Voy a quererte con razón

Cuando tenía unos 22 años, cansada de tanto patán inestable, me planté y dije, el amor, mientras más racional, mejor. Si siguen esta bitácora desde sus inicios, ya saben lo que pasó, entré a una no relación demasiado espontánea para mis gustos, con una persona más espontánea todavía, en la que hubo mucho de locura y nada de seso. Muchos años después, vuelvo a lo mismo y busco argumentos para afirmar que el amor debe ser racional.


¿Por qué querer con razón? Porque el corazón es loco, aventado, impetuoso y cuando alguien lo acelera, lo revolotea, lo inquieta, se agita sin pensar, sin pedir permiso, sin medida. Y eso es bonito, por supuesto que si. Lo que no es bonito es cuando este embobamiento no es recíproco, o es insano, y ese corazón que empezó a latir fuerte es abollado, maltratado, hecho puré. Si nos hubiésemos detenido un segundo para conocer un poco más a esa persona, para reconocer que nadie es tan perfecto, para hacerle caso a nuestra intuición que nunca se equivoca, habríamos evitado ese nuevo moretón en nuestra historia sentimental. Para eso necesitamos un toque de razón.

¿Por qué querer con razón? Porque nadie es perfecto, por más que lo parezca. Por eso siempre es bueno desconfiar, buscarle cinco pies al gato, mirar sin miedo los defectos de la otra persona y evaluar si podremos lidiar con ellos o no. El corazón grande y noble, nos va a adormecer los sentidos, va a dejarse hipnotizar y nos hará creer que en realidad el hombre perfecto si existe y está delante nuestro. Eso sucederá justo antes de que este sujeto perfecto saque a lucir su lado más oscuro y nos decepcione. Justo en ese momento, recordaremos lo que nos había dicho la desconfiada razón.

¿Por qué querer con razón? Porque llegado el momento, necesitamos estar al lado de una persona que la tenga clara, que sepa qué hacer, a dónde ir y cómo llegar. Para proyectarnos a futuro y de a dos, necesitamos tener un plan detallado, y otro de contingencia, más conocido como el plan B, y para armarlo y llevarlo a cabo, se necesita usar la cabeza. El corazón cree en el destino y se deja llevar, no sabe de proyecciones, ni propuestas, por lo menos no conoce a esas que no se relacionan con las de matrimonio. Entonces, al hablar de futuro, debemos ponernos serias y usar la razón.


¿Por qué querer con razón? Porque deberíamos tener fundamentos para querer a esa otra persona. Argumentos que no se basa en el físico, o en primeras impresiones, ya que el amor nace en el conocer a la otra persona. En ese identificar, evaluamos si sus virtudes nos gustan, nos impresionan, los hacen admirable, porque después de todo, solo se ama lo que se admira, y para hacer un juicio de valor sensato, necesitamos usar todos los sentidos. Para reconocer a una persona, sin inventarle cualidades, tiene que primar la razón.

¿Por qué querer con razón? Porque la vida tiene momentos difíciles en los que debemos tomar decisiones, a veces radicales, libres de romanticismos. Aunque en la mayoría de situaciones nos enfrentaremos solas al monstruo que se nos pone en frente, en ocasiones contaremos con el apoyo de esa persona a la que tanto queremos, solo si su cariño es legítimo, si de ante mano sabe que no todo será bonito y fácil. Y nosotras también tendremos que apoyarlo en su momento. Esa búsqueda de salidas se consigue teniendo en la mano la razón.


Amar con locura y descontrol es bonito, en principio. Pero entablar una relación supone enfrentar con la otra persona los días difíciles que de hecho se presentarán en algún momento. Una relación supone encontrar un equilibrio, una persona que o rompa la inercia, o ponga un poco de orden, que nos sopese, y eso únicamente se encuentra utilizando la razón. Entonces, quiere intensamente, pero porque tienes razones para hacerlo. Enumera todo lo que te lleva a querer a esa persona con la cabeza, y que no se duerman tus sentidos.

Canción para dejarse llevar por la razón... Necesitamos motivos lógicos para querer a alguien, o esa es la idea. En cambio para recordar a alguien o algo, no necesitamos razones de peso, a veces un aroma, un sabor, un color, un lugar al que llegamos sin saber, nos remiten a una persona, una fecha, o una tarde de lluvia y un pelo enredado




El título de este post corresponde a una canción de Ella Baila Sola, que me encanta, como todas sus canciones. Voy a quererte con locura y te voy a querer con razón, ese es el sopeso que debería existir antes de decirle a una persona de tu mano y a lo que venga, que nos haga decir convencidas voy

 

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