Tiempos tranquilos
Junio es un para mi un mes intermedio. Digamos que son los 30 días obligatorios entre mayo y julio (dos de mis meses favoritos) para demostrar de que eso de carnaval toda la vida no es del todo cierto. Además es un mes que tiñe el cielo limeño de gris panza de burro y las mañanas de llovizna. Dan ganas de tomarse cinco minutos más en la cama y asumir tiempos tranquilos. Son tiempos tranquilos cuando suena el despertador a las 5 de la mañana. El frío y la llovizna de la madrugada, sumado al hecho de que todo está oscuro aun (parece que la pizca de sol que diferencia los días de las noches se está quedando dormida) complica mucho más salir de la cama, y quitarse las sábanas conservando el buen humor es imposible. Cuando te resignas a salir de la cama, recuerdas que hoy no hay clases y tampoco tienes que enviar un boletín antes de las 9. Te puedes regalar varios minutos más bajo esa frazada polar de la que te olvidaste durante todo el verano, pero buscas con desesperación c