Aquella noche
Una mañana de un sábado cualquiera Él le envió un mensaje a Ella. Era lo usual, ambos se comunicaban un día si, y el otro también, siempre tenían algo que contarse. Solían hablar sobre el clima que estaba cambiando, sobre los revueltos políticos, sobre el tráfico en Lima. De pronto Él le preguntó a Ella si tenía planes. Ella le mintió y contestó que nada. Entonces Él la invitó a salir por la noche. Ella aceptó. Acordaron comunicarse a las 5 de la tarde para sincronizar relojes y fijar el sitio del encuentro, punto medio entre tu casa y la mía, propuso Ella. Muchas veces habían planeado encontrarse, nunca lo habían concretado, por eso Ella no estaba muy entusiasmada, por eso tenía un plan B, por eso a las 5, hora en la que Él prometió llamarle, Ella ya estaba peinándose. Si no me llama, me quito al otro lado se decía, mirándose al espejo. Cerca de las 6 el celular sonó. Efectivamente, era Él diciéndole si le parecía bien encontrarse a las 7 en el parque favorito de Ella. El