Pepita Grilla

Este blog es la consecuencia de una afición que nació cuando tenía 9 años y fue cambiando de soporte con el transcurrir de los años, y las novedades tecnológicas que dejan a propios y extraños con la boca abierta diariamente. Pero también por el entusiasmo de varias amigas que leían fielmente una notas publicadas en el fb. Una de ellas, mas que amiga es mi compañera incondicional, mi confidente y un poco mi conciencia también, con ustedes mi amiga Mu (o como a mi me gusta decirle, mi Pepita Grilla).



El año pasado escribí algo similar sobre ella en mis nostas del fb, por si se lo perdieron les cuento la historia. Era el año 2007, yo andaba practicando en el Fondo Editorial de mi Universidad feliz y contenta, hasta que un día recibí una llamada. Me estaban ofreciendo una práctica en una entidad del estado. Me pagarían algo mas de lo que ganaba en la universidad, mas alimentación, sumado a eso me ahorraba los pasajes ya que la oficina quedaba en el Centro de Lima y podía ir y venir a pie. No lo pensé mucho, una vez aprobada las entrevistas y las pruebas de rigor firmé contrato. Con los días me di cuenta que ese contrato en realidad era una sentencia y esa práctica pasó de promesa a pesadilla en una. Siempre pienso que aceptar ese trabajo fue un error, pero bien dicen que no hay mal que por bien no venga. Fue en esa espantosa y gris oficina que conocí a dos personas que hoy por hoy son mis amigas incondicionales, mis compañeras de andanzas y comilonas, mis pos pos modernas. Una de ellas es mi Pepita Grilla.

Había pasado de divertilandia, el Fondo Editorial, a esa oficina del Estado en la que me sentía bastante limitada, desorientada y sola. Mu andaba por su lado y yo por el mío, intentando adaptarme, nunca lo hice (porque sabía que no iba a durar mucho, seis meses después dije, hasta aquí nomás). Hasta que un día fuímos a almorzar juntas. Conversamos de todo un poco, y nos dimos cuenta de que ambas estábamos atravezando por una situación similar, allí nació la amistad. Esa circusntancia fue una de nuestras pocas coincidencias. Con Mu comprobé (por primera vez) que polos opuestos se atraen. Ella es muy distinta a mi, parca, seria, analítica, si algo no le gusta lo demuestra sin mayor problema, agradece sin disfuerzos. Es idéntica a Daria, o bueno, en ese entonces lo era, física e ideologicamente. Y yo, que por esos años andaba bastante engreída, disforzada y sweet, era la antangonsita de la serie, sin embargo toda mi melcocha, mis colores pastel y mis canciones de secretaria enamorada tenían un lugarcito en el mundo de Mu.



Lo descrito aquí se asemeja a una simpatía laboral común y silvestre. pero nosotras somos más que ex compañeras de trabajo, somos amigas incondicionales, y ella es un poco la voz de mi conciencia, esa voz que evitaba oir por comodidad, por falsas creencias, por prejuicios, por cosas mías. Eso lo descubrí en una noche de copas, una noche loca. Estábamos en un karaoke cantando La Chica Ye Ye y bebiendo sangría. Yo había estado muy triste. Las cosas con el DJ andaban mal, o mejor dicho habían andado mal, dos días antes me había llamado y todo me parecía bonito de nuevo. Se lo conté y ella me dijo, si te sientes bien con él y viceversa entonces déjate de pensamientos medievales y disfruta lo que está pasando ahora. Pensé en cuanta razón tenía. Habían pasado mas de 10 años desde que había salido del colegio, sin embargo seguía con ideas que nada que ver con la época y el momento que estaba viviendo, necesitaba que alguien me hiciera reaccioanr, abriera las ventanas que había dejado cerradas por miedo, por falsa moral y falsas creencias y empezara a vivir bajo mis reglas. Ella me ayudó a hacerlo, fue entonces que empecé a pasarla bomba.

Dicen que a los amigos se les conoce en los malos momentos. Por eso Mu tiene el título de mejor amiga, incondicional, paciente, comprensiva, un poco la voz de mi conciencia. En el mismo 2008, meses después del encuentro que solucionó todo con el DJ, se desató la tormenta emocional y solo ella sabe lo que me costó superar ese capítulo. Lloré meses enteros, no quería nada con nadie, andaba deprimida, volvía a llorar. Ella intentaba sacarme del hoyo y en medio de esos intentos se convirtió en la víctima de mis lamentos, no se cuentas veces le conté mi trsite guión, y no se de donde sacó tanta paciencia para no mandarme por un tubo (en su lugar, yo lo habría hecho) y nunca decirme "te lo advertí".

Inventó de todo para reanimarme. Eso y el tiempo hizo que superara con dificultad el capítulo del DJ y sobreviviera para contarlo con orgullo. Luego vinieron otros mini dramas que mi Pepita Grilla siempre escucha con santa paciencia, buscando salidas y haciéndome ver el lado amable de las cosas, por mas color de hormiga que se ponga la sitaución.



Hace poco Mu cumplió años. El año pasado le dediqué, como ya lo dije, una nota en el fb, este año no podía dejar de ecsribir sobre ella en este blog. Porque es parte de mi historia, de mi vida, de la difícil tarea de buscar al complemento (ella también anda en búsqueda), porque es difícil tener amistades como la nuestra. A pesar de ser disitintas nos llevamos a las mil maravillas, nos reimos mucho, cuando nos juntamos las tres pos pos modernas (Sole tu sabes que también te quiero mucho) las charlas se ponen intensas (debo reconocer que yo soy la mas calabacita del grupo), cada una expone su punto de vista y terminamos aprendiendo, soltando vivencias, formas de ser y finalmente risas.

Que mas les puedo decir de mi Pepita Grilla. Solo algo que le he dicho a ella muchas veces, que no se que sería de mi vida sin ella, que no se si la encontré o ella me encontró a mi, pero fue una feliz coincidencia y lo mejor que me dejó la horrorosa experiencia de trabajar para el estado (amo a mi país, pero espero jamás repetir la experiencia en el sector público), que nos esperan muchs noches de juerga, tragos, almuerzos y tecitos en salidas mas tranquilas, que vamos a ser amigas hasta de viejitas y vamos a reirnos cuando recordemos nuestra preocupación por el país, el planeta, la vía láctea y galaxias aledañas (una broma pos pos moderna).

Canción para mi Pepita Grilla... esta es su canción de autoayuda, y creo que muchas compartimos la idea y cuando nos snetimos trsites nos repetimos "que nada puede hacerme daño"



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