Lo que mi Perú necesita

En medio del espíritu festivo al que equivale el mes de julio, entre todos los que nacimos en esta hermosa tierra del sol, un canal de televisión invitó a todos sus usuarios a dejar un mensaje de texto contando aquello que desean para que el Perú prospere como nación. Yo nunca envié mi mensaje, porque un mensaje de voz vía WhatsApp me queda corto. Yo, como la mayoría de peruanos, se que mi país necesita mucho más que buenas intenciones para ser una tierra que deje de doler.


Mi Perú necesita de personas tan inteligente, como creativas. Somos, como decía hace unos años la publicidad de Inca Kola, el país de las ideas, aquí la gente se las ingenia cuando la necesidad aprieta, no se si está en nuestros genes o hemos aprendido a la mala. Y así como nuestro ingenio nos distingue, nadie nos gana al momento de elegir malas autoridades. Indigna tener en este momento el mas vergonzoso Congreso de la historia, aunque aquí siempre se puede estar peor, sin embargo lo que mas cólera da es que haya gente que haya depositado su confianza en una sarta de corruptos, delincuentes, ociosos, que solo deseaban una curul para llenar sus bolsillos y, de paso, cumplir con su diezmo para su psedo lideresa, la primera dama de la corrupción. Si votaste por alguno de los impresentables congresistas vestidos de naranja, aguántate, pero aprende la lección, por favor.

Mi Perú necesita que se den penas ejemplares a todos los que falten a la ley. Aplaudo de pie que hayan suspendido a Yesenia Monce por 3 meses sin goce de haber, habría aplaudido más si la medida se hubiese tomado antes de quincena de mes, privándola de una gratificación que no se merece, y aplaudiría de pie si ella y un par de impresentables congresistas más fuesen desaforados. De otor lado, necesitamos mano dura para frenar con tanta delincuencia, tanta violación, tantos homicidios. Cortar manos, genitales, lenguas, lo que sea con tal de volver a las calles sin miedo. Es eso, o los ciudadanos haremos justicia con nuestras manos, y ya hemos demostrado que cuando nos enojamos, no hay derecho humano que valga. O endurecemos las normas, o empezamos a matar delincuentes sin compasión, no hay mas.

Mi Perú necesita que se incluya el enfoque de género en la educación, y lo necesita a gritos. Es la única manera de moderar tanto feminicidio. Es responsabilidad de los adultos, en general, educar a los niños y desde la cuna enseñarles, con palabras y con ejemplo, lo que es la equidad de género, niños y niñas somos iguales, podemos hacer lo mismo, y merecemos respeto por igual. Y la escuela debe estandarizar esta enseñanza para erradicar, si no totalmente, al menos en buena parte el machismo. Ese machismo que mata a una mujer por semana, que viola a niñas y las obliga  a ser madres, renunciando a su infancia y sus ideales. Ese machismo que asquea por ser tan impune, tan normal, tan interiorizado y tan repetido. 


Mi Perú necesita calles libres de acoso callejero. Ese piropo faltoso, esa opinión no solicitada, ese floro vulgar, es violencia. Las mujeres tenemos derecho de caminar libres, sin miedo, de vestirnos de acuerdo a nuestro gusto y comodidad, no dependiendo del morbo de un mal nacido que no hace mas que rascarse en una esquina. Podemos hacer lo que nos parezca y si nuestra vocación es ser mecánicas, gasfiteras, albañiles o pintoras de brocha gorda, nadie tiene por qué escandalizarse. Tampoco se debe poner el grito en el cielo si una niña prefiere jugar con carritos antes que con muñecas. Y veamos como algo normal que una mujer no desee ser madre, ni casarse, nuestro poder de decisión debe ser respetado, no cuestionado.

Mi Perú necesita por lo menos una sola autoridad que se preocupe por los adultos mayores. Es inaudito que nadie en nuestros casi 200 años de vida republicana, haya hecho algo por los jubilados, y es injusto que estas personas que trabajaron duro por años, para sacar adelante a sus familias sigan ingeniándoselas para poder llevarse un pan a la boca, y que tantos congresistas, ministros, presidentes y demás no entiendan sus necesidades. La pensión de un jubilado no llega al sueldo mínimo, la atención en el seguro social es deplorable, y un club de tercera edad no soluciona nada. Ahora, si una persona de 70 años tiene la vitalidad, fuerzas y ganas de seguir trabajando, ¿por qué no darle la oportunidad? La norma debe venir de arriba, porque las empresas privadas por si mismas no van a hacer nada. 

Mi Perú necesita exigir a los colaboradores de las empresas públicas trabajo de calidad. O pagarles una capacitación, lo que sea más eficaz. Es inaceptable que los trabajadores de empresas públicas, sean bancos, hospitales, comisarías, ministerios, colegios, o cualquier similar, crean que tratan con caballos y no con personas, y en el colmo de los colmos que al atenderte te hacen un favor, No mamacita, ni papacito contratado, lo que tú haces es tu trabajo, te pagan por eso, y con mis impuestos, por lo que nos merecemos todos, un trato gentil, ágil y efectivo. Trata como animal a tu familia, y si no te aguantan, mala suerte.



Mi Perú necesita respeto. Respeto a las normas de tránsito, al peatón, a los espacios privados, sobre todo en las protestas (las cuales apoyo, pero una cosa es reclamar públicamente y otra es vandalismo), a los ancianos, a los niños, a los asientos reservados. Y repudio para los policías coimeros, las autoridades ineptas, los cochinos que tiran basura en cualquier lugar menos en el tacho, los frescos que se estacionan donde se les antoje, para quienes nos dicen terrucos, feminazis o rojetes por salir, pancarta en mano, a llamar la atención sobre eso que nos indigna. 

Por último, nuestro Perú necesita gente que no se canse de creer en un mejor futuro, aunque ahora parezca imposible, aunque nos duela, aunque hagamos hígado cada vez que escuchamos un nuevo audio, las declaraciones de un congresista baboso, o las respuestas fresh de un juez tan corrupto que causa vergüenza ajena. Esa misma gente que no tiene ganas de desearle a nadie un feliz 28 de julio, pero que sigue de pie, trabajando, educando, protestando. Muchas veces he dicho que en el Perú la ley de Murphy es mas creíble que la constitución, porque aquí siempre se puede estar peor, pero también he dicho que yo creo en esa gente creativa, honesta, trabajadora y derecha, que si apunta a un mismo norte, puede darle un giro de tuerca a nuestro país. Eso es lo que realmente necesitamos, y lo necesitamos ahora.

Canción para reconocer lo que necesitamos... Necesitamos seguir creyendo y apostando por el país, con miedo, con incredulidad, con mas certezas que respuestas. Aunque cueste y duela, nos toca o tirar la toalla porque todo esto no tiene sentido, o seguir del mismo lado


Hace muchos años, una radio desaparecida, propuso celebrar fiestas patrias programando solo rock nacional el 28 y 29 de julio, 48 horas con bandas locales. La idea fue bienvenida con palmas d epie por los 4 gatos que escuchábamos la emisora, que se animaba a soltar canciones conocidas y desconocidas, entre ellas estaba esta, que me gustaba un montón




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