Alma criolla
"¿Y a ti de dónde te viene el gusto por la música criolla?" me preguntó una ex compañera de trabajo, al escucharme tarareando a la perfección el coro de Mal Paso. Mi abuelo escuchaba valses cuando regresábamos del colegio todos los días, y ahí fue cuando nació mi cariño le contesté. Además, soy del rico Barrios Altos, rematé. Ella sonrió y se fue cantando "si algún día te acuerdas de mi..." Hoy, que todos lloran a Polo Campos, pienso que el criollismo nunca muere, porque se lleva en el alma. Tal vez el gusto por la música criolla me viene de mucho antes, de que mi abuelo escuche "La Hora del Bitute" cuando nos traía de regreso del colegio a mis hermanas y a mi. De repente fue cuando tenía 9 años, y en el colegio nos enseñaron las letras de Y se llama Perú y Contigo Perú, yo las aprendí y nunca más las olvidé. También recuerdo que al año siguiente, nos hicieron entonar canciones criollas, como parte de una evaluación de arte. Mi grupo escogió Con