Un día diferente
El aislamiento domiciliario, que empezó el 15 de marzo se prolongó, se prolongó, se siguió prolongando y ¡zás! Me agarró el cumpleaños. Guardaba la esperanza de que para el 19 de mayo ya todos estuviéramos por calles y plazas, con un poco de miedo, pero sintiendo, sin decirlo, que las cosas estaban mejor. La situación es diferente y yo me preparo para recibir mi cumpleaños en #ModoCuarentena. Digamos que no me termino de hacerme a la idea que voy a pasar mi cumpleaños, mis 30 y todos, encerrada en casa, viviendo los últimos días de aislamiento domiciliario, o eso parece. Mientras más se acercaba la fecha, más he sentido la pegada, porque no he tenido mi tradicional visita al spa más cercano para hacerme las uñas, las cejas y la teñida, que bastante falta me está haciendo. Tampoco he tenido la tradicional tarde de shopping que era una de las actividades que más disfruto, porque admito con orgullo que soy compradora compulsiva. Consumidora soy y no me compadezcas. Obvio