentir que nuestra vida está mejor gracias a esa otra persona que nos hace abrir puertas, ventanas y la mente, para entender que existen maneras de ser, pensar y hacer, distintas a la nuestra y está bien dejarse llevar de vez en cuando, o pegarse a la línea en alguna ocasión. Hablar de dos y de tener equilibrio, es tratar de ser mejor persona, porque quien tenemos al lado se merece la mejor versión de nosotros mismos.

Canción para encontrar el equilibrio... A la larga equilibrar es sumar dosis de nosotros, y matizarlos con fragmentos de lo opuesto, y entonces no llegar al extremo, sino estar en el centro preciso. Fragmentos de nosotros, fragmentos de alguien, fragmentos para complementarnos





Llega un momento en que sientes que bajonearte es fácil, y justo en esa época pasa algo que termina de hundirte. En esos instantes es necesario escuchar algo que trate de levantarte, a como de lugar. Esta es la canción que en días como esos, días como hoy, me hace continuar, me desconecta para volver a la realidad con un poco más de ánimo, me hace recordar eso de al mal tiempo, buena cara

  



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