Algunas fotos nuestras

En estos días de encierro involuntario, pero responsable, cualquier cosa vale para distraerse. Una de ellas es ordenar, revolver nuestras cosas y de repente encontrarnos con discos, cuadernos, libros y objetos que habíamos olvidado y nos llevaron directo y sin escalas a un momento, un lugar, una persona. Entre esas cosas aparecieron algunas fotos nuestras.


Encontré esa foto que nos tomaron cuando todo empezaba. Éramos muy chicos y fue una toma espontánea, por lo mismo es una instantánea linda, entrañable, dulce. Su mirada sobre mi y mi cara, roja cual tomate, no nos dejaban disimular que entre nosotros se cocinaba algo que iba más allá de la simple amistad. Era la primera vez que me enamoraba, y era algo nuevo para él también, o eso quiero creer. Esa fotografía cuenta el inicio de una bonita historia. Qué suerte que fue nuestra.

Cada foto encontrada daba cuenta del paso de los años, de los cambios, de los looks fallidos, las ocasiones felices, las teñidas impecables y esos momentos que hubiésemos querido que fueran eternos. Yo quería estar siempre al lado del protagonista de la foto que me sorprende, tanto como me sorprendían sus llamadas, sus comentarios zalameros y todo lo que hacía para llamar mi atención. Lo mismo que hizo la noche de esta fotografía en que coincidimos en un concierto. Los dos sonreíamos, estábamos felices, eran buenos tiempos, la estábamos pasando bien.

Hay muchas fotos de la época de la ecuación resuelta, cuando había estabilidad, equilibrio, sobrenombres melosos y conversaciones donde el cariño y la comprensión abundaban. Hay una estampa nuestra en particular que me gusta y que nunca pude eliminar, porque valgan verdades ese vestido rojo me quedaba muy bien. A él se le veía embobado y a mi enamorada, porque nos quisimos si, en un momento que no fue el de la fotografía, justo cuando empezaron a surgir preguntas, miedos, inseguridades que se multiplicaban tras cada discusión. Mientras más felices y sólidos nos veían, mas nos alejábamos. Dos meses después de tomarnos esa foto, todo se terminó. Las imágenes a veces mienten.

Los dos sabemos que antes de aquel día del orgasmo femenino de hace muchos años, éramos la muestra andante que la única, sincera y limpiamente amistad entre hombres y mujeres si existe. Hablábamos mucho y de todo, y siempre te agradecía escucharme, acompañarme, aconsejarme, muy al margen de hacer o no caso a tus recomendaciones. Y por supuesto hay fotos en las que se nos ve como éramos, dos patas que se divertían a morir. Creo que ni tú, ni yo, sospechábamos lo que pasaría unos años después. Hoy seguimos siendo amigos, seguimos acompañándonos, pero las circunstancias nos hacen ser años luz diferentes de ese par de amigos que se fotografiaron contándose secretos en pleno malecón.


Tal vez las fotografías sean la confesión más nítida y visual de quienes fuimos y el punto de referencia para reconocer quienes somos y admitir que, cronológicamente hemos cambiado y crecido y ahora somos mejores, o peores, de lo que solíamos ser, o que tal vez seguimos iguales porque no creemos en eso de quemar para crecer. Cada quien camina a su propio ritmo.

Estas fotos, independientemente de si existen, o son instantáneas que solo tienen lugar en mi cabeza, me han hecho dar un grato paseo por el pasado, por quien fui, por lo que sentía, por lo que esperaba. Recordar sin que duela y sin odios es saludable, es la muestra más expresa de que o superamos un capítulo, o estamos en vías de hacerlo. Este tiempo en blanco es preciso para hacer una introspectiva y reconocer si estamos en buen camino o admitir en voz alta que necesitamos cosas nuevas y buenas, e ir tanteando como hacer para ir por ellas. La vida no será la misma después de la pandemia, vamos pensando qué pasará con la nuestra.

Canción para mirar fotos... Más de una canción se me vino a la cabeza cuando me plantearon escribir este post. Para variar, se me olvidaron todas las canciones que podría ilustrar las ideas aquí expuestas, así que empecé a buscar en Youtube y me encontré con esta canción de Ed Sheeran, alguien que no me entusiasma mucho, aunque las cosas pueden cambiar a raíz de esta canción. Ya veremos



Este post fue pensado por un amigo que había encontrado una foto que lo hizo retroceder 8 años. En una de nuestras charlas vía Whatsapp desde el encierro le conté que mientras él repaaba pasajes de su vida, y se reencontraba con viejas pasiones, yo estaba coincidiendo con canciones que había olvidado, y por lo tanto, no recordaba cuanto me gustaban. Por ejemplo esta, que él ha prometido cantar en una próxima noche de karaoke





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