Cosa de destiempo

Encontramos a la persona perfecta, en el lugar menos esperado. Todo parece bien hasta que el pero, siempre inoportuno hace su aparición. Resulta que él y tú están en momentos distintos. No se trata de frecuencias, ni de caminos diferentes, es cosa de destiempo.


Un día cualquiera en una fiesta conociste a un chico. Te llamó la atención lo guapo que estaba, lo bien vestido que andaba y la manera resuelta en que te buscó conversación. A cada minuto, mientras hablaban, la atracción creció más, porque resulta que también es inteligente y huele rico. La única información personal intercambiada fue nombres, después hablaron de música, cine, clima, en fin, la estaban pasando bien y tú, despistada como siempre, sin darte cuenta ya andabas inflando tu globito de la ilusión.

Hasta que en un momento de la chispeante conversación él te cuenta que en dos días regresa a Londres, en donde está estudiando una maestría, aunque tiene intenciones de residir a tiempo completo por allá. Ante esa noticia tu globito se revienta, justo en tus narices, y planteas dos opciones sensatas en tu cabecita: a) Seguir pasándola chévere y tener una aventura más para tu  libro, o b) Pasarla bien tomando en cuenta que en cuestión de horas este hombre, el más interesante con el que te has cruzado en meses, se va y probablemente nunca lo vuelvas a ver.

Sea cual fuese tu decisión, ¿cuál es la causa de la resaca sentimental del día siguiente? No es tu culpa por ilusionarte antes de tiempo y desmedidamente; tampoco la de él que hace cerca de dos años decidió estudiar fuera; menos la de tu intuición que se quedó muda; o la de tu amigo que celebró su cumpleaños esa noche y te insistió en que fueras. Es cosa de destiempo, el típico caso del hombre perfecto en el momento imperfecto. Así es la vida.


Después de muchas lunas te encontraste con un amigo que conociste en la universidad. No era tu pataza, pero se ubicaban, conversaban y hasta estudiaron juntos para un examen más de una vez. Como iban a carreras diferentes, poco a poco fueron perdiéndose el rastro. La verdad, él te gustaba, pero nunca se lo dijiste porque no pues, esas cosas no se cuentan. Ahora la vida los ha puesto frente a frente y ambos están igualitos, los años no han pasado, y eso hace que tus sentimientos salgan de tu bandeja de reciclaje emocional y afloren de nuevo.

Intercambian teléfonos y acuerdan encontrarse pronto en un café para recordar años universitarios y ponerse al corriente sobre sus vidas. Tú esperas la fecha entre ansiosa e incierta. Te da gusto haber visto a ese chico que te quitaba el sueño, te sonrojas al recordar todo lo que hiciste, suspiraste y sufriste por él, te justificas diciendo "solo tenía 18 años". También piensas que ahora puede ser su momento, total tú estás soltera, ¿y él? No te fijaste en sus manos, pero fácil también, porque él siempre se distinguió por ser un espíritu libre. Por si acaso revisas el facebook, pero parece que no tiene. Entonces lo googleas, pero no encuentras nada relevante.

Llegado el día, tú te presentas con tu mejor vestido, tu pelo más planchado que de costumbre y tus zapatos de la suerte. Ni bien se encuentran te fijas en sus manos y no hay ningún aro delator. Te cuenta que a pesar de sus dudas vocacionales terminó la carrera, que está trabajando en una mega empresa y que de vez en cuando tiene noticias de sus amigos inseparables de aquellos primeros años universitarios.  Tú le cuentas casi lo mismo. Recuerdan anécdotas, a gente que no vieron más, a los profes antipáticos, a los buena gente también. Todo está bien y tú te sientes bien. cada vez que se ríe recuerdas porque te gustaba tanto, su sonrisa y la forma caballera en la que siempre te trató.

Todo sale tan bacán que hasta se ofrece a jalarte a tu casa en el auto que hacía un año se había comprado. Tú ya alucinabas la próxima salida, hasta te estabas preparando para un beso antes de bajar de ese carro tan bonito, y de pronto el sonido de su celular te sacó de tus oscilaciones, y te diste contra el pavimento cuando al contestar él dice "hola amor, en 15 minutos paso por ti". Al colgar te cuenta suelto de huesos que es su novia que lo está esperando para ir a ver los partes. Si, se casa en cinco meses. Este es otro ejemplo dramático de lo que es una cosa de destiempo.


Creo que con estos dos ejemplos queda claro lo que es una cosa de destiempo, y le damos la razón a esos físicos que nos torturaron durante los años de colegio, y crearon esas engorrosas fórmulas en las que tomaban en cuenta el espacio, pero también el tiempo. Puede que este sea tu momento de sentar cabeza, pero no es el mismo momento emocional de la otra persona, que a lo mejor no puede por sus ocupaciones, o sentó cabeza hace rato, o aún no madura, y tú no tienes porque esperar a que lo haga.

Pasa en la vida, pasa en las películas, pasa en TNT (y en mi mundo, salvando las infinitas diferencias). Y lo más triste es que pasa con una persona que crees es perfecta. Si, la vida es cruelmente irónica. Pero antes de que te empieces a dar golpes contra la pared, piensa que no eres la única. Hay miles de mujeres piñas en el mundo que pasan por las mismas circunstancias, diferencias de país de residencia, de estado civil, de edad mental y emocional, de intenciones . En estos ejemplos ellos fueron los "atemporales", pero hay casos en los que nosotras debemos decir no y no meternos de narices en una relación porque nos aterra transitar por conmigo - misma - landia, y cualquier barrio es mejor que ese. 

El amor llega cuando uno menos lo espera, tal vez por eso existen estas circunstancias que involucran al tiempo, o mejor dicho al destiempo. No hay máquinas que nos lleven de regreso al minuto antes de una experiencia que parecía agradable, pero terminó siendo todo lo contrario, así que en estos casos, ciertamente tristes, lo único que queda por hacer es resignarse, renegar un poco por lo equivocado que anda el mundo y seguir confiando en que las cosas siempre son por algo, aunque ahora no te queda muy claro el por qué te pasa esto justo a ti, que eres un amor de gente.

Canción para aceptar las cosas de destiempo... Cabe distinguir que es algo a destiempo, y qué es a contra tiempo, Según Ana Torroja, una canción a contra tiempo es como la soledad, que es una estación de madrugada, como cuando cae la tarde y dan ganas de llamarle. Para mayor referencia escuchemos la canción completa  
   


Y ya que hablamos de tiempo y este grupo viene en octubre y los espero con mi habitual expectativa y entrada en mano, ¿por qué no escuchar a Jarabe de Palo y su propia teoría sobre el curioso elemento, llamado tiempo? 



  

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