Parejas perfectas, personas imperfectas
El amor no sabe de moldes, ni prospectos, ni ideales de perfección, simplemente aparece y ya. Y muchas veces terminamos perdidamente enamoradas de chicos (o chicas) que no corresponden a nuestro concepto de belleza, inteligencia, simpatía, virtudes y demás puntos enumerados con cuidado y esmero. Esas personas imperfectas, se convierten en nuestra pareja perfecta. Cuando era niña, casi todas mis compañeras de colegio tenían el famoso slam, una libretita en la que te hacían una serie de preguntas, color favorito, música predilecta, deporte que practicas y, entre varias interrogantes entre sosas e incómodas, te cuestionaban sobre tus gustos "¿cómo quisieras que fuera él?". Mi respuesta era siempre la misma: tez clara, cabello oscuro, manos impecables, contextura regular y, sobre todo, alto, 1.80 como mínimo. Yo nunca tuve un slam, pero me encantaría toparme con el de alguna compañera de promoción para revisar mis gustos y ver que tanto han variado. Creo que desde pr