(Des) Unión Civil

Si, ya sé que deben estar pensando que me estoy subiendo al coche; que como todo el mundo habla, o susurra, el tema, yo también lo hago; que me quiero hacer la comunicadora responsable, la erudita en el tema de derechos de la comunidad gay e inmolarme por ellos. Algo de razón tienen, si ya empezamos a hablar del tema ¿por qué detenernos ahora?


Y es que no podemos debatir, ni opinar, ni aceptar, ni rechazar algo que no sabemos, simplemente porque los demás lo hacen, porque eso no debe ser así, porque mi fe me lo dicta, porque quiero ponerme anti sistema, porque me da tanta flojera que me da lo mismo, y asiento lo que el otro dice para que me deje de aburrir y cambie de tema. El tema de la unión civil apareció, todo el mundo se escandalizó, se organizaron marchas, colectas de firmas, varios salieron del closet y luego, el tema de se fue camuflando, siendo visto de reojo cuando otros países vecinos aprobaban la misma ley, siendo Chile el último de la lista.

Esta semana  turno de debatir el proyecto de ley de la Unión Civil, y toda la comunidad, gay y heterosexual, estuvo a la expectativa. Muchos celebraron la decisión de la comisión a cargo, y mandaron a Mauricio Mulder a la hoguera de la indecencia por exigir una nueva instancia, y tildaron de oportunista a Ricardo Morán por confesar, justo ese día, que es gay de nacimiento. Otros lamentamos el pronunciamiento del congreso, miramos con algo de esperanza a Mulder y aplaudimos la valentía del productor, que siempre se ha caracterizado por ser perfil bajo, o al menos esa es mi percepción.

Mientras los congresistas se miraban las caras y trataban de guardar la compostura, contemplando el proyecto de ley una vez más (o por primera vez en su vida, con ese circo que tenemos por Poder Legislativo nunca se sabe), al frente del Congreso un grupo de ciudadanos gritaban "familia si, unión civil no". Yo respeto su opinión, pero no la comparto. No porque quiera ser una progresista, irme contra la Iglesia Católica, revivir mis años de rebeldía colegial (en los cuales era impensable escribir estas líneas) y auto declararme defensora de los derechos humanos, sino porque esa idea que estas personas tienen de familia, no se ajusta a la realidad. Que sea lo socialmente aceptable o no, es lo de menos, la familia tradicional papá + mamá + hijos, ya no es la única que existe. Cada vez más mujeres optan por ser madres solteras, hay padres que deciden criar a sus hijos ante el abandono (justificado o no) de la mujer, jóvenes que deciden vivir con sus amigos y ellos se convierten en su familia, parejas gays que se asumen, asumen al otro y hacen su vida buscando su felicidad.


A la larga de eso se trata. Todos, absolutamente todos, sin distinción de raza, color, idioma, lugar de nacimiento, corriente religiosa u opción sexual, somos hijos de un mismo padre que nos ama ¿o no? Y ese padre amoroso y misericordioso, ¿no quisiera ver felices a todos sus hijos? Así este sea un pata de Judas, una oveja descarriada, un vago sin oficio ni beneficio o una niña mala, el anhelo más grande de los padres es ver realizados y felices a sus hijos, o al menos yo lo he percibido así toda mi vida. 

Me dirán, pero hay padres que rechazaron a sus hijos al conocer que su opción sexual no es la esperada, y yo pienso que desnaturalizados, como esos padres, hay en todos lados, y que ese hijo, bastante valiente por cierto, ya tiene bastante con el rechazo en su hogar, y solo él sabe en cuantos círculos más, como para soportar que ahora el gobierno le diga, no, queremos ahorrarnos problemas con medio país, así que espérate un par de añitos, a ver qué piensa el próximo mandatario.

Mi imaginación vuela y pienso, qué pasa si uno de esos hombres y mujeres que cartel en mano, exigían que no se apruebo el polémico proyecto de ley tiene un hijo o hija con orientación distinta y se calla, porque obvio, sabe qué piensan sus papás al respecto. Tendría que ocultar su preferencia toda su vida, o armar un teatrito paralelo en el que protagonizaría a Simón, el gran varón, o el ama de casa perfecta (y nada desesperada), para hacer felices a todos. Todos, menos él o ella. Y si no lo soporta y se mata, ¿esos padres cambiarán de opinión o alterarían la realidad imaginando que el motivo fue otro? Un suicidio pasional suena mejor, que perder la vida por no vivirla en libertad.

Si tanto reclamamos el derecho a la vida,  a la libre expresión, a mejores condiciones laborales, a la determinación libre del territorio por parte de los pueblos indígenas, a un medio ambiente saludable, a comprar pescados de medidas oficiales y a mejores contenidos en la televisión, por qué no defender el derecho de ese grupo de personas que no puede acceder a un seguro de salud, corre el riesgo de quedarse en la calle si la pareja muere, o sufre discriminación en todos lados. Y no me digan que eso defiende el proyecto de la "unión solidaria" que me parece un desperdicio de papel, las cosas se dicen por su nombre. Los gays tienen derecho a la estabilidad y a ser felices. Tienen derecho a vivir libres. Tienen derecho a amar, a sentirse deseados, a ser reconocidos y aceptados como son.

De otro lado, ciertos sectores de la sociedad, pensando en todo, rechazan la unión civil porque permitiría a las parejas homosexuales adoptar, y los niños tienen derecho a tener un papá y una mamá, y eso no es homofobia. Yo creo que más importante que tener al papá y a la mamá, es importante que reciban amor, venga de dónde venga. Y si, los niños son crueles, pero también están libres de prejuicios e imitan lo que ven, si cambiamos de mentalidad, se nos abre un mundo de posibilidades, ese mundo mejor es posible, si empezamos por nosotros mismos.


Esta es mi posición, y sé que tengo amigos y hasta familiares que me van a quitar la palabra, van a decir que soy una inmoral, un remedo de progresista, una bala perdida, hablo sin argumentos y que lo escrito aquí es una falta de respeto. Pero no lo es, la falta de respeto es lo que dijo cierta autoridad católica, diciendo maricones a los gays. La palabra gay existe en el diccionario de la RAE, y maricón es el hombre que maltrata a una mujer, un niño o alguien que no tiene ni su tamaño, ni su fuerza. Repito, no comparto la opinión del sector más conservador de la sociedad, pero lo respeto, así como pido respeto a mi opinión.

Estoy ejerciendo mi derecho a la libre expresión, fijada en la declaración universal de los derechos humanos, el mismo documento que establece la libertad y la vida en armonía, algo de lo que todos debemos gozar, porque si es universal, por algo debe ser, ¿no?

Canción para crear conciencia... Cuando empecé a escribir este post pensé que esta es la canción ideal, porque es casi casi un himno, sobre todo para las lesbianas, por que quién detiene palomas al vuelo, volando al ras del suelo, mujer contra mujer

  

Como contaba en el post, Chile fue el último país latino en aprobar la ley de la unión civil. No se si lo que voy a presentar a continuación influenció en algo a las autoridades, pero me parece una gran idea para enseñarle a los niños desde chiquitos a respetar a las personas y entender que hay muchos tipos de familias. Les comparto el video del libro Nicolás tiene dos papás



   



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