En mis sueños

Dicen las malas lenguas que cuando una chica quiere hablar con un chico que le gusta y no encuentra una buena razón para hacerlo, usa la excusa de haber soñado con el muchacho en mención, una justificación tan usada que ya no se hace creíble. Yo no uso el haber soñado con alguien como excusa, pero si suelo comunicarme con esa persona que veo mientras duermo, porque con el subconsciente nunca se sabe.



Cuando te veo en mis sueños me provoca llamarte, pero no lo hago. Una sola vez te envié un mensaje de texto y salté hasta el techo cuando me lo respondiste minutos después. Me puse eufórica, y más aún cuando te despediste con un te quiero mucho. No me avergüenza decirte que me pasé todo ese día pensando en ti. Seamos francos, pensé la semana entera en ti. Como soy bien creativa no paraba de producir y reproducir en mi cabeza escenas imposibles, demasiado almibaradas, con discursos de telenovela. Es que además de creativa, soy cursi.

Cuando te veo en mis sueños te tengo en mi cabeza todo el santo día. Primero capturo el sueño, tratando de no pasar por alto ningún detalle. Luego lo comparo con la realidad y me pregunto si se parece a alguna de nuestras historias. O si hubiera pasado y hubiésemos reaccionado igual que en el sueño. o hubiéramos actuado diferente, nosotros funcionamos contra las reglas, aunque lo disimulemos muy bien. Yo lo disimulo mejor que tú. Por eso mis arrebatos son peores que los tuyos. Creo que te gusta verme así, fuera de control, o no sabes como regresarme a la línea. Te cuento que con un beso tuyo me bastaría.

Cuando te veo en mis sueños recuerdo todo lo vivido. Al tener memoria fotográfica viene a mi cabeza todo lo que hemos pasado con lujo de detalles. También repaso todo lo que me hacías sentir. Le pedía a mi corazón que se haga el de la memoria selectiva una vez más, para que nada me turbe los momentos bonitos. Esos mismos en los que me cumplías el capricho de ser el centro de tu atención, de tu mirada, de tu sonrisa embobada. Nunca tan embobada como la mía.


Cuando te veo en mis sueños siento que queda mucho por decirte. Cambio de opinión un minuto después. Pienso que sería repetitivo porque ya te he dicho todo, y de todo. Otras cosas no te quiero contar porque no quiero inflar tu ego. Pienso que de repente puedo canjear una confesión por otra y cambio de parecer. Luego recuerdo que tú no eres así, tú no dices las cosas de frente, en realidad no dices nada. Me digo a mi misma que no ganaría nada, así que mejor me quedo callada. Tengo la esperanza de que leas uno o dos de los artículos dedicados a ti. Pero no tengo tanta suerte, así que eso no sucederá. Y pienso que eso, aunque no parezca es buena suerte. Respiro aliviada. 

Cuando te veo en mis sueños dudo el final de nuestra historia. Me pregunto si de verdad es un final. De ser así, es un final feo, esos mismos de los que reniego cuando los veo en la televisión. o en el cine. No estoy segura si fue un punto final, o puntos suspensivos. Quisiera que fuera lo segundo. Repaso todos tus contras y pienso que sería mejor si fuera un punto final. Por última vez y para siempre. Siento que mi historia no termina aquí. Eso me devuelve la sonrisa y reaviva la fe. Muchas veces mi fe se escapa. Yo la busco y la traigo de regreso. Ella vuelve algo resignada.

Cuando te veo en mis sueños te invento cualidades. Como dice Ana Torroja, por mucho que intento no recuerdo tus defectos, y hasta tus puntos en contra los convierto en un plus. Rescato todo eso que me gustaba de ti y lo elevo a la enésima potencia. Que tus ojos, que tus manos, que tu voz, que tu sonrisa. Como me gustaba tu sonrisa. Recupero la postura y recuerdo que yo no creo que la pinta es lo que vale, por lo tanto eso no es un punto a tu favor. Tus besos, que son muy buenos, tampoco te suman.


"Y si quieres yo te explico en que consiste el misterio, que no hay cielo, mar, ni tierra, que la vida es un sueño" canta Jarabe de Palo en esa canción que es mi himno, Grita. Yo agrego que los sueños, sueños son, por eso trato de restarles importancia, aunque me cueste, y como me cuesta. Sin embargo, se me viene a la cabeza que alguna vez yo fui tu sueño, y tú fuiste el mío, eso sucedió hace muchos años atrás, y las cosas parecían más fáciles. Lo complicado era confesar lo que sentíamos. Hasta ahora es difícil, a pesar de que en mis sueños parece sencillo. Repito que los sueños, sueños son.

Canción para revelar sueños... Cuando apareces en mis sueños, me provoca llamarte, única y exclusivamente para saber cómo estás. Como soy cobarde y tímida no lo hago, y ese antojo de marcar tu número, se convierte en un pensamiento insistente. basta que te sueñe para pensarte, y te pienso, y te pienso, a cada instante, te pienso

 

Solo en mis sueños una canción conjuga una voz hipnótica con violines. Por suerte esa canción existe y, cosas de la vida, habla de lo que pasa solo en sueños.




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