Por eso no va

Polos opuestos se atraen, es cierto. También es verdad que en la diferencia está el gusto y que pensar idéntico a otra persona se vuelve aburrido con el tiempo. Hemos dicho, además que las convergencias en temas claves son importantes y las opiniones distintas en cosas triviales son solucionables. Lamentablemente, la suma de diferencias en temas chiquitos crea una distancia insalvable.



Yo trato de tomarme las cosas con calma, sin pausa pero sin prisa es una de mis máximas. Me altero a veces porque tengo una fecha de entrega próxima y no avanzo, porque quiero tenerlo todo antes de tiempo, porque así soy yo. Pero vivir las 24 horas del día estresada, no pues, así me voy a arrugar antes de tiempo y las cremas anti age son bien caras. Tú eres así, alterado, desesperado, vives en un permanente estado de estrés. Eso no se me hace admirable, pero si me causa curiosidad, ¿cómo lo manejas?

A lo mejor tus problemas son mucho más concretos que los míos; a lo mejor ese estrés, que no te hace bien y ya te lo he dicho varias veces, te impide ver las soluciones; a lo mejor te gusta estar así, alterado, es tu vacilón, tu sello, tu (anti) plus. A tu lado juego el papel de la recontra relajada, pero no me ubico ahí. Entonces mi estrés se suma al tuyo, y los dos estallamos, los dos nos cargamos, los dos a veces no nos soportamos. Por eso, no va.

A veces peco de ilusa, si. A veces pinto todo de rosado, si. A veces trato de ver el lado bueno de las cosas, si. A veces celebro unas mínimas victorias personales, si, y con algarabía excesiva. Tú no comprendes cómo hago, de dónde saco esa energía, no te interesa que te lo explique y piensas que vivo en un universo paralelo y no tengo ni la mitad de problemas que tú tienes y te inventas.

Te hace gracia que celebre todo, que salude por todo y te idealizo tan parco que tu saludo por el día de la amistad lejos de conmoverme se me hizo raro y lancé una carcajada de incredulidad. Incluso imaginé  que te estaba haciendo bien juntarte conmigo, o de repente te hace mejor estar lejos de mi. te cuento que eso a mi me está funcionando, mantenerme a distancia, hacerme extrañar, la difícil, la que no tiene tiempo. Pero en ese tira y afloja nos vamos a perder, nos vamos a aburrir, nos vamos a embromar. Por eso, no va.


En ese pecar de ingenua te digo que el país tiene solución, Una solución compleja, que va a tomar más de cinco años, que depende de todos y no solo de las autoridades, que el estar así es un parte de una ideosincrasia histórica, pero las nuevas generaciones estamos alejándonos de esa herencia para poner nuestras reglas, los pulpines se las traen. Pero tú, pesimista como eres me das la contra. Nada que ver dices, si quieres superarte, entonces lárgate de aquí y hazla linda en otro lado porque acá no vas a llegar muy lejos.

Me pongo terca e insisto en quedarme porque no me imagino envejeciendo en otra ciudad que no sea Lima. Tal vez porque nunca lo he tratado, tal vez porque nunca me he puesto en esa situación, tal vez porque desconozco las ventajas de los países primermundistas y pienso, ilusamente, que el país no está tan mal. Tú tratas de hacerme cambiar de opinión, yo te digo que lo más lejos que estaría de aquí, sería en algún país vecino, por las coincidencias y por la cercanía, y sólo por un curso, un par de años a lo mucho. Pero tú ves tu vida lejos de aquí. Yo solo puedo pensar te vas y te pierdo (aunque no se pierde lo que nunca se tuvo) y desearte lo mejor. Por eso, no va.

Soy melómana, tú me dijiste que también, que escuchabas de todo un poco y no te hacías problema con ello. Lo que nunca me contaste es que aborreces a las radios locales, no las soportas porque pasan las mismas canciones desde hace 25 años y los que trabajan ahí se juran la última chupada del mango y los descerebrados oyentes nos alucinamos "cool" porque decir que se escucha tal o cual emisora suena bien, te da un toque, un estilo, caché.

Obvio, esa opinión chocó conmigo,y  chocó mal, porque yo no me siento mal por escuchar tal o cual radio, y un día puedo escuchar rock, al día siguiente salsa, y dos días después baladas, y no me hago problema, Chévere que él crea que la única banda que vale la pena escuchar en vivo y en cancha sea AC/DC, pero a mi no me pone y eso no es un problema, es una cuestión de gustos. Yo si soy melómana y puedo pagar por ver a Gianmarco, Bon Jovi, Juan Luis Guerra o Ricardo Montaner, y no concibo mi vida sin ir a conciertos, por lo menos una vez al año. Tú siempre encuentras excusas para no hacerlo y eso es tu roche, Por eso, no va


Nunca me he imaginado lo que sería vivir contigo, no puedo, solo sé que tendríamos por lo menos una discusión a diario, que despertaríamos de ánimos diferentes, que no duraríamos mucho tiempo. Estamos en plan de amigos y nos está funcionando, y me sorprende que sigas buscándome a pesar de haberte dicho en una, sin anestesia y sin diplomacia que no eres tan honesto como te proclamas, que tu jueguito de misterioso es contraproducente, que te quieres hacer en anti sistema y en el intento te quedas.  

Vamos a sitios distintos, en frecuencias diferentes, por eso no vamos juntos y no hay vuelta que darle. Somos demasiado diferentes para hacer si quiera el intento, tú diagnosticaste eso de entrada, yo tuve que asentir y me costó, porque odio darte la razón. Ese mismo día acepté que eres inteligente, y a mi solo me queda ser irónica y aceptar de nuevo que no pues, no va.

Canción para aceptar que no va... Si somos tan diferentes en puntos mínimos o claves, no vale la pena intentar, porque sería forzar y hay cosas que si no se puede por las buenas, no se puede y ya. Déjalo pasar, déjalo volar, déjalo




Y esta canción, que imagino debes odiar, te trae a mi cabeza porque apareció justo cuando nos conocimos, y porque es un poco lo que los dos sentimos cuando tratamos de decirnos hasta chau, sin éxito. Tal vez nos espera una vida entera de desacuerdos, por eso lejos estamos mejor



   

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tumba la fiesta

Solteronas y solteros codiciados

Lo que callan los hombres