Nene Malo
No, no es que ahora me haya vuelto fiel oyente de radios tipo batería y ande cantando todo el día la pegajosa "como me gusta la noche". Una vez hablamos de que los malos, por un insospechado motivo, nos atraen, o mínimo nos llaman la atención. Bueno, esta es mi historia con el chico con pinta de malo, pero espíritu de osito de felpa. Ya una vez dijimos que nosotras los preferimos malos y yo admití que también me gustan los villanos, los antagonistas, los rebeldes sin causa, pero en la ficción. Hoy confieso que alguna vez caí seducida ante un chico bueno con pinta de malo, sólo le faltaba su moto. No era una James Dean, aunque tenía sus arrebatos rebeldes. No era guapo (más de una vez, quienes lo conocen y lo conocieron, me dijeron "¿qué diablos le viste?"), pero su sentido del humor me hacía omitir ese detalle. No tenia el look punk de los chicos malos, aunque solía vestir de negro. Eso si, jamás me trató mal, por el contrario, siempre me arrancaba sonr