El momento perfecto
Si ya hemos dicho hasta el cansancio que la perfección no existe, entonces el nombre de este post nos debería descuadrar. Bueno, yo sigo creyendo que la perfección no existe, porque considero que una situación perfecta es una suma de factores, personas, coincidencias, palabras, momentos. Difícil, por no decir imposible que todo coincida, pero estos elementos aislados si existen, estos son algunos momentos en los que respiré y dije, este es el escenario perfecto.
30 de Octubre del 2004.- Pasaba por un buen momento. Había regresado a la universidad y me gustaba esa onda intelectualona, cada día me enamoraba más de mi carrera, y cada fin de semana me encandilaba por alguna banda local en los conciertos a los que solía ir, o alguna canción de moda escuchada y bailada por mi mejor amiga de colegio y yo en la fiesta del último sábado. Por ejemplo, cierto sábado por la noche, cuando ella y un amigo suyo, a quien había conocido meses antes, me invitaron a una fiesta de su facultad. Yo acepté ir, y no imaginé lo que pasaría esa noche.
Nosotros conversábamos, cuando llegó un grupo de compañeros de la universidad de mi mejor amiga, ella nos presentó, en ese grupo estaba El Oficial, el enamorado más importante que he tenido hasta la fecha. Detalles más de como nos conocimos, ya fueron narrados alguna vez, lo resaltante del asunto es que esa noche me divertí como nunca, bailé como si al día siguiente se fuera a terminar el mundo y encandilé, en algo a El Oficial. Cada vez que mi mejor amiga y yo recordamos esa noche, sonreímos, pensando que ese fue un momento perfecto.
30 de Abril del 2007.- Hacía un año había conocido a El Salmón, que un día, decidido y arrebatado, como solía ser me dijo, es el momento, salgamos este fin de semana. Era una cita que se había hecho esperar, por lo que tenía muchas expectativas sobre lo que me esperaba esa noche. Como suele suceder, cuando la suerte conspira, o tu buena estrella brilla lustrosamente, las expectativas fueron largamente superadas por una serie de detalles que le dieron a esa salida el rótulo de la mejor de las citas.
Pueden haber sido los gustos que compartíamos y no nos cansábamos de descubrir, pudo ser la conversación espontánea, pudo ser la coincidencia en nuestra opinión sobre el vino, pudo ser la pinta de esa noche, que parecía ser sacada de cuadro, pudo ser la canción de Gianmarco que sonaba mientras planeábamos a donde seguir esa cita, o pudo ser todo junto, pero esa noche me sentí co- protagonista de un momento perfecto.
13 de Mayo del 2008.- Las cosas entre el DJ (que poco tiempo después sería quien me rompió el corazón) y yo no estaban bien, por lo que mi ánimo de aquellos días andaban por el suelo. Sin embargo, un sábado me envió un sms, el cual nunca respondí. Entonces inició esa persecución que lejos de hostigarme, me gustaba, me llamaba diariamente hasta lograr su objetivo, encontrarnos. Tres días después, un martes 13 de mayo, aparecí sonriente en la puerta de su casa.
Le conté lo ansiosa que estaba porque ese ciclo, y con el mi carrera, termine ya, ya, mientras el DJ me miraba y sonreía, me abrazó y me dijo al oído, todo el día no hice más que pensar en ti. Obvio que ese comentario me derritió, y ahí empezó el desfile de besos, que no terminó, sino hasta varios minutos después en su cuarto. Sintonizó la emisora que le sugerí y nos quedamos buen rato tumbados sobre su cama, uno al lado del otro, de la mano, mirando el techo y sin decirnos nada. Yo miraba la ventana buscando la luna, aunque me sentía sobre ella (si, recontra cursi mi frase, abucheen con confianza) y pensaba que ese era un momento perfecto.
17 de Agosto del 2012.- Hacía meses Gianmarco había anunciado el concierto que presentaría por sus 20 años de carrera. Yo fan number one de mi Gianmarco y mi amiga Nery, fan número dos, fuimos un mes y medio antes a comprar nuestras entradas. Hubieron varios contratiempos, pero como para una grupie no hay obstáculo que valga, supe sortearlos, y a pesar de todo pronóstico, en un golpe de suerte y buena conexión mi amiga y yo nos encontramos, nos ubicamos, hicimos, junto con un estadio de San Marcos reventando de gente, el conteo regresivo y gritamos, cuando a las 9 de la noche Gianmarco hizo su aparición cantando Cuéntame.
Coreé cada canción hasta quedarme sin voz, en cada minuto me sentía feliz, fue un concierto impecable, pero fueron dos los momentos que recuerdo con especial cariño. El primero, Gianmarco cantando con Mijares "Para amarnos más", especialmente porque Mijares era un invitado sorpresa y no pensé que escucharía alguna vez esa canción en vivo. Esto fue superado cuando sonó "Resucitar", mi amiga y yo nos abrazamos y empezamos a corearla, yo pensaba en el ingeniero limeño que ahora vive en España y que alguna vez me dedicó esa tonadita, suspiré y confirmé estar en medio de un momento perfecto.
