El corte
Alguna vez escuché que después de un suceso triste, doloroso, sorpresivo, deprimente, o un cambio que no fe necesariamente para bien, uno debe hacer un corte, porque las cosas en frío y en distancia se ven mejor, o al menos, estos dos factores nos ayudan a asimilar las cosas y respirar fuerte para enfrentar lo que se viene. El corte es necesario. Fue hace muchos años, en un viaje de trabajo al cálido Chiclayo que entendí que las cosas en frío y a distancia se ven mejor. Bueno, el asunto no estaba frío, pero los kilómetros que separan a Lima de Chiclayo me permitieron ver las cosas desde otras perspectiva y llegar a la conclusión de que mi relación con el Oficial, la relación más importante y estable que he tenido hasta la fecha, ya no daba para más. Lo ideal hubiera sido irme después de decirle hasta chau, pero bueno, un inicio de clases a la vuelta de la esquina y un presupuesto modesto me lo impedían. En lo sucesivo y tras escuchar y comprender lo imperiosamente necesario que es un