Si te quieren...

Hace algunos años, el Ministerio de la Mujer lanzó la campaña "Si te quieren, que te quieran bien", con motivo del día de la no violencia contra la mujer. Es un buen eslogan, erradicar la idea del amor serrano y rescatar el respeto como una de las bases de las relaciones exitosas. Pero hoy, varios años después, las cifras de feminicidios y mujeres violentadas siguen creciendo. Es evidente que se necesita más que una buena táctica de marketing para que al fin se tome conciencia de que el día de la no violencia contra la mujer, no es una fecha comercial.


Si te quieren, que te quieran bien. Por más que pasen los años, a la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa, y al hombre tampoco se le agrede. Respetos guardan respetos, así que primero hazte respetar, que nada te haga perder los papeles, que nada te sonroje, consérvate entera y al primer intento de agresión, huye, un sujeto que si quiera piensa un segundo en levantarte la mano, no es humano, es un tremendo maricón.

Hablando se entiende la gente, así que ante un problema conversa, trata de ponerte en los zapatos del otro y si este no entiende razones, pues no gastes tu saliva, ni tus energías, ni tu tiempo, simplemente déjalo con su necedad. Recuerda que nadie cambia, sino por si mismo. Prepárate para la vida, estudia, promueve el estudio de otras mujeres y hombres también. Que la incertidumbre no sea un obstáculo para escapar de los tentáculos de una violencia que arma un círculo vicioso que solo se rompe cuando se quiebra el silencio.

Si te quieren, que te quieran bien. Tu condición de mujer no te hace ni más, ni menos que nadie, así que quien te hiere con una palabra no merece ni una mirada tuya, menos una respuesta y nunca en este vida, ni en ninguna otra, alguna atención. No hay nada que le permita a otra persona pronunciar una mala palabra en tu delante, mucho menos dirigirse a ti en malos términos.

Quien lo haga, además de animal, es un bruto inconsciente, porque no se toma ni un minuto para pensar que tiene madre o hasta hermana y no les gustaría que la traten así. No digo hija, porque hay un montón de mujeres que son agredidas por sus propios padres, que tienen el rótulo de hombre de adorno, y el de idiota bien escondido. O a lo mejor no les importa, son tan egoístas que la idea no les indigna (claro, también carecen de dignidad) y creen que nadie va a poder contra ellos, hasta que un día alguien se les pone pico a pico y se orinan de miedo, así de cobardes pueden ser.



Si te quieren, que te quieran bien. Eres una persona capaz, inteligente, locuaz, con fortaleza, entereza, buen juicio, bella por fuera y por dentro. Lo sabes, estás convencida de ello, entonces ningún patán puede demostrarte lo contrario a punta de insultos, agravios o golpes. No le respondas, es más ni si quiera lo escuches porque no vale la pena, deja que se envenene el alma con sus propias palabras, sus propias acciones, sus miserias.

Nunca te fíes de gente infeliz, pues te arrastran a su nivel, y no paran hasta que te sientas tan poca cosa como ellos, aunque no seas así. Nunca confíes en los tiranos, ellos suelen ser gente reprimida que tratan de tomar revancha a todo aquello que no pudieron hacer con quienes hacemos un nuevo camino a punta de esfuerzo. Nunca sientas que eres menos que nadie, nunca pierdas tu nivel nunca borres tu sonrisa y nunca, pero nunca, pierdas tus ganas de seguir adelante, contra todos, contra el mundo, contra la mala fe de unos cuantos mal nacidos.

Si te quieren, que te quieran bien. El ser enamorada, novia, esposa, amante o amiga con derechos de un hombre, no le da ningún derecho a usar la violencia si te niegas a tener relaciones con él. Si no quieres, no quieres y punto. No hay doble lenguaje, no hay entre líneas, y si cambias de opinión que sea tu decisión, no bajo amenazas de ningún tipo, ni agresiones, ni forcejeos, porque bajo esas condiciones, ese encuentro se convierte en una violación, y eso es un delito, por lo tanto tienes a tu lado a un delincuente, tal cual.

No hay papel, firma, acuerdo o infortunio que le de derecho a alguien a violentarte para que hagas algo a lo que te niegas. Y si sucede, no te quedes callada, porque la única forma de romper con la violencia es dejando atrás el silencio, por eso es necesario denunciar y no perder la voluntad en el largo proceso que implica. Necesitamos valentía, coraje, fortaleza y penas ejemplares.



Si te quieran, que te quieran bien. Hagamos respetar nuestros derechos, rompamos el silencio, apostemos por la equidad de género y luchemos porque las generaciones por venir dejen de lado los prejuicios y las faltas de respeto, porque el acoso callejero también es una forma de violencia. 

Se deben tomar medidas urgentes ante cualquier tipo de violencia doméstica (y si una mujer agrede a su pareja, pues que también pague su condena). Una de cada tres mujeres en el mundo son víctimas de violencia, ¿a qué cifra debemos llegar para que las autoridades y nosotros mismos hagamos algo?, ¿cuántas mujeres mas deben morir por la violencia doméstica?, ¿cuántas generaciones más de mujeres se van a sentir inferiores por el simple hecho de ser XX y no XY? 

Nunca perdamos el respeto, hacia nosotros mismos y hacia los demás. Sin respeto no hay amor, y para qué quedarnos al lado de una persona que no amamos. Para qué perder años, energía, vitalidad y la sonrisa permaneciendo al lado de alguien que no nos merece.  

Reflexionemos, promovamos el diálogo y no hagamos invisible un problema que día a día es material para la prensa. Ni un feminicidio más. Si nos quieren, que nos quieran bien, como nos lo merecemos.

Canción para erradicar la violencia... En mayo de este año vi una vez más a Olga Tañón y escuché esta canción con otros oídos, pues la presentó como el relato de una mujer que harta de malos tratos rompió el silencio y dijo basta ya. Repliquemos ese buen ejemplo



    
Y si nuestro delito es ser hermosas, que nos condenen las envidiosas. Que nuestra sonrisa sea nuestra mejor arma y nuestra mejor carta de presentación. Que sea nuestra posesión más preciada




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