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Mostrando entradas de febrero, 2020

Se hizo el 8

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Un día como ayer hace 8 años me aventuré, casi, casi obligada a crear este espacio. Sandra en su Mundo nació, como tantas veces lo he contado, como una tarea y se volvió en mi hobbie, en mi vehículo de escape, en la validación de que no soy rara, o de que no hay cosas que solo me pasan a mi, o que no soy la única a la que le gusta lo que escribo. Han pasado 8 años y sigo aquí. No me pregunten si pensé en que esta pequeña bitácora llegaría a cumplir 8 años porque no sé la respuesta. Nunca imaginé cuanto iría a durar esto de contar mis historias, mis teorías, mis puntos de vista, mis speechs, a veces un poco desubicados o demasiado idealistas. Es más, ahora mismo no sé cuanto más me durará la gracia de alucinarme Carrie Bradshaw, con la octava parte de su experiencia y en una ciudad que para nada es Nueva York. Solo se que quiero escribir el resto de mi vida, y por eso me gusta mi trabajo, el mismo que me ha hecho abandonar un poco el blog, aunque hago lo humanamente posible por

Alejandro, una vez más

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Alguna vez he dicho que muchas canciones de Alejandro Sanz me remiten a momentos específicos de mi vida. Eso, sumado a lo churro que está, sin importarme sus canas o sus kilos extra, hacen que sea uno de mis cantantes favoritos, y que ya esté restando los minutos para verlo mañana. -      -  Era 1992, o tal vez 1993, y yo me había enamorado por primera vez. Mi estómago se retorcía, mis manos temblaban, mis pies se congelaban y mi corazón brincaba cada vez que el chiquillo en el que me había fijado estaba cerca. Podíamos conversar horas y de todo, menos de ese secreto inconfesable. Él me gustaba y yo le gustaba, por eso ese primer amor, o mejor dicho ilusión en su estado más puro y natural, cual aceite Primor, me pinta una sonrisa y se me viene a la cabeza cuando escucho Pisando Fuerte. Esa era la canción que escuchábamos cuando apagábamos las luces para ver la televisión casi, casi calidad cine, y compartíamos las miradas, y porque sin palabras, pero con gestos recontra