Fecha de caducidad

¿Existe el amor eterno? Depende de la concepción que tengamos del amor. Si optamos por la teoría de que el amor es un mega sentimiento, que agrupa un montón de emociones y que según crece y madura va mutando, ¿podemos decir que el amor tiene fecha de vencimiento?


Hemos dicho que el amor es un conjunto de sentimientos que varía según el tiempo y el ánimo de la pareja que lo siente. La pasión desbocada de los primeros años se vuelve compañerismo y complicidad incondicional con el correr del tiempo. También alguna vez dijimos que el siempre y el nunca no existen, porque podemos tener la determinación de amar por siempre a una persona o nunca volver a verla, pero (si, ese pero tan fastidioso hace su aparición) no tenemos el control sobre los factores externos que suelen ponernos en aprietos.

Estos dos temas son el punto de partida para saber si el amor tiene fecha de expiración. Un poco disparatada y retórica esta pregunta, porque así como no sabemos muy bien cuando empezó a gustarnos esa persona que nos trae, o nos trajo, de vuelta y media y nació el amor, no sabemos cuando nos dejará, o dejó, de mover el piso y encontramos otros motivos para permanecer a su lado, o decimos ya fue y a otra cosa mariposa.

En algo tiene que ver la famosa teoría que cuenta que al séptimo año la pareja sufre una crisis difícil de superar. Esto ocurre porque en siete años se desmorona la idea romántica del amor, algunas manías ya se tornan insoportables, hay mas discusión que diálogo, crisis de confianza, sentimientos encontrados. Algunas parejas hacen hasta lo imposible y salvan su relación; otras se resignan y continúan porque ya pues, porque hay hijos de por medio, porque hay propiedades en juego, porque  qué flojera divorciarse, porque Rocío Dúrcal tenía razón y no cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor. Otras dicen san se acabó y listo.

Ahora, esta crisis de los siete años no es estricta, obligatoria y universal. En algunos casos aparece unos años antes o después; en otro casos no viene de sopapo, sino en pequeños episodios superables; y quien sabe, de repente pasa desapercibida por ahí. O sea, peleas y desacuerdos siempre hay entre dos, pero es más sencillo superar los inconvenientes si la comunicación, la confianza y el respeto son las piedras angulares de la relación. 


Desde mi punto de vista, el amor no tiene fecha de caducidad, a diferencia de la ilusión. Porque claro, esta ilusión bandida nos hace ver cosas que no son, nos pinta todo bien bonito, o lo describe más trágico de lo que parece. Entonces, bajo el efecto de la ilusión todo es perfecto y nos la pasamos tan bien, que no tiene sentido buscarle cinco pies al gato y escarbar hasta darnos de narices con algún defecto del príncipe soñado que tenemos al lado. Y si este defecto, o los múltiples puntos en contra, se detectan a simple vista, nos enternece, nos gusta, hasta nos maravilla, qué viva el amor. Lastimosamente la ilusión no es eterna, y no es sinónimo de amor, eso también lo hemos dicho.

Si un amor es mera ilusión sus posibilidades de sobrevivir cuando las cosas se pongan complicadas son nulas. Si, soy mala, pero alguien te lo tiene que decir. El amor ilusorio vive en el país de las ideas, si quieres que te lo diga en términos filosóficos, y los problemas se generan en la realidad, entonces cuando dejas tu nube para afrontar esa situación te das cuenta que la cosa no es tan bonita y perfectita como la veías desde arriba. Si los dos tienen voluntad, paciencia, algo de cariño e inmoderadas dosis de razón, puede que la cosa prospera, pero si es mero gusto e ilusión, lamento decirte que tu fecha de caducidad está próxima.

En algunos casos la relación nace con fecha de caducidad cantada desde el principio, y ambos lo saben, pero igual se involucran, porque no está mal para pasar el rato. El ejemplo clásico es la Chica que conoce a Chico justo una semana antes de irse a vivir al extranjero, o en una noche cualquiera en la ciudad en la que él está de vacaciones. Saben que en cuestión de días se dirán chau. Puede que sigan en contacto a lo lejos, pueda que crean en las relaciones larga distancia y el amor nazca a pesar de lo que diga la geografía, puede que protagonicen un reencuentro digno de telenovela, o puede que no, y no hay drama porque desde el momento en que se dijeron hola sabían que la cosa iba a terminar más temprano que tarde.

En el caso de las no relaciones la fecha de caducidad existe, a pesar de que ninguno de los dos sepa a ciencia cierta cuándo será. Puede que suceda tras una discusión, o porque se aburrieron de ir juntos a ninguna parte, o que uno de los dos ponga punto final. Es conocido ese capitulo de mi extensa historia con el Eterno, en que una noche protagonizando una escena de película anti romántica de bajo presupuesto, él me dijo esto empezó cuando teníamos 11 o 12 años y no sabemos cuando va a terminar. En ese instante yo supe que el remedo de no relación que teníamos estaba ad portas de terminarse, y así fue, Yo puse punto final, porque seguir no era justo ni con él, ni conmigo, ni con mi corazón. 



Volviendo a la razón de este post, ¿el amor tiene fecha de caducidad? Si es solo ilusión, pasión y deseo, si, porque esos sentimientos se desvanecen en algún momento. Sin embargo, si forjaste un amor con todos los sentimientos que tenías y le pusiste su dosis de razón al asunto, sabiendo de ante mano que podrían venir tiempos difíciles y que la única manera de superarlos era poniendo los dos de su parte, tu suerte puede ser diferente.

Romántica como soy, yo creo en el amor eterno, pero tengo claro que sin su cuota de razón no llego a ninguna parte, a veces es mejor que el corazón se haga el loco y mire para otro lado, eso es, a la larga, una cuestión de supervivencia.

Canción para extender la fecha de caducidad... Cuando nos damos cuenta que el amor estaba basado en puras ilusiones y la razón brilla por su ausencia asumimos que regresaremos a conmigo - misma - landia, con la frente en alto. Esta canción que le de la bienvenida a la soledad puede amenizar el camino de vuelta... y esta versión puede pintarnos una sonrisa



Un ejemplo claro del amor con fecha de caducidad son los amores de verano, que duran menos de lo que dura el sol, el cielo celeste y los días en la playa... a menos de que los Brothers se toquen una más, como dice Mar de Copas




  

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