Todo está muy bien

Calderón de la Barca en su obra "El Gran Teatro del Mundo", cuenta que vivimos en un gran escenario y representamos un papel feliz o miserable. Todo es parte de una gran actuación. ¿Cuántas veces jugamos el rol de la enamorada perfecta que vive en una relación perfecta con un hombre perfecto?, ¿Cuántas veces hemos dicho que todo está bien aunque sabemos que eso es tan falso como un billete de 15 soles? Lo más importante de todo ¿Por qué lo hacemos siempre?



Bien es la respuesta automática a la pregunta ¿cómo estás?, a menos de que seas depresiva, hipocondriaca o te encante dar lástima o ser el centro de atención, lo que prefieras. O decimos que estamos bien porque no queremos dar explicaciones sobre nuestras dolencias, malestares, enfermedades, incomodidades y demás, o porque no queremos cargar a los demás con nuestras cosas. Suele suceder que repetimos tantas veces que estamos bien, que damos la impresión de que todo está perfecto con nosotros y nuestro alrededor, y actuamos tan, pero tan bien, que hasta nos llegamos a creer que todo marcha sobre ruedas. Que Meryl Streep, Natalie Portman o Emma Stone, tú te mereces un Oscar a la mejor actriz por tu rol en la película "Todo está muy bien".

Sin embargo, a solas, frente a tu espejo, sin nadie al lado, sabes que no es así. Que las cosas no marchan tan bien como dices, y que si dices que todo está chévere es por un impulso, como dije líneas arriba o porque quieres justificar tu mala suerte o la mala actitud de quien te hace sentir mal. o sea el chico ese que tienes al lado, con el que interpretas el rol de la pareja perfecta, aunque cada vez se te hace más difícil hacerlo, porque pareciera que él se esmera en complicarte la tarea, portándose como el peor hombre del mundo.

Además dicen que los trapos sucios se lavan en casa, por eso a solas y entre cuatro paredes ustedes se comportan peor que perro y gato, se pelean todo el tiempo, se sacan la lista de todos los errores cometidos y por cometer, y el respeto es algo que ya no existe en tu relación. Pero cuando salen a la calle, son la pareja perfecta, sonrisas y cariño por doquier, o sea todo está perfecto, y tú le das la razón a Kevin Johansen cuando canta la procesión va por dentro.


Como casi todo en la vida, la respuesta al por qué de esta actitud no tiene una respuesta universal. Decimos que todo está bien porque de repente creemos que estas peleas constantes son una fase, algo que va a pasar y recuperarás esa relación tan bonita, tan perfecta, ten envidiada que tenías hasta hace unos cuantos meses. Entonces, si todo va a volver a estar muy bien, qué ganas contando tus penas y poniendo a todo tu círculo en contra de este chico que por arte de magia en un par de semanitas, máximo, va a volver a ser ese otro componente de la pareja perfecta. El problema es que pasan los meses y te das cuenta de que esa idea de volver a ser lo que fueron es tan poco probable como que Castañeda resuelva en problema del tráfico en Lima. 

Otra teoría se apoya en que necesitas creer que las cosas marchan bien, porque como tú sueles exagerar todo, de repente estas sobre dimensionando las discusiones diarias, la falta de confianza, las mentiras blancas y piadosas que te inventa un fin de semana si, y al siguiente también tu adorado enamorado. Entonces concluyes que necesitas decir en voz alta, una y otra vez, que todo está bien con él, que es de lo más comprensivo y detallista, que nunca te has sentido mas feliz en tu vida, para poder creerlo y enfrentar todo el drama que estás pasando con una actitud más positiva y con fe en que todo va a mejorar. Pasa el tiempo, él ha pasado de portarse mal a portarse pésimo, y ya ni tú te crees de que andas bien, así lo repitas 50 veces al día y lo publiques en tu facebook para que no quede duda.  

Una última, tal vez la más certera respuesta es que dices que todo está bien para evitar ese odioso te lo dije. Hace mucho hablamos de esa fracesita letal, sabemos que es lo peor que le puedes decir a una amiga que está pasando por un mal momento, pero nunca falta alguna o algún desatinado que va a abrir su bocota y va a decir te lo dije, o no digas que no te lo advertí, o ¿viste que yo tenía razón?, o cualquiera de sus variantes. Y lo único que odiamos más que escuchar el te lo dije es aceptar que el desatinado amigo siempre tuvo la razón. Por eso prefieres decir que todo esta bien, porque no quieres reproches, no quieres que te refrieguen tus errores en la cara, porque ya tienes suficiente con saber que le mientes a todo el mundo cuando te preguntan cómo te va con él.


Si sincerarse frente a uno mismo es difícil, abrir el corazón y la boca para decir que las cosas van mal en esa relación en la que depositaste cariño, esperanza, confianza, sueños, energía y tiempo, es el triple de complicado. Pero justificar a la otra persona es algo que las mujeres hacemos con tal facilidad y naturalidad que pareciese que estuviera en nuestros genes. A la larga, cada quien decide a quien contarle la verdad y a quien decirle que está bien, aunque todo con tu chico se esté cayendo a pedazos. Lo básico es no engañarse a uno mismo, y mudarse al valle de la ilusión, un lugar que solo existe en tu cabeza y negarse a enfrentar lo que realmente sucede.

Puede que la vida sea un gran teatro y el mundo nuestro escenario, el papel lo elegimos nosotros y puede ser fiel a la realidad o a nuestra imaginación. El papel lo aguanta todo, pero nuestra cara no, por eso es mejor enfrentar lo que toca, no impostar la sonrisa y decir que andamos en vía de sentirnos o estamos bien, pero de verdad.

Canción para decir, y sentirnos, bien...  Ser auténticos cuesta, y no siempre es bien visto, porque parece que la hipocresía es inherente al ser humano. Hasta el más honesto de los tipos puede caer. Todos tenemos algo de dos caras



También podemos decir que todo está bien, aunque no sea así, porque él te dice que las cosas van muy bien. A veces es más fácil creer una mentira que enfrentar la realidad, o masticar la falsedad antes de decir si pues, las cosas no están bien, y gritarle al pata en mención que su vida es una vulgar y estúpida mentira


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