Lo admirable
Una vez, hace muchos años escuché una frase que se me quedó dando vueltas, y sobre la que vuelvo cada tanto: Solo se ama lo que se admira. ¿Es verdad?, ¿qué cualidad nuestra puede ser admirable?, ¿qué virtud masculina nos puede asombrar?, ¿el cuento de la fan enamorada puede hacerse realidad? Cuando era chica y un slam (léase cuadernito de recuerdos muy popular entre las colegialas de los 90's) llegaba a mis manos, en algún momento saltaba la pregunta ¿a quién admiras? Y las respuestas variaban. Algunos contestaban a mis padres, otros a María Elena Moyano (yo estaba en ese grupo), por ahí se encontraba el que se pegaba de intelectual citando a un célebre escritor y algún politólogo en potencia decía que a un senador, diputado o ex presidente de antaño . Absolutamente nadie citaba a su enamorado, porque o no lo tenían, o a los 14 no buscas una persona admirable, solo alguien que te guste. Suficiente para entablar una relación que en un primer momento juras que es eterna y c