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Mostrando entradas de marzo, 2014

Mujer soltera busca

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Los tiempos han cambiado. Suena trillado, cliché publicitario, algo que todo el mundo sabe, pero ¿todo el mundo lo asume?, ¿las mujeres asumimos que nuestro rol en la sociedad ha cambiado?, ¿los hombres lo aceptan y asientan sin chistar?, ¿qué tan radical es este cambio de roles? Yo soy feminista, en el sentido genuino de la palabra. No creo en la superioridad mental, física, emocional y demás de las mujeres, mucho menos en que las mujeres somos las ya no ya y los hombres son una especie prescindible (bueno, algunos si son descartables). El feminismo proclama la igualdad de hombres y mujeres, los mismos derechos, los mismos deberes, las mismas oportunidades, las mismas dificultades, las mismas salidas. Si, en el Perú, y en muchos países de latino américa (y Asia, África, Europa, Oceanía y resto del mundo),  eso del feminismo y la igualdad es un tanto utópico, pero la algarabía es general el 8 de marzo, a sabiendas de todo lo que hemos avanzado y de todos los nuevos obstác

Escapémonos

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A veces es bueno abrir un paréntesis y escaparse de la realidad, sin pensar que fue lo que pasó y que es lo que está por pasar, simplemente vivir el momento, saborear cada segundo y al diablo lo demás. Escapémonos, solo un día (o una noche), solo un par de horas. Tómame de la mano y escapémonos. Escapémonos es una canción de Marc Anthony y J Lo que, valgan verdades, me fascina. Dicen las malas lenguas, que Marc le escribió esa canción a J Lo después de abandonar a su esposa, ella le siguió los pasos, dejó tirando cintura a Ben Affleck y se fue con Marc, dando que hablar a la prensa de espectáculos latina y anglo. Sin querer queriendo su relación, clandestina y mediática a la vez, fue materia común en todo el continente. Ellos se escaparon, se la jugaron, se casaron, tuvieron gemelos y emprendieron un negocio televisivo que hasta hoy, a pesar de su separación, les deja buenas ganancias. Pues bien, yo no soy J Lo y él no es Marc Anthony, eso lo sabíamos muy bien, sin embargo

La boda de mi mejor amiga

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La vida es irónica, y me lo deja clarito una vez más. Mientras yo cerraba una historia y abría a las malas mi mano para soltar a esa persona que nunca sumó a mi vida (y valgan verdades nunca me quiso), mi amiga también abría un capítulo en su vida, pero un episodio feliz. Por eso comparto su felicidad, por eso no hay lugar para caras tristes, por eso celebré feliz la boda de mi amiga.     Una tarde de junio del año pasado mi amiga me contó la buena nueva. Se casaba. Me lo contó entusiasmada, había brillo en sus ojos, una sonrisa inmensa pero natural, la voz emocionada, y yo solo atiné a abrazarla y felicitarla para, acto seguido, empezar a soltar ideas para que su boda, sea la boda perfecta, la boda que ella soñaba. Tenía al lado al hombre idóneo para ella, o sea que empezábamos bien.   Sería falso decir que estuve a su lado en todos los preparativos por una larga lista de razones, pero si quise hacerle un presente simbólico. Mis ganchos para el pelo, son una característic

Licencia para soñar

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Si. A nosotras nadie nos gana si de leer entrelíneas, análisis semióticos de cada palabra e inflar automáticamente un globito llamado ilusión, se trata. Nuestra cabeza trabaja a mil por hora ni bien identificamos una pizca de interés de parte de una persona que por ahí nos mueve el piso, por ahí nos ronda, o por ahí nos despierta un interés inusual. ¿Cuáles son esas señales que nosotras interpretamos como el permiso para soñar con alguien? Tenemos licencia para soñar si nos olvidamos de nuestra típica timidez y por ahí mandamos en sms que es respondido, o mas precisamente, respondido con cordialidad, con entusiasmo, con la promesa de un próximo encuentro, o en el mejor de los casos, es respondido con una llamada. No nos entra en la cabeza de que al pata tal vez le caemos bien, le gusta conversar con una, en líneas generales o le simpatizas, o él es educado. Pero no, la respuesta amigable a un sms es, en nuestro universo semiótico, una señal inequívoca de que le gustamos, de que s