Cosa de destiempo
Encontramos a la persona perfecta, en el lugar menos esperado. Todo parece bien hasta que el pero, siempre inoportuno hace su aparición. Resulta que él y tú están en momentos distintos. No se trata de frecuencias, ni de caminos diferentes, es cosa de destiempo. Un día cualquiera en una fiesta conociste a un chico. Te llamó la atención lo guapo que estaba, lo bien vestido que andaba y la manera resuelta en que te buscó conversación. A cada minuto, mientras hablaban, la atracción creció más, porque resulta que también es inteligente y huele rico. La única información personal intercambiada fue nombres, después hablaron de música, cine, clima, en fin, la estaban pasando bien y tú, despistada como siempre, sin darte cuenta ya andabas inflando tu globito de la ilusión. Hasta que en un momento de la chispeante conversación él te cuenta que en dos días regresa a Londres, en donde está estudiando una maestría, aunque tiene intenciones de residir a tiempo completo por allá. Ante es