Tira y afloja

En esta época en que el diccionario de las relaciones se ha modificado y existen términos como fluyentes, salientes, amigos cariñosos y por supuesto, el tire, es bueno tomar precauciones e identifcar en que grupo estamos, siempre tomando como premisa que no se sufre por las puras y solo los tontos se equivocan, o enamoran ciegamente, dos veces.


Si estas, en la última etiqueta señalada líneas arriba, o sea el tire, no te sientas mal, ni te des de latigazos, ni empieces a lamentar tu suerte. Tampoco te pavonees y empieces a proclamarlo orgullosísima y voz en cuello, o sea, no es que sea lo más cool y maravilloso del mundo. Si, yo sé que nadie es quien para juzgar, lastimosamente no todos comparten este franco punto de vista, sobre todo en una ciudad doble moral y conservadora (o al menos en apariencia) como es Lima.

Tú sabes que eres el tire, la tienes clara, no tienes problema en aceptarlo a solas frente a tu espejo, o con un círculo muy reducido de amistades ultra cercanas, sabes cuales son las reglas, y que esto es pasajero, pasional, hormonal y cero sentimientos y/o compromisos. Bien por ti, puedes seguir disfrutando sin problemas. Pero, que pasa si la situación no se te pinta tan clara y tú no sabes muy bien en que tipo de relación te has zambullido. Vamos a tratar de identificar lo que tienes y luego daremos algunas recomendaciones.

Ejemplifiquemos. Fulanita y Periquito se conocieron en un bar. Coincidieron en la barra, empezaron a conversar, congeniaron y dos horas después Periquito tenía recontra claro de que Fulanita era super liberal y open mind. Así que le sugirió a la señorita proseguir la noche, la conversación y las copas en un lugar más privado y silencioso, supongamos, su departamento. Fulanita aceptó gustosa, así que fueron, obviamente no jugaron monopolio, pero si algo similar al twister y a la mañana siguiente ella se despidió de Periquito, no sin antes dejarle su celular, sin expectativas, solo por pura formalidad.

Pasaron dos semanas y Periquito llama a Fulanita, vuelven a encontrarse, juegan twister, se despiden efusivamente y la escena se repite cada semana, una o dos veces al mes y así, por tiempo indefinido. Fulanita la tiene clara, sabe que es el tire de Periquito, y ella lo disfruta sin problema, e incluso se da el lujo de ir al cine, al café o a lugares más públicos con ese chiquito que la está persiguiendo con fines más nobles que los de su compañero ocasional.



Menganita está pasando por algo bien parecido con Sultanito. Se frecuentan, pero sus saliditas quincenales no se limitan a cuatro paredes. Van a lugares más o menos públicos, pasean de la mano y hasta se besan en plena calle, y no necesariamente a la media noche. Esto no sucede siempre, lo que si es costumbre es el revolcón. Ella no quiere incomodarlo con una pregunta del tipo ¿qué somos?, pero esa interrogante no la deja en paz. Por eso un día enfrentó sus miedos y se la hizo, directo y sin anestesia, la respuesta de Sultanito no le dejó nada claro, estamos saliendo y a ver qué pasa. Es una respuesta ambigua, y confusa tomando en cuenta que se están frecuentando desde hace un año.

Hay más dudas que certezas en la cabeza de Menganita, y casi casi sin darse cuenta surge el amor, o algo muy similar a este. Se ilusiona, le gusta ver a Sultanito, conversar con él, pasear de su mano y, por supuesto, todo lo que implica una salidita con él. A veces se cruza en su cabeza, la idea de dejar de ver al muchachito que le alborota el corazón, porque no tiene nada claro con él, pero no quiere, este es su momento y lo está viviendo. 

Y Sultanito también lo está disfrutando, pero pasado un tiempo, él se aburre, conoce a alguien que le despierta más interés que Menganita, por lo cual ella sale expectorada de la no - relación y cada uno sigue por su vida. ¿Hay muertos y heridos? Pues si, porque Menganita estaba templada. ¿Y existe algún sentimiento de culpa? De parte de Menganita si, por haberse expuesto tan alegremente, pero de parte de Sultanito no, ya que él jamás prometió, jamás ilusionó, jamás le dio alas, o al menos eso cree, y como nunca se preocupó por lo que sentía su amiguita de salidillas y revolcones, ¿por qué hacerlo ahora que ya no queda nada?


Al final, las protagonistas de ambos casos se quedan solas, pero no sufren las mismas consecuencias, porque mientras para una la vida continua, y siente que solo ha alimentado su libro con una aventura más, a la otra le cuesta pasar la página porque le duele todo lo ocurrido. Y esto se debe a que una la tenía clara y la otra no, partiendo de una premisa básica, si no hay compromiso permanente, no hay relación y por lo tanto puedes pasar el rato, salir, divertirte, pero antes de eso pones a tu corazón a salvo y mandas a volar a cualquier proyección que ose asomarse por tu cabecita. Desde el comienzo asume de que un tire empieza de la nada, y acaba como si nada.

Yo sé que mucha gente puede poner el grito en el cielo, cómo se puede hablar tan alegremente de un tema tan delicado, y si, esto del tire es algo espinoso, pero existe. Digamos que es una consecuencia de la globalización. Esto era natural en países primer mundistas, y como nuestro querido Perú alegre y jaranero, están en plena onda de desarrollo, pues las mentalidades ya no creen en nada y se exponen a todo. Además, si los noticieros nos cuentan alegremente de qué se tratan las fiestas arco iris, por qué este humilde blog no puede hablar y dar advertencias sobre lo que es ser un tire.

Es cuestión de hormonas, no de sentimientos, así que evalúa tu conciencia, sin filtros, ni valores en los que ya ni crees, ni te importan. Y si es que tu corazón te desafía, pues o pon las cosas claras con el patita que estás "aventurado" contigo, o huye, que la pataleta te puede durar un par de semanas, pero recuperarte de una caída de campeonato, al darte cuenta de que le pusiste energía a un proyecto sin futuro, es una tarea agotadora e innecesaria si la tenemos clara desde el comienzo.

Canción para asumir los sentimientos y salir huyendo... Si tu corazón está en riesgo, escapa por la salida más próxima o asume lo que está por venir, una hecatombe sentimental de proporciones titánicas. Aunque a veces es difícil resistirse a caer en errores imperdonables, y ay de ti

 

Está canción va perfecta para relaciones clandestinas o no. Es un clásico de Chabuca Granda que se adapta perfecto a la voz de Pamela Rodríguez. Dato adicional, en su momento escandalizó a todo Lima, porque una señorita no puede andar por ahí, preguntándose alegremente como será su piel, junto a otra piel , cardo o ceniza. La mentalidad se mantiene, la canción también









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