23 de Mayo del 2015.- Varias veces había escuchado hablar del festival Vivo x el Rock, pero nunca me había animado a ir. Sabía que reunía a un montón de bandas locales sobre dos escenarios y que hasta página de fans tenía, sin embargo jamás me llamó demasiado la atención. Hasta que en abril del año pasado vi el afiche y el line up de bandas. Junto a los locales que eran harto conocidos y me gustan un montón, figuraban, Los Auténticos Decadentes, La Ley y Vilma Palma e Vampiros, la banda que había marcado mi adolescencia y por cosas de la vida, nunca había visto en directo. Ese sería el regalo de cumpleaños perfecto.
Me cumplí el capricho, y el 23 de mayo del 2015, antes de las 3 de la tarde, mi hermana, su mejor amiga y yo estábamos en la puerta del Estadio Nacional, el cual estaba repleto, y eso lo imaginábamos, ya que dos días antes habían anunciado que el concierto era sold out, todas las entradas agotadas en todas las zonas. Disfruté ver a Zen, Amén, Mar de Copas, Líbido, pero lo que más me gustó fue escuchar Loco tu forma de ser, entonada por Los Auténticos Decadentes, momento que sólo fue superado cuando Vilma Palma cantó Fondo Profundo y cuando todo el Estadio coreó De Música Ligera, un tributo a los Soda Stéreo, cuando cerraron su presentación. Yo pensé, en este minuto soy feliz, porque este es un momento perfecto.
31 de Julio del 2016.- De un tiempo a esta parte pienso que así como los conciertos son una gran inversión, los viajes también lo pueden ser. Siempre es bueno desconectarse un poco del trabajo, de la ciudad, y ver las cosas a distancia, y si es en frío mejor. Por eso he tomado la decisión de viajar cada vez que el tiempo y el presupuesto me lo permitan. Desde enero venía planeando una escape para Fiestas Patrias, y me afané tanto que dije, acompañada o sola, la hago. Por eso compré mi boleto, hice reservaciones en un hotel ficho, armé mi itinerario y dije, agárrate Piura.
Mi amiga Karina se animó una semana antes, lo cual me alegraba, porque cuatro días sola, sería mucho tiempo, sin embargo ella regresaría antes de ir a Máncora. Me enruumbé a la tan mentada playa sola, Llegué al hotel, me instalé y dije, vamos a conocer esa playa que hace mucho quería conocer. Yo esperaba ver el mar azul, hartos turistas y un malecón. Pues había mar, había uno que otro turista, pero no había ni sospecha de malecón. Me decepcioné un montón, e hice un cambio de planes, fui a comprar souvenirs y volvería a la playa sin malecón al día siguiente, antes de volver a la ciudad. Preguntando por uno y otro recuerdo, encontré un arco que decía "Bienvenidos al Malecón Turístico de Máncora". Sonreí, seguí el camino de baldosas de color no definido y llegué al malecón justo cuando el sol se estaba poniendo. No podía creer el instante que estaba viviendo, el sunset en Máncora, una experiencia que no tiene precio y definitivamente, un momento perfecto.
Y sumo a estos momentos, esas tardes en las que el Eterno me tomaba la mano, la primera vez que nos besamos, la primera cita con el DJ que me rompió el corazón, cada salida con El Oficial, las tardes frente a la playa con el Intermedio, los momentos kodak de cada concierto, sobre todo esos que eran esperados con inusitada expectativa, siendo el último que recuerdo el reencuentro de TK; fecha redactada al milímetro en esta bitácora y un extenso etcétera.
Soy afortunada por haber vivido estos momentos y debería creer en la perfección, sin embargo no lo hago, porque sé que estos instantes son felices coincidencias que me tocaron vivir, para fortuna mía, pero no fueron compartidos con quien debía ser, o la euforia me gana y no fue tan espectacular como lo cuento, o faltó algo, lo sé y lo paso por alto sin perderlo de vista. A la larga, nosotros podemos hacer de un rato cualquiera un momento perfecto, así como tomamos todas las mañanas la decisión de hacer de ese día, uno fenomenal o pasarnos 24 horas maldiciendo nuestra suerte. En las manos de cada quien está.
Canción para hacer de un momento cualquiera uno perfecto... De según como se mire todo depende, cuenta Jarba de Palo, y yo creo que si, que podemos ponernos chinches, perseguir, exigir y no parar hasta lograr la perfección, caso contrario volvernos unos inconformes insoportables, o ver de cada cosa el lado positivo y rescatarlo, ¿tan difícil es?
La semana pasada tuve una cita conmigo misma, y mientras disfrutaba un sanguchón de lechón a la leña escuché una balada de adolescente enamorada, recordé cuanto me gustaba y lo bien que me siento en ese momento. Casi, casi era un viaje al espacio sideral
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