A los 30

El año pasado, cuando estaba ad portas de llegar a la base tres me repetía sin cansancio: una mujer se hace mas interesante a los 30. Con esa frase intentaba dejar mudos a quienes me decían que ya estaba "tía" y a quienes piensan que "se me esta yendo el tren". Pero es una verdad universal, 10 años más sólo me dan mas historias que contar y varias lecciones aprendidas de paporreta.

Cumplir 30 años me obligaba a dar una pequeña mirada hacia atrás. Reconocer mis fracasos, mis manías, mis tristezas, esas malas rachas, pero también rescatar mis logros, mis alegrías, mis pequeñas victorias personales. Anotar esas moralejas que deja la vida y empezar un nuevo capítulo. Y en ese recordaris escapar de la temida crisis de los 30. Yo había padecido la crisis de los 25 y no quería repetir la escena.

Obvio, ¿quién quiere deprimirse? Y encima una depre como la de los 25 en la que sentía que nada tenía sentido. No había logrado nada, no tenía nada. Ni familia (entiéndase esposo e hijos), ni carrera completa, ni trabajo (andaba desempleada en ese entonces), nada. Una tremenda debacle existencial de la que me costó salir. No quería volverme a ver así, por eso quería ponerme las cosas claras. O sea, una vez fue mas que suficiente, ahora que veo que la vida se esta poniendo buena no pues, no voy a malograr la fiesta (bien decía Celia Cruz que la vida es un carnaval).


Entonces puse las cosas claras. Enlisté todo y esperé los 30 tranquila. Ando un poco mas renegona, si, pero no me desespero. Uso cremas y mascarillas, pero a manera de engreirme, y a veces me doy el lujo de salir a la calle con la cara lavada y el pelo mojado, literalmente. Sigo trabajando en algo que me gusta, viviendo con mi familia, pero sola a la vez, en ese pequeño espacio que es mío, que armo y desarmo a mi gusto. Me gusta mi vida como está. Aunque a veces pienso que sería bonito compartir el día a día con alguien. Pero no me conformo, quiero alguien a mi medida y me he puesto exigente, así que el idóneo podría demorar un poco en aparecer.

Un amigo mío me decía que quería tener un hijo a los 35. Yo le decía que no, que yo quería un hijo a los 30 años. Él contestaba, espera que termines tu carrera y que empieces a trabajar, y ahí me vas a dar la razón. Si, ahora le doy la razón. Mi reloj biológico ya hace tic tac, y ese lo domina la naturaleza, pero con fe ciega creo que la medicina moderna nos puede regalar unos minutos más. El tren no se me va, aun no pasa el vagón que quiero tomar. Soy adulta, pero con alma de adolescente rebelde, por eso me pongo melcocha y canto y escucho canciones de chiquilla desmelenada. No siento que la vida se me está pasando, porque la vida no se acaba a los 30, solo toma giros y cada uno gira al aldo que quiere y como quiere. Yo voy por el camino menos convencional.


Cerca a los 31 sigo sola, soltera y sin apuro, pero con varias cosas aprendidas (y aprehendidas también). Primero, la vida está hecha de instantes, bueno o malos, instantes a fin de cuentas. El mundo a veces se equivoca, por eso es muy importante prestar atención al institno, sacarle provecho a la infalible intuición. El tiempo cura todo. ¿Frase trillada? Si, y verdad comprobada también, todo pasa, y por ahí quedan las cicatrices que nos recuerdan quienes somos, de donde venimos, a donde vamos y por que somos lo que somos.

Y, lo mas importante, las cosas siempre, siempre, siempre, son por algo. Aunque ese algo a veces es un embrollo invisible. Las razones salen a la luz cuando menos las esperamos y solo nos queda decir, en buena hora. Y mas importante todavía, a los 30 una tiene licencias para hacer y dejar de hacer lo que se nos venga en gana. Por eso, buenas noches los pastores y al demonio lo demás (si, asi de arrebatada puedo ser).

Canción para reconocer que la vida esta hecha de instantes... tal vez demasiado cursi, pero esta canción me obliga a rescatar esos momentos que valen la pena guardar y encerrarlos en un frasquito, y luego en un baul que abro de vez en cuando


Y esta canción que siempre me pone de buen humor. Para soltarse el pelo, ponerse carmín en los labios y salir a arrasar con la ciudad... por excelencia, mi canción retro



   

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