Cita perfecta VS. salidas para el olvido

Las comparaciones son odiosas, eso es cierto. Pero en algunos casos son necesarias, imperiosas, urgentes. ¿Qué es lo que hace de una salida una fecha especial, y de otras una ocasión para olvidar? Puede ser la compañía, el lugar, las condiciones y la actuitud de ambas personas. Las ganas de pasarla bien de parte de los dos, a veces basta. Hagamos un paralelo entre una cita perfecta (CP) y una cita para olvidar (CO).
  

Tanto una CP como una CO empiezan con una invtación casual, sea por teléfono, por sms, surge en medio de una conversación por chat o por correo. Si es la primera salida el entusiasmo es similar. No se en el caso de los chicos, pero como chica se que no se nos escapa ningun detalle, al menos si presentimos que ese primer encuentro será el inicio de varias salidas mas. Entonces alistamos todo, ropa, tacos, bolso, accesorios, si de nosotras depende sería perfecto, pero una cita es cosa de dos. Y de esas circunstancias que siempre saltan en el camino.

Por esas cosas del destino, sales tarde, tomas un carro que no es, no encuentras un solo taxi que te queira llevar al punto de la reunión, la combi recorre todo Lima antes de dejarte en tu paradero y una larga lista de etc.
CP: El chico te llama para preguntarte qué paso, tu le cuentas tu triste historia, le pides disculpas (esta bien que haya interés, pero tampoco nos pasemos de frescas pues) y él te escucha, imaginas que sonríe y con esa voz que transmite calma te dice, ok, no te preocupes, yo te espero.
CO: El sujeto en cuestión te llama y antes de que le cuentes lo que te pasa te dice que quedaron en encontrarse hace 10 minutos, que tiene frío (o calor) y que aceleres o se va. Cuelgas y por un minuto te arrepientes de estar en camino.

Llegas al lugar pactado, él está ahí, esperándote, lo miras, te mira, sonríen, se saludan, le vuelves a contar tu historia y empiezan a caminar. 
CP: Él ya hizo una inspección de campo y ha encontrado un lugar: café, parque, heladería o resturant que te puede gustar. Al llegar chequean la carta (o bsucan una banquita), él sugiere pedir una botella de vino,  tu sugieres pedir también algo para picar entre los dos, celebran la idea y la conversación surge divertida, cordial, estas empezando a sentirte cómoda.
CO: Te pregunta a dónde quieres ir, tu sugieres un lugar, la cara de él lo delata, no le convence la idea. Propones otro lugar, tampoco le cuadra. Finalmente van a ese cafecito que a ti te gusta, pero a él no, y no se moelsta en dismularlo, se queja de absolutamente todo. Revisan la carta, tu sugieres algo y él te impone otra cosa. No te molestes en proponer nada más, tu compañero en tas arrogante y machista que hará oídos sordos a cualquier iniciativa. Estás incómoda, por eso a cualquier pregunta tus respuestas serán monosílabos.

La conversación fluye, ríen, brindan, se asombran por las coincidencias y también por las diferencias.
CP: Cuenta sus historias, escucha las tuyas, rompe cualquier silencio incómodo, se interesa en lo que le dices y si hay alguna diferencia atiende tus argumentos, no los comparte, pero los respeta. Observa tus manías, tus costumbres, no las cuestiona, se extraña con algunas, evita que te sientas observada e incómoda, guarda opiniones fuera de sitio.
CO: Habla, habla y habla, no te deja opinar, cuando queires decir algo te corta (sin pedir disculpas) y si hay desacuerdos él te demuestra a toda costa que tiene la razón (no te asombres si en adelante se esmera en demostrarte que está en lo cierto y siempre lo estará).  Cuestiona tu forma de coger los cubiertos, de beber, de hablar, de sentarte. Nuevamente se esmera en demostrarte que estas frente al hombre perfecto (ja!).




Terminan el vino y las horas avanzan, entonces él propone ir a caminar, ir a otro bar o a cualquier otro lado.
CP: La estas pasando tan bien que no dudas ni un instante en ir a seguirla. No muestras entusiasmo desbordante, pero si lo suficiente para que la salida se prolongue.
CO: Buscas cualquier excusa para huír: no soporto estos zapatos, ¡mira la hora (8 de la noche)!, mañna tengo que acompañar a mi abuelita al mercado, se me ovlidó que me esperan en otro lado, mi perrito no duerme si no estoy a su lado, en fin, la cretaividad sobra. Pero como el mundo gira al rededor del  sujetillo este termina llevándote a rastras a dar una vuelta antes de que te vayas.

Es hora de despedirse
CP: Se miran, se acercan, dependiendo las creencias de cada quien, la primera cita puede terminar con un primer beso memorable y la promesa de comunicarse y repetir pronto la salida, o un no menos cordial beso en la mejilla y la misma intención, volverse a ver.
CO: Te despides rápido, lo mas probable es que él te diga "te llamo" y tu piensas "por favor no lo hagas" o, mejor todavía "no me llame, yo te llamaré (cuado los sapos bailen flamenco)".

Mientras vuelves a casa haces un conteo de lo ocurrido en las últimas horas
CP: La química es evidente. La ilusión temprana puede adormecer tus sentidos, incluída la intuición. Una vez más quieres vivir ese buen momento, rescatas una a una las imágenes vividas, los recuerdos recién creados, la sonrisa no te la borra nadie y el momento es coronado por un soundtrack digno de la ocasión: "Si algo así como el amor esta en el aire" o "Unwritten" porque la historia recién empieza.
CO: Quieres volar, teletransportarte a tu cama y olvidar las últimas horas. No es "él", no puede serlo, no va, no hay forma de que vuelvas a salir con él, asi te escriba, asi te llame, asi te ruegue. No quieres ni recordar lo ocurrido, menos pensarlo, y solo se te ocurre una canción para sonreir pasado el efecto post cita "Así fue que una historia murió".




Hay citas y citas, lo ideal es que los dos tengan ánimos de pasarla bien, de conocerse mas, de pasar un buen rato. Si hay predisposición, lo demás cae por su propio peso.

Canción para alistarse para la primera cita... mientras nos peinamos, maquillamos y cambiamos de ropa por enésima vez, una banda sonora siempre viene bien... asi la trama de esta canción no sea una romántica historia de amor y la suerte de los protagonistas sea opuesta a la nuestra



Si las cosas funcionan, una nueva historia empieza a escribirse, con sus mas y sus menos, aventurarse es parte de vivir. El inicio es este, lo demás no está escrito.



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