Sheyla, Milett y toda la mancha
La farándula peruana siempre se las ingenia para llamar nuestra atención. Abandonos de hogar, violencia doméstica, romances clandestinos, infidelidades, lo que sea si de ocupar primeras planas se trata. Esas chicas que llaman la atención, dejaron el anonimato por un golpe de suerte (o infortunio) y podemos encontrar sus clones emocionales a la vuelta de la esquina. Pueden ser tú, pueden ser yo.
Yo no conozco a ninguna de las señoritas a las que voy a hacer referencia, por lo que mi percepción se va a limitar a lo visto, leído y escuchado en los últimos días, semanas o meses. No hay nada nuevo bajo el sol, ellas son como tú, o como yo, con historias parecidas, el detalle es que ellas sufrieron, o disfrutaron bajo los reflectores, sus errores (o aciertos) alimentan a la prensa, su vida amorosa es analizada en los bloques de espectáculos. Ellas hacen que la gente extrañe a la mordaz Magaly Medina (no me molesto en confesar que la admiro y espero su regreso con expectativa inusual).
Empezamos con doña Sheyla. No se si es cobra, leona o si fue parte del equipo rojo o verde, y tampoco me importa. Solo puedo decir que es un personaje que no me simpatiza. No la conozco, no me importa conocerla, pero la veo en TV y me parece diforzada, falta de carisma, carente de ángel. Tampoco me parece bonita, aunque imagino que muchos y muchas no concuerdan conmigo. El que si me parece guapo y carismático es su ex, el torero, Antonio Pavón. Tiene talla, linda sonrisa, espontaneidad y ese acento español que tanto me agrada.
Todos, o la mayoría, sabemos cual fue la historia. Pavón se fue a animar un evento y no llegó sino hasta el día siguiente, bien entrada la tarde. ¿El motivo? Se quedó bailando con dos chicas (una de ellas, la tristemente popular Milett Figueroa) y solo Dios sabe haciendo qué mas. ¿El detonante? Sheyla estaba en Lima cuidando al bebe que hacía poco habían tenido. Es más todo esto ocurrió en vísperas del primer día de la madre de la rubia en cuestión. Sin embargo, tras sentidas disculpas y algún regalo costoso, ella lo perdonó y acá no pasó nada.
Más de un año después ella le cantó con la misma moneda yo te lo pagaré. Pero para que nada atente contra su imagen de señora de su casa, antes de que salga el video en el que se agarra con ganas a su compañero de programa, ella avisa que ya no está con el torero. A algunos les dio pena, ya que eran esas parejitas tipo Ken y Barbie, que se llevan bien y se ven bien. Otras celebraron y se sumaron al club de fans de Sheyla, porque se las cobró al pata. Qué hijo, ni parejita de revista, ni nada de eso, él se la hizo y ella se las cobró.
A raiz de esto muchas van a abrir los ojos y cobrarle al infiel que tienen al lado, una por una todas sus traiciones. Otras van a cobrarse por adelantado. Sheyla se convierte así en un personaje de culto. Y mientras ella sube al podio de las Diosas, otra se sigue quemando por indecente. Milett Figueroa.
Tampoco se si es cobra, leona, si participó en algún otro reallity, si fue modelo de programa de deportes o anfitriona de dos por medio. Solo se que esta chica tuvo mucho que ver en que Melissa le devuelva el anillo, escriba punto final y despachara a Gutty por infiel. Y que no se haga la desentendida, porque en una infidelidad juegan tres: la que es traicionada, el infiel y otra que se deja. Si Milett fuera la señorita que trató de pintar en cuanto espacio le dio pantalla, pues simplemente no le hubiera dado bola a Gutty (aunque siendo sinceras está mas bueno que el pan). Todos sabemos que no fue así. Por lo tanto santa no es, ni será.
