El caso de Scarlet

Hace una semana conversaba con una amiga. Ella me hablaba de un chico que ha conocido en el trabajo y que la trae babeando. De pronto, en el momento más interesante del relato ella me dice, ¿te acuerdas del caso de Scarlet Johansson en la película "Simplemente no te quiere"? Le contesté afirmativamente (deben recordar que esa es una de mis películas favoritas), ella me miró y con ojos tristes me respondió, bueno me pasa lo mismo, él es casado.


Por si no han visto la película, o no ubican el caso al que hago referencia les refresco la memoria. Scarlet Johansson interpreta a Anna, una profesora de yoga que sueña con convertirse en cantante. Cierto día conoce a un chico en el supermercado, tropiezan, sonríen y terminan conversando horas de horas. Ella le cuenta su sueño, él le dice que conoce a algunas personas que pueden ayudarla en el proyecto, le da su teléfono y se despiden. Durante la conversación, él le advierte que es casado, pero eso a ella poco le importa, por eso al día siguiente le cuenta a una amiga lo sucedido y ella le dice que no es el primer caso, inflando más el globo de la ilusión que Anna tenía en la mano.

Como una mujer enamorada todo lo puede y no necesita licencias para soñar, llama al pata casado, este la invita a su oficina, la busca en el gimnasio donde ella dicta clases y finalmente se meten a la piscina (literalmente).  Ya se imaginan lo que pasó. Él le confiesa a su esposa que le fue infiel, ella se enfurece y después trata de reavivar la llama de la pasión sorprendiéndolo a él, y a Anna que está escondida en el armario, y desde ahí escucha la escena de amor de ese hombre que en algún momento encontró fascinante.

Ella solita se metió en el problema y ella solita debe consolarse y encontrar salidas al embrollo emocional que debe haberse desatado. Por otro lado, ella no eligió enamorarse del cretino este, que mal que bien le dijo que era casado. En un caso así, ¿es mejor ignorar al corazón y mirar a otro lado, o seguir a nuestras emociones, sabiendo de antemano que nos podemos quemar?  

Es un tema delicado, si, pero pasa desde tiempos inmemoriales. Hay casos en que la pareja casada, o uno de los integrantes del matrimonio admite que se equivocó, que no se casó con la persona correcta, que fue más un caso de gratitud, o presión (como en el caso de la película en mención), o pasión desmedida. O sea cualquier cosa menos el amor que debe existir si es que vas a unir tu vida, todo lo que tienes y lo que está por venir, a la de otra persona. Al aceptar eso, la única salida juiciosa es la separación. Lastimosamente no toda la gente es juiciosa.


Y es que si se trata de continuar con una relación que no te hace feliz, pero al menos te brinda estabilidad, las razones sobran y hay de todo calibre. Desde los hijos que merecen un hogar bien constituido, hasta las creencias, porque el padre que los casó dijo bien clarito: "lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre". Sin embargo, yo creo que el motivo expreso o no, para evitar a toda costa un divorcio, es sortear esa sensación de fracaso, porque a la larga una separación es eso, el naufragio de un proyecto en el que se invirtieron un montón de cosas que no vas a recuperar: Tiempo, energías, ilusiones, y por supuesto, amor.

¿Vale la pena pasar por todo ese trance por una ilusión que a lo mejor no prospera? No. Por eso muchas personas prefieren lanzarse una canita al aire, sacar los pies del plato, coquetear, juguetear, cualquier cosa menos comprometerse con otra persona, herir a la firme y terminar solo cual perro sarnoso, y arrepentido.

Esa es una de las tantas razones por las que involucrarse con una persona casada, no vale la pena. Nadie quiere vivir a la sombra, y ser tachada de la otra, la capilla, la trampa. Nadie quiere pasar los fines de semana sola, y sin derecho a reclamo porque de antemano sabes que los fines de semana son familiares, y tú no eres precisamente su pariente. Nadie  quiere ser señalada como la responsable de destruir una familia. Pero, ¿qué pasa si el gusto ya nació. sobrepasó la amistad y no tienes intenciones de bajar de tu nube de ilusión ahora? La cosa se puede poner color de hormiga.

No es comparable terminar un matrimonio, con terminar una relación, así esta haya sido de años, la única en la vida de él, o incluso un compromiso que fijo terminaba en el altar en cuestión de meses. Un matrimonio es un compromiso de por vida con otra persona, una persona que lo conoce, que lo cuida, que se dedica a él, o por lo menos esa es la teoría. Un compromiso equivale a la estabilidad emocional, algo que no se pone en juego, menos por una ilusión que así como llegó, puede irse. Un compromiso que no se quiebra de la noche a la mañana, menos si hay hijos de por medio, lo mismo que implica otro cantar.


¿Qué pasa si él está en proceso de separación? Ahí la cosa cambia, pero primero cerciórate de que ese proceso existe, porque del dicho al hecho hay mucho trecho. Proceso de separación equivale a separación de cuerpos, es decir él vive en su casa, ella en otra, y si comparten el mismo techo, no comparten la cama, ni el cuarto. En este proceso, no hay excusas, ni circunstancias, ni nada que valga. Él está decidido a terminar, y en esas anda.

Darse cuenta que él te dice que la cosa ya no va, pero te está mintiendo, es fácil de deducir, así él sea un gran actor, y campeón de los mentirosos. Pero, la ilusión muchas veces nos impide ver lo evidente, en ese caso, pedir una segunda, tercera y hasta cuarta opinión nunca esta de más. Ojo, opinión, porque a la larga la decisión es tuya y solo tuya.

Estar con una persona divorciada, o en proceso de divorcio no es sencillo. Él ya tiene toda una experiencia y una percepción sobre el amor más cuajada, más madura, más con conocimiento de causa, y por lo mismo puede ser muy diferente a la tuya. Sus intenciones a largo plazo pueden ser opuestas y no negociables, por lo que es bastante complejo.

Lo más importante en todo esto es no ser la villana del cuento, porque lo que empieza mal, acaba mal y dudo que alguien quiera darse contrasuelazos, sabiendo de ante mano, que el dolor va a durar mucho tiempo y las cicatrices pueden jamás desaparecer. Y esas cicatrices son un susurro de "robamaridos" que te va a seguir por donde vayas, así tú sepas que esa separación estaba cantada hace rato y tú solo apareciste en un momento que no era el mejor.

Canción para evitar contrasuelazos... La decisión de establecer una relación con un pata casado, sea por amor auténtico o solo por vacilón, es tuya y solo tuya. Pero, toma en cuenta de que en una relación deben comprometerse los dos, tres no es legal, como cuenta Yuri en esta canción media pre histórica



La opción Un día como hoy del facebook me parece fabulosa, porque me recuerda canciones y/o grupos que me gustaban un montón y que por cosas de la vida se quedaron refundidos en mi memoria. Por ejemplo, Hoja de Parra. No sé que será de ellos, pero si recuerdo que sus canciones me gustaban un montón. Si nunca los escucharon, acá les dejo algo de ellos, algo más












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