Sola, soltera y sin apuro... ¿cuál es el problema?

Chicas solteras del mundo, no sé ustedes, pero la verdad yo estoy harta. Harta de ver la misma reacción cuando cuento despreocupada y como la cosa más natural del mundo que ando sola, soltera y sin apuro. Las caras de circunstancia que ponen quienes escuchan esta desfachatez de mi boca me tienen al borde de la ira.

Estoy felizmente instalada en la base 3, muchas compañeras del colegio o amigas, o conocidas contemporáneas ya se han casado, tenido sus bebes y están felices de la vida. Ellas han optado por un camino más "convencional", entre tanto yo, un poco por mala suerte, otro tanto por opción propia, he decidido mantenerme a la vanguardia, y llegar soltera a estas alturas de la vida. Eso no me hace anormal, ni infeliz, ni ermitaña, y no creo merecer el repudio social. Tampoco miradas o comentarios compasivos.

Nunca falta la persona destinada que te pregunta "¿y cuándo te casas?" o "¿por qué aun sin pareja?, seguro eres muy exigente". O peor, cuando cuentas que eres solera, ponen cara de pena y te pregunta "¿qué pasó?", como si hubieras desaprobado un examen o sufrido un accidente. A todas esas personas les cuento: ando sola porque ya me harté de toparme con imbéciles que no valen la pena, porque ando muy concentrada en pasármela bien sin compromisos a largo plazo y porque no tengo intenciones de malograrme la vida comprometiéndome con el primer despistado que pase delante mío, pensando que el que me quiera o no es un detalle menor. O sea, estoy soltera por plazo indefinido y porque se me da la gana. Punto.

No se qué dicen las estadísticas, pero la sociedad ha cambiado y ahora es mucho más natural y aceptable que una mujer supere los 30 soltera, sin hijos, pero llena de proyectos cumplidos y por cumplir. Ahora nosotras queremos tomarnos nuestro tiempo y si nos ponemos exigentes es porque finalmente nos dimos cuenta de lo que valemos. No es para menos, cuando volteamos y nos topamos con historias de amor de utilería. Parejas que se unieron porque había algo de simpatía, y mejor asegurarse antes de pasar la barrera de los 35 sin nadie al lado. Así evitamos el temido rótulo de solterona, las preguntas de toda la familia, desde la abuelita hasta la sobrinita que está aprendiendo a hablar, y los comentarios de lástima de la vecina.

Es una pena que haya gente que se haya quedado en el medioevo, o en los 50's que es casi lo mismo y no comprenda que un importante grupo de mujeres queremos estar solas porque si, y no nos quita el sueño entrar a la iglesia vestida de blanco, del brazo de nuestro papá y ver al hombre de nuestros sueños esperándonos en el altar, tratando de que la emoción no se le termine de escapar por los poros.

Yo hace un año renuncié al sueño. Digamos que la ilusión siempre la tengo, romántica como soy, pero no tengo la foto completa, porque no hay protagonista a la vista. Y poco a poco voy asumiendo de que si no me caso, el mundo no se acaba, como dice la canción de Pedro Suárez Vértiz: si estoy bien o si estoy mal, al universo le da igual, todo sigue alrededor. A lo que no tengo intenciones de renunciar es al sueño de convertirme en mamá. En estas épocas tener o no al padre al lado es lo de menos, las familias se han modificado, y eso lo vemos a diario en las calles, en la prensa, en la publicidad, en la televisión, en todos lados, aunque hayan sectores de la sociedad que nos siga vendiendo la idea de la familia feliz (y anuncien sus marchas por la vida y por la familia, obvio, solo las familias mamá - papá - hijos, las demás no cuentan).

     

Volviendo al tema de la soltería, escuchar el desatinado "¿qué pasó?" tras afirmar que tienes más de 30 y andas solterita, es mucho más insufrible cuando viene de una voz femenina. Insufrible, lamentable e incoherente, porque probablemente esa mujer que no concibe que el mundo ha vivido una revolución de pensamiento, casi tan grande como la revolución industrial, va a exigir su abrazo, felicitación y saludo el próximo 8 de marzo, sin saber, ni hacer nada respecto a esa fecha.

Ya lo he dicho a lo largo de estos tres años de escribir y lo repito, el Día Internacional de la Mujer es una fecha para reflexionar sobre los avances en la equidad de género, cuánto hemos avanzado en el tema de derechos, cuánto falta, cuántas mujeres conocen realmente su papel en el mundo actual, cuántas hacen valer derechos tan básicos como el respeto, la igualdad o la dignidad. Porque no podemos reclamar lo que no conocemos, mucho menos exigir lo que no cumplimos, en teoría, aunque nunca faltan las desfachatadas.

Ser soltera es una opción tan respetable como ser casada, viuda, divorciada o conviviente, creyendo en la castidad o no. Sea a la edad que sea, y bajo las condiciones que sean. Esta es mi manifestación ultra feminista por el 8 de marzo, que sea una fecha que nos lleve a la reflexión y a la acción, porque si nosotras no hacemos valer nuestros derechos, quién podrá defendernos. No, la respuesta correcta no es ni el Chapulín Colorado, mi la Mujer Maravilla, ni Mafalda. Abracemos nuestros logros, pisemos fuerte y sigamos caminando, por nosotras y por todas las que están por venir. Feliz Día Mujeres del Mundo!!!

PD: No puedo dejar de agradecer a todos los que me felicitaron por los tres años del blog. Este año hubieron saludos en vivo, a distancia, besos, abrazos, cenita de celebración y hasta originales regalos. Mil gracias y como les dije, aún queda mucho por vivir, por contar y recordar.

Canción para celebrarnos... Desde pseudo himnos poéticos, hasta canciones eternas, las mujeres podemos ser fuente de inspiración. Por ejemplo, mi Gianmarco le escribe esta canción a su esposa. No será la mejor de su repertorio, pero la intención es lo que cuenta, porque absolutamente todas tenemos algo simplemente espiritual

Hoy se estrena Atacada. La teoría del dolor. Más allá de que Miyashiro me parece un genio (y los fanáticos de La Gran Sangre me pueden dar la razón), la película promete abordar con honestidad brutal el tema de la violencia de género y el abuso del poder. Les juego el trailer, a ver si alguien se anima a verla. Si la producción cinematográfica nacional está creciendo con distintas propuestas, nos toca apoyarla, ¿no?