Milett es la dos por uno. Amiga y enemiga al mismo tiempo. La que se hace inocente, pero sabe más que tu, estimada lectora, y yo juntas. Quien maquilla la situación para salir bien librada, pero con sus antecedentes me da la impresión de que haga lo que haga ya nadie le cree. No solo por tener en parte la culpa del fin de la relación más popular del programa juvenil más popular (y eso es una lástima), sino porque traicionó a una mujer que también es popular, querida y como si fuese poco, admirada. Le hizo algo similar a Sheyla, y el tema pasó por agua tibia, pero ahora que se metió con Melissa Loza, su popularidad subió como la espuma y pasó a la lista de las personalidades famosas por un escándalo.
Como lo dije al inicio, esto de la volteada de historia, infidelidades y demás, te pudo pasar a ti y a mi, o tal vez nos pasó, pero a nosotras los reflectores no nos cayeron encima. A nosotras un HP nos sacó la vuelta y nos vengamos con otro NN, o ese mismo HP nos juró inocencia y fue desmentido por una RP (reverenda hija de su mamá sin que sepa su papá) que solo es conocida en su cuadra (y si se ha ganado a pulso el título de RP, entonces es muy bien conocida).
Los ricos también lloran, y las famosas igual. Solo ellas conocen sus historias, sus respuestas, su verdad. Todos tenemos monstruos internos, los de ellas a lo mejor son más grandes que los nuestros, porque tienen nombre, título universitario (aunque no sabemos si fue adquirido en la universidad, instituto o Azángaro) y una cámara que las quiere ver llorar o celebrar y regalarles una semana de primeras planas. Eso es lo que llaman el precio de la fama.
No me las voy a dar de moralista. A Sheyla la felicito por haberse desbaratado y cobrarle a Pavón (tan churro él) una noche de excesos (o más). A Milett la culpo, porque como dije, una infidelidad solo existe si alguna le da cuerda a un infiel en potencia. A ustedes les recomiendo pensar bien antes de hacer las cosas, porque dudo que alguna de nosotras quiera que su fondo musical sea Candy (y no me refiero al sound track del anime).
Canción para las famosas... Y se presta ya que se viene el tributo a Pedro Suárez Vértiz. Nunca lo ví con Arena Hash y en realidad de ese grupo me gustan solo un par de canciones. De Pedro me gustan muchas y con esta yo lo conocí, lo reconocí y me enganché. Si la cantan el 18 de octubre, prometo corearla hasta quedarme sin aire
A esta banda local jamás le importó ser famosa, por eso van contra el sistema, contra los medios y contra todo el protocolo para ser algo más conocidos. Creo que eso les da un plus y por eso me encanta escucharlos en vivo, como hace un par de semanas (solo ellos me hacen ir al Hard Rock justo la noche antes de un examen)
Los ricos también lloran, y las famosas igual. Solo ellas conocen sus historias, sus respuestas, su verdad. Todos tenemos monstruos internos, los de ellas a lo mejor son más grandes que los nuestros, porque tienen nombre, título universitario (aunque no sabemos si fue adquirido en la universidad, instituto o Azángaro) y una cámara que las quiere ver llorar o celebrar y regalarles una semana de primeras planas. Eso es lo que llaman el precio de la fama.
No me las voy a dar de moralista. A Sheyla la felicito por haberse desbaratado y cobrarle a Pavón (tan churro él) una noche de excesos (o más). A Milett la culpo, porque como dije, una infidelidad solo existe si alguna le da cuerda a un infiel en potencia. A ustedes les recomiendo pensar bien antes de hacer las cosas, porque dudo que alguna de nosotras quiera que su fondo musical sea Candy (y no me refiero al sound track del anime).
Canción para las famosas... Y se presta ya que se viene el tributo a Pedro Suárez Vértiz. Nunca lo ví con Arena Hash y en realidad de ese grupo me gustan solo un par de canciones. De Pedro me gustan muchas y con esta yo lo conocí, lo reconocí y me enganché. Si la cantan el 18 de octubre, prometo corearla hasta quedarme sin aire
A esta banda local jamás le importó ser famosa, por eso van contra el sistema, contra los medios y contra todo el protocolo para ser algo más conocidos. Creo que eso les da un plus y por eso me encanta escucharlos en vivo, como hace un par de semanas (solo ellos me hacen ir al Hard Rock justo la noche antes de un examen)
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