Vota por mi
Este debe ser el peor escenario que se pueda pensar para un proceso electoral. El destape de la corrupción en el Poder Judicial, los audios, los hermanitos, el asqueroso CNM, la banda de los Cuellos Blancos y todo lo que viene sucediendo en nuestro país en los últimos meses, sin contar con la cuestión de confianza, nos sorprende ingratamente, nos asquea, nos decepciona, nos indigna. Y en medio de esa desazón aparecen las elecciones municipales, y los candidatos juran y perjuran que son honestos... Obviamente nadie les cree. Hace poco menos de un año, un encuestador llegó a mi puerta y yo, muy solícita, respondí cada una de sus preguntas. Al terminar mi cuestionario, concluí que no tenía ni la mas remota de idea de por quién votar para alcalde de Lima, pero si estaba en mi cabeza, claro cual agua, esos partidos por los que no votaría ni a balas. No me gusta el amarillo, el naranja me causa náuseas, y vomito cuando cierto sujeto, que no se por qué diablos lidera las encuestas, q